“LOS GENTILES TENEMOS DERECHOS Y DEBERES DE HIJOS DE DIOS”
PRIMERA LECTURA
EFESIOS 3, 2-12
“El
misterio de Cristo ha sido revelado ahora: que también los gentiles son coherederos
de la promesa”
Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en
favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, del que
os he escrito arriba brevemente. Leedlo y veréis cómo comprendo yo el misterio
de Cristo, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como
ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que
también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de
la promesa de Jesucristo, por el Evangelio, del cual yo soy ministro por la
gracia que Dios me dio con su fuerza y su poder. A mí, el más insignificante de todos los
santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza
insondable que es Cristo, aclarar a todos la realización del misterio,
escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y
Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según
el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos
libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Existe una canción
mexicana de Gualberto Castro, de los años 70, que decía: "¿Quién hizo los
muros y no construyó los puentes?. Parece que las personas nos ocupamos más en
distanciarnos que en acercarnos. Pablo, en la carta a los Efesios, afirma la
superación del distanciamiento entre judíos y gentiles, en favor de un único
pueblo de Dios. La unidad es un don del Espíritu y una labor constante de la
comunidad. La vida cristiana, como la unidad de la comunidad, es un don y una
tarea; una gracia de Dios y una responsabilidad humana.
Pablo
dio siempre una gran importancia al misterio de la "extensión" del
amor divino a los pueblos paganos. Es un "misterio" porque los datos
que venían del Antiguo Testamento hablaban de unas promesas para el pueblo de
Abraham pero dejaban en penumbra el destino de los demás pueblos. El problema,
enunciado es: ¿cómo pueden salvarse los
que dan culto a los ídolos y han mostrado ser enemigos del pueblo de Dios? La
respuesta, en la que se cifra todo el misterio del que habla este apóstol, es:
pueden salvarse si el anuncio del amor misericordioso llega hasta ellos y ellos
acceden a creer. Hay además un punto más que conviene subrayar, que esta
extensión del amor a los pueblos paganos se hace "mediante la Iglesia", mediante la
comunidad. Por lo mismo, el misionero no es un solitario ni un aventurero sino
un enviado de la comunidad, un testigo que porta el fuego que ha conocido en la
celebración común de la fe.
SALMO RESPONSORIAL: Interleccional: Isaías 12, 2-6
R.
/ Sacaréis aguas con gozo de las fuentes del Salvador.
Él
es mi Dios y Salvador:
confiaré
y no temeré,
porque
mi fuerza y mi poder es el Señor,
él
fue mi salvación.
Y
sacaréis aguas con gozo
de
las fuentes de la salvación. R.
Dad
gracias al Señor,
invocad
su nombre,
contad
a los pueblos sus hazañas,
proclamad
que su nombre es excelso. R.
Tañed
para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas
a toda la tierra;
gritad
jubilosos, habitantes de Sión:
"Qué
grande es en medio de ti
el
santo de Israel." R.
OREMOS CON EL
SALMO
Este
breve capítulo se parece a un salmo, y esto es lo que realmente es. Es como una
hermosa joya. Tenemos ante nosotros la alabanza de un pueblo expresada bajo el
reino personal y directo de Cristo. Es una pura alabanza de corazones redimidos
a Dios por su salvación y creación. La maldición ha sido removida de la tierra,
lo cual constituye una ocasión para alabar a Dios por haber exhibido su bondad
en la creación.
LECTURA DEL
EVANGELIO
LUCAS 12, 39-48
“Al
que mucho se le dio, mucho se le exigirá”
En
aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Comprended que, si supiera el
dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo
mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el
Hijo del hombre". Pedro preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por
nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el
administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su
servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a
quien su amo al llegar encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al
frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al
llegar", y empieza a pegarle a los mozos y a las muchachas, a comer y
deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos
lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El
criado que sabe lo que su amo quiere, y no está dispuesto a ponerlo por obra,
recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo,
recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le
confió, más se le exigirá". Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
Los cristianos hemos recibido el encargo de ser
administradores de los dones que Dios ha repartido desde la creación. En la
comunidad cristiana el asunto no se resuelve por quien tiene más o menor
riqueza económica. El dilema está en saber administrar los dones-carismas que
Dios ha regalado a cada uno de los creyentes para el fortalecimiento y
enriquecimiento de la vida comunitaria. La parábola hoy nos sigue interpelando
esta enseñanza de Jesús y nos recuerda que la exigencia de la vida, está
siempre al nivel de los dones recibidos. Por ello, hemos de poner a producir lo
que Dios nos ha dado, si no lo hacemos, estaremos mal, porque que a quien mucho
se le dio, mucho se le exige. Los cristianos hemos recibido de Dios una medida
desbordante y sin límites. Dios mismo se nos donó en la persona de su Hijo y no
tuvo reparo de participar de nuestra humanidad. Entonces nos ha de surgir una
gran pregunta ¿Estamos respondiendo con generosidad al derroche de gracia que Dios
nos ha concedido? ¿Estamos administrando con pulcritud y excelencia, por el
bien de los hermanos, los dones que de Dios hemos recibido? ¡Cuidado! ¡Se nos
dio mucho… se nos exigirá mucho!
ORACIÓN
Señor
Jesús, sentimos que este es el momento y el tiempo para volver a Tí. Que no
dejemos lo importante para un mañana que no sabemos si va a llegar; que no
perdamos la oportunidad para alabarte y seguirte, sino que nos comprometamos
libremente con tu causa y trabajemos como miembros activos de tu comunidad por
tu Reino. Que podamos poder todos nuestros dones a disposición de los demás y
de nuestra comunidad y también hacer de nuestra vida una dulce morada de tu
presencia. Amén.
“Todo lo que hemos recibido es para ponerlo al
servicio y para compartirlo, no debemos leerlo en clave de exclusividad sino en
clave de misión”
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