jueves, 1 de octubre de 2020

Jueves 22 de Octubre de 2020

 


 “APERTURA Y RADICALIDAD EN EL AMOR”

 

PRIMERA LECTURA

EFESIOS 3, 14-21

 

“Que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios”

 

Hermanos: Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios. Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con ese poder que actúa entre nosotros, a él la gloria de la Iglesia y de Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La primera lectura nos deja ver la vida cristiana como un itinerario. Es grande haberlo comenzado, y eso nos lo otorgó la fe, pero es más grande avanzar y crecer en él, y eso es lo propio de la madurez cristiana. La invitación, pues, es a madurar.

¿Qué implica esa madurez? Apoyémonos en ese texto de la Carta a los Efesios para descubrir algunas de sus notas peculiares. Las palabras claves parecen ser: cristianos robustos, enraizados en el amor, habitados por Cristo, llenos de sabiduría espiritual, esto es, aptos para comprender las dimensiones propias del amor. Cada una de esas expresiones nace de experiencias reales de la vida de fe: Hay que estar "robustos" porque creer es entrar en la batalla y porque hay enfermedades que tratan de apocar y debilitar el alma. Hay que estar firmes en el amor, pero sólo quien se sabe amado llega a amar y sólo quien está dispuesto a amar soportará los desengaños y dificultades que la vida trae. Hay que estar habitados por Cristo porque ningún otro señor dará su rumbo cierto al barco de nuestra vida y nadie como él podrá defendernos de lo que no vemos. Y hay que estar colmados de sabiduría y capaces de reconocer las dimensiones del amor porque hasta el fin de nuestros días seremos discípulos del Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL: 32

R. / La misericordia del Señor llena la tierra.

 

Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,

tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.

 

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R.

 

Pero el plan del Señor subsiste por siempre,

los proyectos de su corazón, de edad en edad.

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se escogió como heredad. R.

 

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este es un canto de alabanza a Dios por su poder manifestado en la creación, en el gobierno de las naciones, en la ayuda concedida a su pueblo. El nuevo pueblo de Dios es más extenso que solo Israel y tiene motivos más amplios aún para cantar alabanza, con la humilde confianza de ser objeto del amor de Dios.    

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 12, 49-53

 

“No he venido a traer paz, sino división”

 

"En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo la paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El Espíritu Santo es el fuego que Jesús trae a la tierra. No podemos entender el fuego que anuncia Jesús como una realidad de destrucción, de muerte o de juicio aniquilador. El fuego del Espíritu, es el único que pondrá en marcha la nueva humanidad y hará posible que el Reino de Dios se establezca en la historia. Este fuego causará división, porque el Espíritu revelará el sentido verdadero de la historia y el plan que Dios tiene para la humanidad. Ese sentido original del plan de Dios es contrario al egoísmo humano que se ha enseñoreado y que se ha establecido como ídolo, interfiriendo en las relaciones humanas. Es importante que nos preguntemos ¿de parte de quien estoy? ¿Qué ruta estoy siguiendo? ¿Camino según la fuerza del Espíritu o según los intereses del egoísmo humano? En la respuesta que demos a Jesús, está la definición de nuestra propia historia. Jesús viene a tirar por el piso la falsa paz que ofrece el mundo. Entonces dependiendo del lado que nos ubiquemos así estaremos más cercanos al Reino o a las estructuras mundanas de la sociedad. El Reino no se instaura con lazos de sangre y carne, sino con adhesión total a Dios.

ORACIÓN

 

Te damos gracias, Señor porque tu mensaje da vida y salvación. Abre nuestros oídos, y despierta nuestro corazón a Ti. Tu Palabra nos muestra la forma y enseña el camino que debemos recorrer a diario; pero en ocasiones encontramos distracciones que nos apartan de lo esencial. Te pedimos Señor, que con tu Espíritu abras nuestro entendimiento y nos des  sabiduría para volver a la fuente de tu Palabra, llenarnos de ti y ayúdanos a permanecer siempre en tus caminos y con  valentía  anunciar tu mensaje. Amén.

 

“Asumamos el riesgo de la división al proponer el Evangelio con todas sus consecuencias”

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