martes, 1 de marzo de 2016

Viernes 18 de Marzo de 2016


“SUS ADVERSARIOS LO ENFRENTAN POR SUS PALABRAS Y OBRAS”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 20,10-13
“El Señor está conmigo, como fuerte soldado”

Oía el cuchicheo de la gente: "Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo." Mis amigos acechaban mi traspié: "A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él." Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La vida de Jeremías fue una vida marcada por muchos miedos, especialmente debidos a la incomprensión y dureza de su propio pueblo. Marcado por una soledad dolorosa, que no carecía de significado en el conjunto de su ministerio profético, este hombre admirable vivió con intensidad singular lo que significa "amar a Dios sobre todas las cosas". En su voz, aterrada por las amenazas de sus enemigos, sigue siendo más fuerte el amor a Dios y a su alianza. Tal es la fuerza de la fe. No es un blindaje que nos impide sentir la oposición, la burla, el dolor o la incomprensión. No es una anestesia que nos distrae mientras el mundo nos ataca con su crueldad o nos castiga con su indiferencia. Es una luz sobrenatural que nos permite reconocer detrás de toda bruma el esplendor de un amor que se ha entregado entero por nosotros; es una energía interior que nos mueve más allá de nosotros mismos a una fidelidad que no es otra cosa sino la fidelidad divina obrando adentro de quienes han estado dispuestos a creer.

SALMO RESPONSORIAL: 17
R. / En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R.

Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban,
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte. R.

En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este Salmo es una alabanza a Dios (puesta en boca de David) por la protección que obtuvo en su lucha contra diversos enemigos. La presencia de Dios se manifestó en medio de la tormenta. Con este salmo meditamos el dolor y las afrentas en las persecuciones. Es como la oración de Cristo en su pasión. Fue perseguido pero también triunfó. El cristiano puede recitarlo en sus tribulaciones y dolores.   

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 10,31-42
“Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos”
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: "Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?" Los judíos le contestaron: "No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios." Jesús les replicó: "¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre."  Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad." Y muchos creyeron en él allí. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Como lo vimos en la primera lectura, la oración de Jeremías denuncia la situación de persecución en que el profeta se encuentra por señalar las maldades e infidelidades del pueblo. Al mismo tiempo es una declaración de la confianza y la seguridad que tiene en Dios. Jeremías anuncia la esperanza para quienes se conviertan de corazón. También Jesús tiene que enfrentar a sus adversarios. La tensión con ellos va creciendo hasta el punto que quieren lapidarlo por “blasfemo”. Se ha atribuido facultades que solo pertenecen a Dios. Sin embargo Jesús continúa confrontándolos: por cuál de sus obras o sus palabras lo van a apedrear, y les invita que examinen si lo que Él hace no es voluntad de Dios. Indudablemente que la confrontación con las autoridades religiosas es porque Jesús con sus palabras y su testimonio ha desvelado la manipulación religiosa y la explotación económica a que han sometido al pueblo en conjunto con Roma. En nuestra América Latina, muchos profetas han dado su vida por confrontar a los poderosos y defender la causa de los empobrecidos. Es larga la lista de mártires católicos y no católicos, creyentes y no creyentes que ha abonado con sangre nuestra tierra de la esperanza. Te invitamos a hacer memoria de personas que con su vida han denunciado, anunciado y testimoniado la vida del evangelio.

ORACIÓN
Señor que nos apasionemos por ti, que nos enamoremos de ti y tu proyecto cada vez más. Señor, ponemos nuestra vida en tus manos, te pedimos nos ayudes a ser evangelio vivo en medio de nuestra realidad, a anunciar y denunciar y confrontar a otros  cuando sea necesario; que tu Espíritu nos envuelva y fortalezca para continuar la tarea de construir tu Reino. Amén.


“Confiar nuestra existencia en Aquel que es la fuerza del amor y protección, nos da seguridad y apaga el temor a los enemigos y a la  muerte”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: