sábado, 1 de octubre de 2011

Miércoles, 19 de octubre de 2011

“LLAMADA A LA VIGILANCIA”


PRIMERA LECTURA
ROMANOS 6,11-18


“ESCLAVITUD DE AMOR”


Así también, ustedes considérense muertos respecto al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús. Por lo tanto, no dejen ustedes que el pecado siga dominando en su cuerpo mortal y que los siga obligando a obedecer los deseos del cuerpo. No entreguen su cuerpo al pecado, como instrumento para hacer lo malo. Al contrario, entréguense a Dios, como personas que han muerto y han vuelto a vivir, y entréguenle su cuerpo como instrumento para hacer lo que es justo ante él. Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.
Comparación con la esclavitud
¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sujetos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡Claro que no! Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia. Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido. Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia.

REFLEXIÓN
Pablo se reservó para sí mismo, al suscribir sus Cartas el título de : "esclavo" de Cristo. Ese modo de hablar no es, en realidad, sino la expresión lógica de la proclamación de Cristo como "Señor". Es pobre y vacío hablar de señorío de quien no se comporte con humildad, de quien de veras no se proclame su siervo.
Ser "esclavo" de Cristo es reconocer su autoridad sobre todo lo que tenemos: sobre nuestros pensamientos, que desde ya miran el universo como lugar de su imperio de gracia y amor. Sobre nuestros afectos, que en él encuentran su centro y su lugar de paz, así como su cauce verdadero en servicio de los hermanos. También sobre nuestra historia, es decir: sobre nuestro pasado, que queda en poder de su misericordia; sobre nuestro presente, que queda en manos de su sabiduría; sobre nuestro futuro, que queda al amparo de su providencia.


SALMO RESPONSORIAL: 123
R./ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12, 39-48


“AL QUE MUCHO SE LE DIÓ, MUCHO SE LE EXIGIRÁ”


Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen."
El criado fiel y el criado infiel
Pedro le preguntó: --Señor, ¿dijiste esta parábola solamente para nosotros, o para todos?
Dijo el Señor: "¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja encargado de los de su casa, para darles de comer a su debido tiempo? Dichoso el criado a quien su amo, cuando llega, lo encuentra cumpliendo con su deber. De veras les digo que el amo lo pondrá como encargado de todos sus bienes. Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en llegar, comienza a maltratar a los otros criados y a las criadas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, el día que menos lo espere y a una hora que no sabe, llegará su amo y lo castigará, condenándolo a correr la misma suerte que los infieles.
"El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.


REFLEXIÓN
Si queremos gozar plenamente de la vida eterna, debemos prepararnos para poderla alcanzar. Esa vida no se nos regalará de buenas a primeras, sino que nuestra existencia debe ser una preparación permanente para ese anhelado momento. Por eso, debemos estar atentos y vigilantes, porque no sabemos ni el día ni la hora en que él se presentará y porque habremos de darle cuenta de lo que hayamos hecho por su Reinado.
Nuestro deber es poner el regalo de la gracia en constante trabajo en beneficio de los demás, que sirva como trasunto del amor de Dios a quien la reciba. Por eso, Jesús señala que, a quien encuentre trabajando en la construcción del Reinado de Dios entre sus hermanos, se le dará una clara recompensa; y, a la inversa, quien se dedique a lo contrario recibirá un duro castigo. Pero aun así, deja de manifiesto la enorme misericordia del Señor para aquellos que hayan cometido alguna falta sin querer: recibirán un “castigo menor”. De todos modos, no se trata de recibir premio o castigo, sino de construir una sociedad nueva que permita la construcción del Reinado de Dios.


PARA REFLEXIONAR
¿Soy un buen administrador de la misión recibida?
¿Cómo puedo afianzar en mi una actitud vigilante?

ORACIÓN
Señor Jesús ayúdanos a mantenernos vigilantes, a no descuidar la misión encomendada, a estar preparados, a esperar tu venida, pero a actuar y vivir en movimiento con el toque y la inspiraciónde tu Espíritu Santo. Que no nos adormezcamos ni descuidemos nuestro encuentro personal contigo, que no olvidemos nuestra misión en la realidad que vivimos día a día. Amén.

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