viernes, 1 de octubre de 2021

Miércoles 13 de Octubre de 2021

 

 

"TODOS LLAMADOS A LA  CONVERSIÓN"


PRIMERA LECTURA

ROMANOS 2, 1-11

 

“Dios juzga conforme a la verdad”

 

Por eso no tienes disculpa, tú que juzgas a otros, no importa quién seas. Al juzgar a otros te condenas a ti mismo, pues haces precisamente lo mismo que hacen ellos. Pero sabemos que Dios juzga conforme a la verdad cuando condena a los que así se portan. En cuanto a ti, que juzgas a otros y haces lo mismo que ellos, no creas que vas  a escapar de la condenación de Dios. Tú desprecias la inagotable bondad, tolerancia y paciencia de Dios, sin darte cuenta de que es precisamente su bondad la que te está llevando a convertirte a él. Pero tú, como eres terco y no has querido volverte a Dios, estás amontonando castigo sobre ti mismo para el día del castigo, cuando Dios se manifestará para dictar su justa sentencia y pagar a cada uno conforme a lo que haya hecho. Dará vida eterna a quienes, buscando gloria, honor e inmortalidad, perseveraron en hacer lo bueno; pero castigará con enojo a los rebeldes, es decir, a los que están en contra de la verdad y a favor de la maldad. Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen lo malo, para los judíos en primer lugar, pero también para los que no lo son. En cambio, Dios dará gloria, honor y paz a todos los que hacen lo bueno, a los judíos en primer lugar, pero también a los que no lo son. Porque Dios juzga imparcialmente. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Las palabras duras de la Escritura, en este día, tienen varios propósitos. El primero, como ya decía el profeta Isaías: "Allanad la senda para que Dios pueda caminar" Isaías 57,14. Que nos regañe Dios, eso está bien; y que Dios nos corrija, está bien, porque el regaño y la corrección de Dios muestran que somos hijos, Hebreos 12,8 nos dice: "¿qué padre no corrige a sus hijos? La corrección de Dios abaja nuestra autosuficiencia o soberbia, y hacen que la calzada se allane y que Dios pueda entrar victorioso a nuestra vida.

Pero en segundo lugar, este género de regaños, que vale para judíos, griegos, fariseos, para todos, sirve también para que nos reconozcamos necesitados de Dios, con hambre de Dios. Dios todo lo hace pensando en nosotros, pensando en nuestra conversión.

El que viene o el que venga saciado de su éxito, de su dinero, de sus amigos, ese no va a buscar al Señor de corazón, el que viene con su peso de necesidad y de tristeza; el que comprende que necesita mucho, ese que ha hecho lo que tenía que hacer, y que después de eso, siente hambre, este va a buscarle con toda su alma, con toda su vida y va a recibir a si mismo mucho, porque ha buscado mucho.

El Señor nos llama a ser humildes, nos llama a no convertirnos en jueces de otros, a no mirar por encima del hombro a los alejados o equivocados. Ya que el único verdadero juez justo es Dios. Sólo él sabe lo que cada uno merecerá recibir el día del juicio. A nosotros únicamente nos corresponde concentrarnos en hacer el bien y procurar que muchos conozcan al Dios de la vida y se entreguen a su amor, ese es nuestro llamado, esa es nuestra misión.

 

SALMO RESPONSORIAL: 61

R: Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras.

 

Sólo en Dios descansa mi alma,

porque de él viene mi salvación;

sólo él es mi roca y mi salvación,

mi alcázar: no vacilaré. R.

 

Descansa sólo en Dios, alma mía,

porque él es mi esperanza;

sólo él es mi roca y mi salvación,

mi alcázar: no vacilaré. R.

 

Pueblo suyo, confiad en él,

desahogad ante él vuestro corazón,

que Dios es nuestro refugio. R

 

OREMOS CON EL SALMO

En este Salmo se encuentran yuxtapuestos dos poemas de estilo y contenido diversos, la yuxtaposición de los dos poemas no es totalmente artificial, ya que así se establece un paralelismo entre las dos manifestaciones de la gloria de Dios: una en la Creación y en las perfecciones del universo, y otra en la Revelación concedida a su Pueblo, fuente de felicidad y de vida para los que la aman y aceptan sus exigencias.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 11, 42-46

 

“¡Ay de ustedes, fariseos! ¡Ay de ustedes también, maestros de la ley! ”

 

"¡Ay de ustedes, fariseos!, que separan para Dios la décima parte de la menta, de la ruda y de toda clase de legumbres, pero no hacen caso de la justicia y el amor a Dios. Esto es lo que deben hacer, sin dejar de hacer lo otro. "¡Ay de ustedes, fariseos!, que quieren tener los asientos de honor en las sinagogas, y que desean que la gente los salude con todo respeto en las calles. "¡Ay de ustedes, que son como sepulcros ocultos a la vista, los cuales la gente pisa sin saberlo!" Le contestó entonces uno de los maestros de la ley:

--Maestro, al decir esto nos ofendes también a nosotros.

Pero Jesús dijo:--¡Ay de ustedes también, maestros de la ley!, que cargan sobre los demás cargas que nadie puede soportar, y ustedes ni siquiera con un dedo quieren tocarlas. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Como continuación del texto de ayer, las críticas que Jesús hace tenían mucha vigencia en tiempos de Lucas, pues algunos cristianos podrían sentirse atraídos por este ritualismo farisaico. Los fariseos, por cumplir el pago del diezmo, olvidan cumplir lo principal, el amor y la justicia: amor que es justicia y justicia que se cumple desde la práctica del amor. Al dejar a un lado la justicia y el amor a Dios omiten que la norma de la justicia es la misericordia y, por consiguiente, no aman porque no reconocen que todo es don del amor de Dios. De ahí que en lugar de amar a Dios y al prójimo, el fariseo tiene un amor ególatra y pretende ser justo.  Jesús reprocha la tonta vanidad de los líderes religiosos por su deseo de ocupar los “primeros puestos”, de estar siempre delante, de ocupar el primer plano para sí mismos y el segundo para los demás. En cuanto a los legistas, quienes representan la dimensión cultural, imponen prescripciones que son cargas pesadas e insoportables para el pueblo, que ellos no están dispuestos a asumir, ni llevar. Entendamos que condenar a otros es cuestionarnos a nosotros mismos.

Este evangelio puede ayudarnos a revisar la vida, principalmente, cuándo presumimos del amor de Dios y de vida piadosa, pero somos expertos en juzgar severamente a los demás.

 ORACIÓN

Comenzamos este nuevo día, en gratitud contigo, Buen Señor. Te pedimos que nos ayudes Señor; no queremos ser una de esas tumbas vacías, con olor a muerte, sin vida, de las que hoy hablan tu evangelio. No permitas que caigamos en la acechanza y tentación del confort y pasividad, esperando a que los demás cambien y hagan, mientras nosotros no cambiamos, criticamos y juzgamos.  Hoy Señor, en tu nombre nos despojamos de las ataduras de poder y  vanagloria que nos alejan de Ti y tu proyecto de vida, nos colocamos en tus manos para que tú realices tu bendita voluntad en nuestra vida. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Leonardo en su cumpleaños. Amén

  

“Clamemos al Espíritu Santo que nos de fuerza y sabiduría  para practicar la justicia y el amor de Dios”

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