martes, 1 de marzo de 2016

Miércoles 16 de Marzo de 2016


“CONOCER LA VERDAD PARA SER LIBRES”

PRIMERA LECTURA
DANIEL 3,14-20.91-92.95
“Envió un ángel a salvar a sus siervos”

En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo: "¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no respetáis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompeta, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis arrojados al punto al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?" Sidrac, Misac y Abdénago contestaron: "Majestad, a eso no tenemos por qué responder. El Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, conste, majestad, que no veneramos a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido."  Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago, y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido. El rey los oyó cantar himnos; extrañado, se levantó y, al verlos vivos, preguntó, estupefacto, a sus consejeros: "¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?" Le respondieron: "Así es, majestad." Preguntó: "¿Entonces, cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada? Y el cuarto parece un ser divino."  Nabucodonosor entonces dijo: "Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y prefirieron arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses que el suyo." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
En esta primera lectura, tres jóvenes hebreos se encuentran en medio del fuego, como castigo del rey Nabucodonosor,  (quien en realidad representa a un rey posterior, Antíoco IV), quien había puesto una estatua del dios pagano Zeus en el templo de Jerusalén y quería obligar a los judíos a adorarla. Para aquellos jóvenes, la fe y el servicio a Yahvé, Dios de la vida, es optar por la verdadera vida aun cuando ello conlleve sufrimiento o incluso el martirio. A pesar de estar en medio de un ambiente hostil, pagano, y a pesar de todas la ordenes y amenazas de la corte real en la que sirven, saben mantener su identidad de creyentes.  En medio de las llamas del horno, son un ejemplo viviente de libertad. Son  más libres ellos que el rey que ha mandado arrojarlos al horno. Es tal su fidelidad a Dios que, preservados de todo mal, provocan en el rey una alabanza al Dios de Israel. Con este relato el autor del libro nos intenta animar a todos los creyentes para que persistamos en la fe y resistamos la agresión de los poderosos que quieren ocupar el lugar de Dios. También nosotros hoy somos destinatarios de este mensaje. Son muchos los ídolos que nos presenta el mundo para que le rindamos culto. Pero si nuestra vida descansa en Dios, nada ni nadie nos va apartar del amor del Padre.   

SALMO RESPONSORIAL: Daniel 3
R. / A ti gloria y alabanza por los siglos.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
Bendito tu nombre santo y glorioso. R.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R.

Bendito eres sobre el trono de tu reino. R.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines
sondeas los abismos. R.

Bendito eres en la bóveda del cielo. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
También llamado el cántico de los tres jóvenes. Es una hermosa oración en forma de letanía. Este himno, cantado por tres jóvenes judíos que invitan a todas las criaturas a alabar a Dios, desemboca en una situación dramática. Ellos, perseguidos por el soberano babilonio, son arrojados a un horno de fuego ardiente a causa de su fe. Y aunque están a punto de sufrir el martirio, se ponen a cantar, alegres, alabando a Dios. El dolor terrible y violento de la prueba desaparece, se disuelve en presencia de la oración y la contemplación. Es precisamente esta actitud de abandono confiado la que suscita la intervención divina, a través del ángel que los libera de la muerte.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 8,31-42
“Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: "Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Le replicaron: "Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?" Jesús les contestó: "Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro Padre."  Ellos replicaron: "Nuestro padre es Abrahán." Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre." Le replicaron: "Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios." Jesús les contestó: "Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La verdad y la libertad son dos valores muy profundos en el evangelio de Juan. Es la verdad la garantía de la libertad. La verdad no es un conjunto de afirmaciones teóricas o de representaciones mentales que concuerdan con la realidad material u objetiva. La verdad, en el evangelio, hay que entenderla como manera correcta de proceder, transparencia de vida en la que no cabe engaño ni doble moral, coherencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace. Jesús no solo dice verdades, sino que él es la verdad, porque es transparencia del mismo Dios Padre. Ser libre no es hacer el propio capricho sin ningún tipo de límites. Ser libre es tomar distancia de todo lo que pueda encadenar, atrapar, esclavizar. La libertad también implica vivir con autenticidad, sin engaños y sin conveniencias. El ambiente sociocultural en que nos movemos está viciado por el engaño, la mentira, la manipulación y la corrupción. Es un ambiente que envuelve a todos, de tal manera que todos se sienten de alguna forma atrapados, sin libertad para denunciar las nuevas esclavitudes. – Nuestro empeño deberá estar orientado hacia la búsqueda de la verdad, para encontrar la auténtica libertad de los hijos de Dios.

ORACIÓN
Señor tu nos enseñas, lo importante de vivir bajo la verdad y libertad; esa libertad que  sentimos cuando estamos seguros de andar en tus caminos y obrar con rectitud, por eso te pedimos hoy que nos ayudes a salir de esas esclavitudes personales y sociales que aún nos mantienen atados(as) y alejados(as) de ti, para asumir la frescura que produce el amor de Dios que entrega a su Hijo. Amén.


“Para Dios la verdadera libertad consiste en aceptar su Palabra, practicarla y mantenerse fiel a ella”

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