“UNA EXISTENCIA
EN TOTAL LIBERTAD”
GÁLATAS 4,
22-24. 26-27. 31-5, 1
Resumiendo,
hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Para vivir en
libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis
de nuevo al yugo de la esclavitud.
Palabra del Señor.
Pablo
ve un peligro real en que los gálatas piensen que serán mejores cristianos si
aceptan y obedecen la Ley de Moisés con todas sus prescripciones. Para él es
casi tan riesgoso devolverse a la Ley como lo sería devolverse al pecado. El
que pone su confianza en la Ley, es decir, el que cree que será salvo por
obedecer la Ley está negando que
necesita la gracia y en la práctica está rechazando la gracia que viene de
Cristo. No es que la Ley sea mala: es un avance formidable si la contrastamos
con una vida sin conciencia del bien y del mal.
Pablo
además en este texto, siendo gran conocedor de la Escritura, hace una interpretación de la historia de
Abraham para insistir que es en Cristo que encontramos la libertad. Agar, la
esclava, dio a luz un hijo nacido por las fuerzas humanas, pero Sara, la que
era estéril, dio a luz a Isaac como fruto de una bendición especial de Dios,
del cual prometió una descendencia de seres libres. Los cristianos entramos en
la herencia de la mujer libre, hacemos parte de la Jerusalén nueva y celestial
porque en el Espíritu de Cristo fuimos sacados del dominio de toda atadura para
vivir según la única y plena ley, la ley
del amor.
R.
/Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
alabad
el nombre del Señor.
Bendito
sea el nombre del Señor,
ahora
y por siempre. R.
De
la salida del sol hasta su ocaso,
alabado
sea el nombre del Señor.
El
Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su
gloria sobre los cielos. R.
¿Quién
como el Señor, Dios nuestro,
que
se eleva en su trono
y
se abaja para mirar
al
cielo y a la tierra?
Levanta
del polvo al desvalido,
alza
de la basura al pobre. R.
Este es un canto
de alabanza a Dios por su bondad especial con los pobres y afligidos. El canto
de María (el Magníficat) desarrolla temas parecidos, pero relacionándolos con
el acontecimiento central de la historia
de salvación: la venida del Mesías
LUCAS 11, 29-32
Jonás
es un signo de contradicción para la cultura religiosa de la época de Jesús.
Frente a un exacerbado nacionalismo, Jonás representa el potencial de redención
que se realiza entre los extranjeros. Mientras el pueblo de Israel se presenta
renuente y bloqueado frente a los profetas que lo interpelan, el pueblo pagano
de Nínive reconoce la voz de Dios en la palabra de un extranjero. La misión de
Jonás realmente comienza luego de los tres días que pasa en las entrañas del
pez. De igual manera, el despliegue de la misión cristiana entre los
extranjeros comienza con la experiencia pascual de la resurrección de Jesús, es
decir, al tercer día.
Jesús, hombre
libre, sereno y crítico, se enfrenta a
una generación malvada, sumida en la ceguera de sus propias ideas, que pide un
signo para creer. Jesús propone como ejemplo la señal de Jonás, que duro tres
días en el vientre del pez, imagen que representa la muerte y resurreción de
Jesús, en la cual creen los paganos convertidos, representados por la Reina del
Sur y los Ninivitas. Con la ceguera y la cerrazón no se puede escuchar la
sabiduría de Salomón, la predicación de Jonás ni percibir la presencia del Hijo
del Hombre. Como
cristianos no debemos temer entrar en contradicción con los valores, criterios
y modos de pensar de nuestra época, o del mundo, porque debemos reconocer que
el potencial diferenciador del evangelio nos puede llevar a sentir,
experimentar y vivir de una manera radicalmente distinta de cómo lo hace el
común de la gente y hacerlo como lo hace el Señor.
¿Necesitamos hoy nosotros de signos para creer?
ORACIÓN
Buenos días. Gracias a Día a Día con la Palabra por su saludo d bendición para mi vida, al regalarme nuestro Señor un nuevo año d mi existencia. Dios les bendice. Un fuerte abrazo. Salmo 139, 13-16
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