“LOS FRUTOS DE LA CARNE Y LOS DEL ESPÍRITU”
PRIMERA LECTURA
GÁLATAS 5, 18-25
La vida es
sorprendente y maravillosa, desde una gota de agua en el Amazonas hasta un rayo
de sol que atraviesa miles de kilómetros para llegar a la tierra.
Pablo
considera la persona como un campo de batalla donde dos fuerzas opuestas libran
un combate, ellas, son: la fuerza del instinto y la fuerza del Espíritu.
Pablo describe
dos tipos de vida: la instintiva, característica de los que viven bajo la ley y
la vida en el Espíritu, según el evangelio de Jesús, renunciando a las pasiones
mundanas, para dejarse conducir por el Espíritu Santo y sus frutos.
Una de las expresiones de la vida del instinto, por
utilizar las palabras de Pablo, es la hipocresía. Esa máscara que permite una
doble vida, una doble moral y una doble religión: amar a Dios y despreciar a
sus hijos e hijas. Jesús arremete contra los fariseos porque abiertamente han
descuidado la justicia y el amor de Dios. No repara en llamarles hipócritas,
hombres con doble intención. Qué difícil es acortar la distancia entre los
pensamientos y las acciones. Todos los seres humanos estamos necesitados de
coherencia e integridad. ¿Eres una persona justa? ¿Ayudas a quienes te rodean?
¿Procuras ser transparente?
SALMO
RESPONSORIAL: 1
R.
/ El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso
el hombre
que
no sigue el consejo de los impíos,
ni
entra por la senda de los pecadores,
ni
se sienta en la reunión de los cínicos;
sino
que su gozo es la ley del Señor,
y
medita su ley día y noche. R.
Será
como un árbol
plantado
al borde de la acequia:
da
fruto en su sazón
y
no se marchitan sus hojas;
y
cuanto emprende tiene buen fin. R.
No
así los impíos, no así;
serán
paja que arrebata el viento.
Porque
el Señor protege el camino de los justos,
pero
el camino de los impíos acaba mal. R.
Este
salmo, proclama la dicha de seguir fielmente la voluntad de Dios, manifestada
para el israelita en la Ley. Se contrapone a la suerte que tendrán los que
siguen el camino opuesto. Jesús también proclama dichosos a los que escuchan la
Palabra de Dios y la cumplen. Seguir el buen camino es seguir a Jesús, camino
verdad y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11, 42-46
“¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros, juristas!”
En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un jurista intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros". Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, juristas que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!" Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Dios había regalado la Ley al pueblo para que supiera relacionarse con el hermano, velara por los derechos del extranjero y la causa del pobre. Con el tiempo la Ley se convirtió en yugo de opresión para la inmensa mayoría del pueblo. Dice un dicho “las leyes implanta, quien más las quebranta”, y esto parece decirles Jesús a los fariseos y a los expertos de la Ley. La propuesta de Jesús es que la Ley promueva vida y no sea obstáculo en la relación del pueblo con su Dios. En nuestra sociedad y comunidades de fe, a veces las leyes se convierten en cargas de opresión. Se valora más la ley que la justicia de Dios. Se imponen leyes desde púlpitos y escritorios para los demás, pero no para quién las elabora. Nuestras teologías e interpretaciones bíblicas y homilías, siguen a menudo “la ley del embudo, para mí lo ancho y para ti lo agudo”. Hoy el evangelio nos invita a tener la Ley, la Biblia, en una mano, y la compasión y la justicia de Dios en nuestro corazón.
ORACIÓN
Padre Dios,
queremos hacer en este día una sincera alabanza para Ti, que nuestras palabras
expresen el profundo amor que te tenemos y que nuestros conocimientos reflejen el
gran deseo de ser como Tú. Enséñanos a escuchar y a esperar en tu amor, a
confiar en tu promesa, a entender tus palabras, a servir a los demás desde el
amor. Queremos hoy actuar de manera transparente e integra, que sea tu Espíritu
Santo quien nos guíe y sus frutos se nos noten. Amén.
“Solo una vida guiada por el Espíritu Santo, puede producir el bien y hacer posible que las acciones y palabras estén al servicio de los demás ”
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