“EL MESÍAS PROMETIDO, RECHAZADO Y
ULTRAJADO”
PRIMERA
LECTURA
SABIDURÍA 2,1a.12-22
“Lo
condenaremos a muerte ignominiosa”
Se
dijeron los impíos, razonando equivocadamente: "Acechemos al justo, que
nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros
pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se
da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo
da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos
considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras;
declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios.
Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si
es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos;
lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su
moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues
dice que hay quien se ocupa de él." Así discurren, y se engañan, porque los ciega
su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud
ni valoran el galardón de una vida intachable. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Las
lecturas de hoy nos invitan a encarar una dura realidad: el bien y los buenos
resultan fastidiosos para un mundo lleno de pactos y alianzas con la maldad.
Una vez que el mal se ha vuelto un buen negocio y una forma de vida que reporta
los dividendos del placer y el lucro, la bondad sólo tiene un nombre: estorbo. Es
tan grande la ilusión de fortaleza que crean las alianzas del mal que los
malvados miran con cínico escepticismo los esfuerzos del que quiere ser bueno,
y por ello disfrutan del morboso placer de preguntarse en qué parará toda esa
virtud si es puesta a prueba. Su mente burlona y cruel necesita asegurarse de
que no hay otra posibilidad ni otro camino que aliarse con el mal y por eso les
parece imperioso aplastar al que no va por el camino que ellos juzgan único
posible. Y así brotan, en borbotones de sevicia, sus palabras: "Veamos si
es verdad lo que dice, comprobemos cómo le va al final. Porque si el justo es
hijo de Dios, él lo asistirá y lo librará de las manos de sus adversarios.
Probémoslo con ofensas y tortura: así veremos hasta dónde llega su paciencia y
comprobaremos su resistencia. Condenémoslo a una muerte deshonrosa, pues, según
dice, Dios lo librará". ¡Dios! ¡Cómo quisiéramos que estas palabras
existieran sólo en los libros de terror y no que fueran, como son, el duro
crisol por el que tantas almas buenas han de pasar!. Las vivió tu Hijo Jesús,
hasta llegar a la muerte en la cruz, a la hora de la ignominia, pero las tuvo que pasar para luego
llegar a la hora de a Resurrección, a la hora de la gracia y de la gloria. Así
también nosotros a pesar de las circunstancias permaneciendo fieles y en el
camino de la verdad, con la ayuda de Dios, saldremos adelante. Pensemos que quizás cuando el corazón nuestro se parte, como en la Eucaristía,( el
pan es partido y compartido) brotan ríos de agua, quizá en esos momentos brotan
torrentes de misericordia capaces de convertir, de iluminar y de salvar muchas vidas.
SALMO RESPONSORIAL: 33
R. / El Señor está cerca de los
atribulados.
El Señor se enfrenta con los
malhechores,
para borrar de la tierra su
memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo
escucha
y lo libra de sus angustias. R.
El Señor está cerca de los
atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos
males,
de todos lo librará el Señor. R.
Él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge
a él. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
El
salmista nos participa su experiencia del amor de Dios y nos invita a hacer
nosotros mismos esa experiencia. Él siempre está cercano de aquellos que le
aman y le son fieles. Y de quienes se alejan andando por su propia cuenta, no
los ha abandonado sino que sale a buscarlos para llevarlos amorosamente de
vuelta a Casa, para que todos vivamos como hijos e hijas suyas.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 7,1-2.10.25-30
“Intentaban
agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora”
En aquel
tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los
judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después
que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no
abiertamente, sino a escondidas. Entonces algunos que eran de Jerusalén
dijeron: "¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla
abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que
éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías,
cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene." Entonces Jesús, mientras
enseñaba en el templo, gritó: "A mí me conocéis, y conocéis de dónde
vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es
veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él
me ha enviado." Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar
mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Cualquier
parecido con la realidad no es pura coincidencia. Cuántos profetas y mártires a
lo largo de nuestra historia han sido perseguidos, calumniados y eliminados
porque su palabra y su testimonio resulta incómodo para quienes se sienten
seguros en su poder y en sus instituciones o estructuras religiosas, sociales,
económicas y culturales. Lo mismo sucedía con Jesús que resultaba incómodo para
las autoridades religiosas judías. Jesús se encuentra con un sistema religioso
que no garantiza la dignidad del pueblo, como en sus orígenes, sino que oprime
y reprime. Por eso su voz profética denuncia y desenmascara esta situación como
contraria a la voluntad de Dios. Sus signos y señales se van volviendo
problemáticas para los representantes de la religión y el estado. Por eso
buscan la manera de eliminarlo. Pero Jesús no se deja atrapar fácilmente sino
hasta cuando considere que ya está dadas las condiciones para que sus
discípulos continúen la tarea.
En
ninguna época de la historia del cristianismo ha sido fácil profesar
públicamente la fe en el Dios que se revela en Jesucristo, practicar la
justicia en nombre de Él y comprometerse con la vida de los demás. En nuestra
época tampoco es fácil, y se cuenta por miles las personas asesinadas por obrar rectamente y defender causas
justas. La vivencia misma del Evangelio conlleva ese riesgo. Si a Jesucristo
mismo le quitaron la vida por practicar la justicia en nombre de Dios a favor
de los más necesitados de su tiempo, no ha de sorprendernos que hoy, en un
mundo que da la espalda a lo sagrado, suceda lo
mismo con sus discípulos(as) misioneros (as) y con toda aquella persona
que luche misericordiosamente por la justicia.
ORACIÓN
Necesitamos
tanto, quienes nos consideramos tus seguidores, tener una vivencia auténtica
del Evangelio, aunque eso nos lleve a renuncias y riesgos. Por favor, Señor,
ayúdanos a emprender desde la fe acciones en bien de los necesitados y pobres
que tengamos a nuestro alrededor, aún en medio del peligro y a lo que tengamos
que renunciar. Amén.
“Si has tenido que sufrir
desprecios y rechazos por ser fiel a tu fe, estas siguiendo las huellas de
Jesús”
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