lunes, 1 de marzo de 2021

MARZO 2021

 

“CUARESMA:  UN CAMINO DEL JORDÁN →  AL  DESIERTO → Y A   GALILEA” 

 

La “Cuaresma” es un camino. Hemos iniciado ya un período de preparación para la gran fiesta de la Pascua que culmina en Pentecostés. El símbolo de los cuarenta días está tomado de la tradición bíblica en la que aparecen tres grandes cuaresmas. Cada una de ellas nos conducen a una gran alianza.

 

La primera cuaresma se refiere a los cuarenta días que cubren el periodo del “diluvio”. Noé y su familia representaban a la nueva humanidad que emprende un camino de reconciliación consigo mismo, con la naturaleza, con el otro y con Dios. La armonía alcanzada luego de la muerte violenta del inocente Abel se rompe por el crecimiento descomunal de la violencia y egoísmo humano que lo llevan a llenar la tierra de diversidad de conflictos. Sin embargo, el modo de vida justo de Noé alcanza la misericordia y bendición de Dios, que decide a favor de él y de su familia restablecer el orden perdido, por medio de una refundación de la humanidad.

 

La segunda Cuaresma representa el paso fundamental del pueblo hebreo de la servidumbre o la esclavitud al servicio. El pueblo que ha sido liberado de la opresión en Egipto marcha por el desierto hacia la tierra prometida, y precisamente en el desierto se va formando como pequeñas comunidades  o tribus en torno al servicio de unos a otros para seguir subsistiendo. Al igual que en la primera cuaresma, comienza con una situación de violencia. Los hebreos se presentan en el relato del éxodo como un pueblo extranjero, a pesar de llevar más de diez generaciones en la tierra de Egipto. La iniciativa de Moisés y de su familia busca desalojar esa violencia, en primer lugar, del corazón del pueblo y luego de las instituciones del mismo. Por eso emprende la vía del desierto que les habrá de mostrar cuán frágiles son sus motivaciones y qué fuerte es el amor de Dios. En este camino por el desierto, atravesando muchas dificultades, experimenta la purificación de Dios, pero también su amor, generosidad y acompañamiento continuo.

 

La tercera Cuaresma, es el enfrentamiento definitivo de Jesús con el mal, cuando es tentado en el desierto, representado por Satanás gran tentador del desierto. Este personaje aparece al comienzo del camino de Jesús para poner en duda sus grandes opciones y para mostrarle cómo el egoísmo y la violencia humana, pueden superar el nivel comunitario  e instalarse en los mejores propósitos humanos como son: las necesidades básicas (pan), el  poder y la riqueza, como fuerza para cambiar la realidad del mundo, y la religión como un desafío a las experiencia humanas básicas.

 

Hoy en nuestra vida de discípulos del Señor también atravesamos por muchas dificultades,  momentos de desierto que nos llevan a la reconciliación y purificación con el Dios del amor y la misericordia en Jesucristo; como también a momentos o caminos de esclavitud al servicio en medio de la comunidad.

 

Pensemos que si experimentamos momentos de opresión y esclavitud, la medicina que Dios nos sigue proponiendo es el SERVICIO.

 

¿Queremos ser libres?: Dispongámonos  entonces a servir a nuestros hermanos. Te proponemos en esta cuaresma el trípode:

 

CUARESMA= CONVERSIÓN MISERICORDIA Y SOLIDARIDAD.

 

Oro por ti y los tuyos en este tiempo de Cuaresma para que todos podamos experimentar el amor reconciliador del Buen Dios.

 

 

Roberto Zamudio


PROMESA BÍBLICA DEL MES

“Si te das a ti mismo en servicio al necesitado, si ayudas al afligido en su necesidad, entonces tu luz brillara en la oscuridad y tus sombras se convertirán en luz de medio día”

Isaías: 58, 10

 ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

 

Buenos días Señor. Queremos vivir una vida nueva, que camines con nosotros en este tiempo de Cuaresma, que cada mañana antes de salir a nuestras actividades tengamos presente en nuestra oración  que necesitamos de ti: Entusiasmo, para ver hacia adelante. Felicidad, para mantenernos alegres. Problemas, para mantenernos fuertes. Penas, para mantenernos humanos(as). Esperanza, para mantenernos humildes. Recursos económicos, para satisfacer nuestras necesidades propias y de nuestro prójimo. Fe, para desterrar la depresión. Decisión, para desterrar la duda. Amor, para dignificar tus obras. Oración, para mantenernos cerca de ti. Gratitud, para valorar tu amor y el de los demás.  Reconocer que tu Palabra es la voz que nos habla en la mañana, es nuestro consejo cada día y en las pruebas quien nos guía.

Dios Supremo, vamos tomados(as) de tu mano a nuestro trabajo diario. Amén
 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

 

Dios Padre de la ternura, en esta noche, venimos a ti para orar, para poner nuestra vida en tus manos, dándote gracias por el día que termina, por tu dulce compañía. Gracias Señor  te damos por tu amor por nosotros, por este tiempo de Cuaresma que estamos viviendo, junto a ti,   por toda  tu protección  amor en cada instante de nuestra vida.  Aquí dejamos ante ti nuestros cansancios, sinsabores, frustraciones de este día, colocamos  en tus manos todos nuestros desiertos, todas aquellas situaciones difíciles que vivimos y viven  nuestras familias, nuestros hermanos(as) de comunidad y comunidades, nuestros niños y niñas en el país y en el mundo, a causa de las guerras, las violencias, la pandemia. Señor haznos instrumento de bendición, de paz, para sembrar un grano de arena por donde vayamos en favor de los más necesitados.

 Te alabamos, te adoramos, te bendecimos,  te damos gracias Señor, Dios que todo lo puedes, que guías nuestros pasos  y nos ayudas a recobrar fuerzas. Amén

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