viernes, 1 de octubre de 2021

OCTUBRE 2021

 

“LA VIDA ES MISIÓN”

 

“...fuimos creados con un destino de grandeza, para que cada uno de nosotros deje una marca imborrable, a los ojos del Creador.”

 

Siempre en este mes se ha propuesto reflexionar sobre la MISIÓN. Reflexionemos hoy si reconocemos este llamado, cuál es el propósito de nuestra vida…. Cuál es nuestra MISÍON ??….

Atravesamos esta vida las más de las veces sin saber para donde ir, los días pasan en una sucesión de comer, dormir, ganarse el sustento diario, preocuparse en cuestiones de nuestra apariencia, acumular amigos y relaciones sociales como si fueran objetos de colección, alegrarse, preocuparse, enfermarse, sanarse. ¿Es este el propósito de nuestra existencia? ¿Qué se va a decir de nosotros el día que no estemos? Y lo más importante, ¿qué va a decir Dios cuando nos encontremos frente a Su Mirada?

No, la vida no puede ser una sucesión de eventos sin propósito, sin trascendencia. Sin duda que fuimos creados con un destino de grandeza, para que cada uno de nosotros deje una marca imborrable, a los ojos del Creador. Y encontrar ese propósito es la tarea más trascendental de nuestro existir, porque la vida es misión, y sin saber cuál es nuestra misión, vano paso haremos por este mundo

 

¿Hemos pensado lo suficiente sobre cuál es el sentido de nuestro existir?

La manera de iniciar este trascendental paso en nuestra vida, es la de meditar sobre nuestra particular ubicación física y temporal en la historia de la humanidad.  Dios quiso encarnarse como Hombre, lo hizo en Jesucristo, El vivió, comió y predicó entre nosotros, se insertó en tiempo y espacio como Verdadero Hombre, y Verdadero Dios y así la Iglesia espiritual se manifiesta aquí encarnándose en sus miembros, que somos, unidos en Comunión, nosotros.

La Iglesia transita los siglos y el espacio, siendo Una en Cristo, pero teniéndonos a nosotros como integrantes que le dan cabida y expresión en el mundo material. Esa es nuestra contribución al Plan de Dios, ni más, ni menos.

Cada uno de nosotros es un pedacito de esa historia, que aquí y ahora, permite que Dios actúe en el mundo materializando Su Plan de Salvación.  Somos de ese modo, un instrumento fundamental para que Jesús se revele y actúe como manifestación del Amor de Dios en este mundo, a cada instante.


Nuestra misión, entonces, es la de desarrollar una tarea particular  para que Dios vea en nosotros  una realización cabal y efectiva del propósito para el que fuimos creados.
Dios ha puesto en cada uno de nosotros una precisa cuota de talentos y capacidades, que puestas al servicio de la iglesia, de nuestras comunidades, y en unidad, darán los frutos establecidos en el propósito de nuestra creación. Esto podemos llamarlo MISIÓN. No estamos hablando necesariamente de una misión que, en términos humanos, provoque fama y visibilidad. Se trata en general de desarrollar en extremo un testimonio de amor, entrega y virtud, en aquel espacio en que nos toca vivir.

Un artista será testimonio del Amor de Dios en el arte, una madre dará muestra del Amor puesto al servicio de formar buenos hijos de Dios, un padre trabajador podrá ser ejemplo de honestidad y esfuerzo, honrando a Dios en todo momento y circunstancia.

LA VIDA ES MISIÓN, sólo que millones de almas la transitan sin siquiera saberlo, sin dedicarse a descubrir el propósito de su existencia. No hay nada más triste que circular por la vida con una vida estéril, una vida inútil, sin testificar a Cristo, sin dejar una marca que permita a Dios sentirse orgulloso de nosotros.

Reflexionemos si nosotros,  como parte de ese  Cuerpo Místico del Señor, ¿Actúamos en nuestra carne y nuestra mente, en la palabra y en nuestros actos, permitiendo al Espíritu manifestarse a través  nuestro?

Que como nos lo ha pedido tantas veces el Papa Francisco, que quiere ver una Iglesia en salida, que llevemos a “callejer nuestra experiencia de fe” anunciando y dando testimonio en nuestra realidad diaria, llevando una vida con propósito, para que muchos se contagien de ella y se acerquen a Dios.

Bendiciones en este nuevo mes.

Viernes 01 de Octubre de 2021

 

“ACOGER LA SALVACIÓN QUE DA JESÚS”

 

PRIMERA LECTURA

BARUC 1,15-22

 

“Pecamos contra el Señor no haciéndole caso”

 

Confesemos que el Señor, nuestro Dios, es justo, y a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los judíos y vecinos de Jerusalén, a nuestros reyes y gobernantes, a nuestros sacerdotes y profetas y a nuestros padres; porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Señor, nuestro Dios, no siguiendo los mandatos que el Señor nos había dado. Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor, nuestro Dios, hemos rehusado obedecerle. Por eso, nos persiguen ahora las desgracias y la maldición con que el Señor conminó a Moisés, su siervo, cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel. No obedecimos al Señor, nuestro Dios, que nos hablaba por medio de sus enviados, los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos, sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor, nuestro, Dios reprueba. Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Baruc fue probablemente el secretario y hombre de confianza del profeta Jeremías, que se encuentra en Babilonia, con los desterrados, hacia el año 580 antes de Cristo. Su oración está cargada de emoción y humildad. Abiertamente reconoce que todo el pueblo, empezando por los políticos y los sacerdotes, es culpable de lo que les está pasando por su infidelidad a la Alianza hecha con Yavhé.

 

Muchas veces nos preguntamos ¿por qué pasan cosas malas en el mundo, por qué no nos resultan nuestros planes, por qué nos persigue la calamidad, por qué Dios hace oídos sordos a tanto sufrimiento?. Es entonces, cuando debemos entrar en la intimidad de la oración y tomar conciencia de que en la mayor parte de males está puesta la mano del hombre.  Tenemos que aprender las lecciones que nos da la historia. Los períodos de decadencia de una persona o de la Iglesia se deben seguramente a muchas causas. Entre otras, nuestra propia dejadez y nuestra infidelidad para con Dios, Padre rico en misericordia que no nos trata como merecen nuestros pecados, sino que se compadece siempre de sus hijos. Sembramos vientos y recogemos tempestades. Olvidamos la base sólida del edificio y luego nos quejamos de que el primer ventarrón ha derrumbado sus paredes.

 

Por eso la oración de Baruc sigue siendo actual. Solemos excusarnos echando las culpas a los demás o las instituciones o al mundo que nos rodea. Pero entonar un mea culpa de vez en cuando, reconocer nuestras fallas, nuestra debilidad y nuestra culpa, no en el de los demás, nos puede ayudar a progresar en nuestra vida de fe.

 

SALMO RESPONSORIAL: 78

R. / Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.

 

Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,

han profanado tu santo templo,

han reducido Jerusalén a ruinas.

Echaron los cadáveres de tus siervos

en pasto a las aves del cielo,

y la carne de tus fieles

a las fieras de la tierra. R.

 

Derramaron su sangre como agua

 en torno a Jerusalén,

y nadie la enterraba.

Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,

la irrisión y la burla de los que nos rodean.

¿Hasta cuándo, Señor?

¿Vas a estar siempre enojado?

¿Arderá como fuego tu cólera? R.

 

No recuerdes contra nosotros

las culpas de nuestros padres;

que tu compasión nos alcance pronto,

pues estamos agotados. R.

 

Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,

por el honor de tu nombre;

líbranos y perdona nuestros pecados

a causa de tu nombre. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista reconoce que la tragedia nacional es el justo castigo de reiteradas infidelidades; pero hace presente al Señor que esa derrota compromete la gloria de su Nombre, ya que Israel es su Pueblo y su “rebaño”. Si no escucha el llanto de los cautivos, los paganos pensarán que es inútil servir al Señor.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 10,13-16

 

“Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

Que tremendas palabras de Jesús contra estos pueblos que han escuchado el mensaje y observado los signos pero se hacen indiferentes.

Existen varios peligros  serios que amenazan al cristianismo hoy, probablemente dos principales; el primero, vivir en una “Casa Común” irreal, sobre todo, sin participar en su sufrimiento ni en los anhelos de los pobres y las víctimas; el segundo, pensar que el querer salvador de Dios poco o nada tiene que ver con la historia y con las esperanzas de la humanidad. Ambos peligros suponen un desafío: «la honradez con lo real», contenido esencial del lamento profético de Jesús de Nazaret, contra los incapaces de reconocer a los empobrecidos y a los débiles, cuyos derechos pisotean. En este sentido, lo distintivo del cristianismo es encarnar en la vida a Jesús y su proyecto de humanización, comprometidos en la transformación de la realidad. Dejémonos inspirar por las palabras de Monseñor Romero; “…muchos cristianos están dispuestos a dar su vida para que haya vida para los pobres. Insertos como Jesús en el mundo real, amenazados y acusados como él, dando la vida como él, están dando testimonio de la Palabra de Vida”.

 

ORACIÓN

Señor, muchas veces hemos retrocedido en el caminar espiritual y nos “enfriamos”, porque dejamos de lado el encuentro intimo contigo, la Biblia y la comunidad. Nos volvemos indiferentes a la realidad de los demás, a la injusticia, a la desigualdad, intolerantes y descuidados en nuestras relaciones interpersonales. Ayúdanos por favor para que esto no suceda, pues sin tu cobertura perderemos la luz y el norte de nuestra vida. Amén      

 “No seamos sordos(as) a la Palabra de Dios, ni con nuestras actitudes rechacemos su mensaje de liberación”

ORACIONES OCTUBRE 2021

 

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Buenos días Señor, gracias por enviarnos cada mañana tus bendiciones a través de la vida y de todo lo creado por Ti. Ayúdanos a interiorizar sobre el verdadero sentido de nuestra vida, de si vivimos una vida con propósito que nos lleve a ser  servidores (as) de la Buena Nueva, proclamadores de tu evangelio y dispuestos a una  acción misionera. Que no se trate solo de palabras sino de transmitir Tu Palabra para que nos permita mirar nuestro ser interior y así alcanzar un profundo cambio de mente y de corazón, a tal punto que nuestras obras hablen a los demás, del amor, del dominio propio, de la humildad, la honestidad, la sencillez, el respeto por la vida, el cuidado de la “Casa Común”, la solidaridad y todos los verdaderos valores de tu Reino.

Como tus hijos(as), como tus seguidores(as), sabemos que seguimos viviendo tiempos difíciles tratando de superar esta pandemia, pero sabemos y tenemos la certeza de que Tú estás por encima de toda dificultad, te mueves y tienes el control de todo, porque eres nuestro Soberano y Creador. Señor ayúdanos a despertarnos en la misión, a anunciar a muchos la Verdad, que no  nos quedemos solamente orando, y meditando tu Palabra,  sino que esto nos lleve a seguir actuando en las realidades tan duras que tantas personas necesitadas están viviendo actualmente. Que podamos desde ya llegar y ayudar a llegar a nuestro prójimo a tus pies y a que hagamos vida tu Palabra cada día. Amén

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Señor, nos regalaste hoy un día que termina en esta noche, vamos al descanso, colocando nuestra gratitud y reconocimiento por tu bondad al darnos lo que necesitamos, no solo para el cuerpo sino, principalmente para nuestro espíritu. Colocamos en tus manos todo lo que sabes nos aqueja, la enfermedad, la economía, la familia, los gobernantes, el destino de este mundo. Te rogamos que sigas  trabajando  con nuestros adentros, con nuestra conciencia y corazón, para identificar nuestros errores y debilidades y cambiar para ser cada vez mejores seres humanos. Tu anhelas que conozcamos y vivamos tus enseñanzas, que no nos quedemos mirando el cielo y durmiendo, sino que nos preparemos a través de la oración, la Palabra y la acción del Espíritu Santo a la misión,  nos regala dones y nos ayudas a transformarnos de adentro hacia afuera. Que de verdad nos interese el bienestar integral de las personas que colocas en nuestro camino. Te pedimos también que cuides nuestras familias, nuestro país, nuestras comunidades y muy especialmente a nuestros niños y niñas, sobre todo en las “celebraciones”, tan acostumbradas en este mes, cúbrelos con tu precioso actuar en el Amor misericordioso. Amén.

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES

 

“Vayan Por todo el mundo y anuncien la Buena Noticia de la Salvación”

Marcos 16, 15 

Sábado 02 de Octubre de 2021


Ángeles custodios

 

“DIOS NOS ACOMPAÑA”


 

PRIMERA LECTURA

ÉXODO 23,20-23

 

Así dice el Señor:  «Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.  Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios. Mi ángel irá por delante. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

 En nuestro tiempo hay un interés muy grande por los ángeles, aunque lamentablemente no suele estar bien orientado. Se les ve  como figuras benévolas, más o menos irreales, que pueden traernos beneficios de sabiduría o darnos pistas sobre cómo guiar la vida más allá de lo que ven nuestros ojos. Esto, en sí mismo, no es contrario a nuestra fe, pero a ello se le pretende añadir toda una suerte de "mecanismos" mentales y de prácticas cercanas a la superstición y el espiritismo para finalmente llevarnos a una especie de espiritualidad sin vida moral, sin base real en la Escritura. El resultado es un mercantilismo y una confusión deplorable. En parte esto ha sucedido así por culpa de nosotros mismos  que dejamos relegar este tema a los bordes de la fábula y la fantasía, como si no fuera cosa que se pudiera tratar con seriedad, profundidad.

En la fiesta de hoy sobre los ángeles, debemos tener claro, su existencia como servidores y mensajeros de Dios, que le pertenecen a Cristo, y fueron creados por Él y para ÉL. Su fin último es la de ser adoradores del Dios vivo. En la primera lectura, Dios promete a Moisés, su  compañía, asistencia y protección a través de un ángel para cuando tengan que entrar en Canaán. El ángel acompaña y custodiará al pueblo para que cumpla fielmente el plan de Dios.

 

SALMO 90, 1-6. 10-11

R. / Que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos

 

Tú que vives al amparo del Altísimo

y resides a la sombra del Todopoderoso,

 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,

mi Dios, en quien confío». R.

 

Él te librará de la red del cazador

y de la peste perniciosa;

te cubrirá con sus plumas,

y hallarás un refugio bajo sus alas. R.

 

No temerás los terrores de la noche,

ni la flecha que vuela de día,

ni la peste que acecha en las tinieblas,

ni la plaga que devasta a pleno sol. R.

 

No te alcanzará ningún mal,

ninguna plaga se acercará a tu carpa,

porque Él te encomendó a sus ángeles

para que te cuiden en todos tus caminos. R

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es una exhortación  a tener confianza absoluta en la protección de Dios, en medio de toda clase de peligros y dificultades. La enseñanza de Jesús, quien nos invita a llamar a Dios “Padre nuestro”, hace aún más íntimo el sentimiento de confianza filial. 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 18, 1-5.10

 

“Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial”

 

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.

 Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. » Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 A veces uno se pregunta por qué Jesús señaló a los niños como referencia de su seguimiento. Generalmente la respuesta es porque son ingenuos, son frágiles o, como dice la gente, son puros. Es posible que todo esto sea verdad. Pero parece que la verdadera razón es porque el niño depende totalmente de su padre o de su madre. El papá y la mamá les da la vida, los educa, los alimenta y los cuida. También el Padre Dios ha dado la vida a cada uno de los seres humanos, sus hijos; les ofrece valores para vivir según su voluntad y cuida de cada uno brindándole lo necesario para vivir dignamente. Pero no falta la ambición de poder y el deseo de dominación de unos sobre otros. Queremos ser grandes para poder dominar a los demás. Hoy la Iglesia celebra la fiesta de los Santos Ángeles Custodios. Unámonos en oración por todas las personas que desempeñan tareas de cuidar y proteger la vida de los demás. Y el Señor nos regale un corazón de niños.

 

ORACIÓN

Padre Bueno, danos un nuevo corazón, un corazón como de niños, capaz de maravillarnos  de las cosas sencillas de la vida, danos un sentir puro y sencillo, para ver siempre lo bueno y dulce de la vida y de cada persona. Guíanos hoy con tu Espíritu y  no permitas que nos  apartemos de Ti, ni que olvidemos tu proyecto de vida. Que en este día nuestra vida se sintonice con tu amor y vivamos en tu gozo. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Juliana Andrea Ramón en su cumpleaños. Amén.

 

 “A través de nuestras acciones seamos ángeles para nuestro prójimo”

Domingo 03 de Octubre de 2021

 

“EL PLAN DE DIOS”

 

PRIMERA LECTURA

GÉNESIS 2, 18-24

 

“Y serán los dos una sola carne”

El Señor Dios se dijo: "No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él, que le ayude." Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presento al hombre. El hombre dijo: "¡Ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne." Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

En  la primera lectura nos encontramos con el segundo relato de la creación, que está centrado en la creación del hombre y de la mujer, ambos formados de tierra y aliento divino. Los dos son hechura de Dios, y por lo tanto deberían ser iguales, a pesar de su diversidad. Este texto nos presenta la creación de la mujer como un acto de amor con el que Dios completa la existencia de Adán.  La relación perfecta entre los dos no está garantizada ni escrita en su sangre: es una conquista de la libertad que ellos deben construir. Un proyecto de unidad que compromete la responsabilidad de cada uno.

Y veamos como tiene una ternura infinita descubrir este Dios que se ocupa de la soledad del hombre, aun después de hacer que desfilen ante sus ojos "todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo". Dios que "mira", que "cavila" en su interior y que busca el camino de la felicidad para el hombre. Como fruto de esa "mirada" entrañable, en la que no falta la compasión, llega la mujer. Por eso en los ojos de la mujer hay algo de esa mirada  que, cuando mira, acaricia, protege, se preocupa, se involucra.

Dios había presentado al hombre "todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo" y el hombre los había visto; los había visto y los había nombrado. El acto de nombrar tiene una nobleza propia, que se acerca al acto de crear, pues está escrito: "Dios... da vida a los muertos y llama a las cosas que no son, como si fueran" (Rom 4,17). Mas esa nobleza también marca una distancia. Los ojos del hombre son aptos para eso, especialmente, para definir una distancia, que es la que permite considerar de modo más abstracto y objetivo, pero también más "frío" e "impersonal" todas las cosas. Por contraste, la mirada de la mujer, que emerge de cerca del corazón del hombre pero primero de cerca del corazón de Dios, es diferente. Ella no da un nombre sino que establece un vínculo. No hace del hombre una cosa ni quiere ser una cosa para el hombre. No una cosa sino una casa. En ella, el hombre encuentra la alegría que no sintió cuando nacía. En ella el hombre percibe la alegría de la gratuidad de su propio ser.

 

SALMO RESPONSORIAL: 127

R. /Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

 

Dichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos.

Comerás del fruto de tu trabajo,

serás dichoso, te irá bien. R.

 

Tu mujer, como parra fecunda,

 en medio de tu casa;

tus hijos, como renuevos de olivo,

alrededor de tu mesa. R.

 

Ésta es la bendición del hombre,

que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,

que veas la prosperidad de Jerusalén

todos los días de tu vida. R.

 

Que veas a los hijos de tus hijos.

¡Paz a Israel! R.

 

OREMOS CON EL SALMO

La felicidad de los justos -constituida por los sencillos goces de la vida familiar- es el tema central de este hermoso poema. Al final del Salmo  el horizonte se amplía, y la felicidad personal aparece estrechamente vinculada con la prosperidad de Jerusalén, centro de la vida nacional y fuente de bendición para todo Israel. La paz en el hogar es prenda de la prosperidad de todo el pueblo y de la iglesia casa de Dios.

 

SEGUNDA LECTURA

HEBREOS 2, 9-11

 

“El santificador y los santificados proceden todos del mismo”

 

Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El autor de la carta a los Hebreos nos dice que la pasión y la muerte de Jesús no son fines en sí mismos, sino solamente un camino hacia la resurrección y la salvación plena. Los cristianos no nos podemos quedar contemplando al crucificado del viernes santo, construyendo nuestra vida desde el dolor, el sufrimiento y la muerte. La misma epístola nos dice que el propio Jesús “en los días de su vida mortal presentó, con gritos y lágrimas, oraciones y súplicas, al que lo podía salvar de la muerte”. Esto quiere decir que él mismo luchó por encontrar una alternativa que no estaba sujeta a su voluntad sino a hacer la voluntad del Padre. Estamos en hora de superar todo tipo de devoción que se queda en la contemplación de los sufrimientos y dolores de Jesús y construir nuestra vida cristiana desde la esperanza que nos ofrece la resurrección.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 10, 2-16

 

“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”

 

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre." En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En el evangelio, los fariseos ponen a prueba a Jesús preguntándole qué piensa sobre el divorcio y si era lícito repudiar a una mujer. La respuesta de Jesús es significativa cuando caemos en cuenta de que, tanto en el judaísmo como en el mundo greco-romano, el repudio era algo muy corriente y estaba regulado por la ley. Si Jesús respondía que no era lícito, estaba contra la ley de Moisés. Por eso les devuelve la pregunta y les dice que la ley de Moisés es provisional y que ahora se han inaugurado los tiempos de la plenitud en los que la vida se construye desde un orden social nuevo, en el que el hombre y la mujer forman parte de la armonía y el equilibrio de la creación. La novedad de esta afirmación de Jesús saltaba a la vista; en su interpretación desautorizaba no sólo las opiniones de los maestros de la ley que pensaban que a una mujer se le podía repudiar incluso por una cosa tan insignificante como dejar quemar la comida, sino incluso, relativizaba la misma motivación de la ley de Moisés. Además tiraba por tierra las pretensiones de superioridad de los fariseos, que despreciaban a la mujer, como despreciaban a los niños, a los pobres, a los enfermos, al pueblo. Nuevamente, al defender a la mujer, Jesús se ponía de parte de los rechazados, los marginados, los ‘sin derechos’.

Pero como los discípulos en esto compartían las mismas ideas de los fariseos, no entendieron y, ya en casa, le preguntaron sobre lo que acababa de afirmar. Jesús no explicó mucho más, simplemente les amplió las consecuencias de aquello: “Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra la primera; y lo mismo la mujer: si repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

 

El segundo episodio de nuestro evangelio nos presenta un altercado de Jesús con sus discípulos porque ellos no permiten que los niños se acerquen a Jesús para que él los bendiga. Los discípulos pensaban que un verdadero maestro no se debía entretener con niños porque perdía autoridad y credibilidad. Decididamente algo no era claro en ellos. No acababan de asimilar las actitudes de Jesús ni los criterios del Reino. Y Jesús se enojó con ellos; su paciencia también tenía límites y si algo no toleraba era el desprecio hacia los marginados. Y les dijo con mucha energía: dejen que los niños se me acerquen. ¿Con qué derecho se lo impiden, cuando el Padre ha decidido que su Reinado sea precisamente en favor de ellos? ¿No entienden todavía que en el Reino de Dios las cosas se entienden totalmente al contrario que en el mundo?

Los niños que no pueden reclamar méritos, carecen de privilegios y no tienen poder, son ejemplo para los discípulos, porque están desprovistos de cualquier ambición o pretensión egoísta y por eso pueden acoger el Reino de Dios como un don gratuito. De los que son como ellos es el Reino de Dios, dice Jesús.  Es necesario que nuestra experiencia cristiana sea verdaderamente una realidad de acogida y de amor para todos aquellos que son excluidos por los sistemas injustos e inhumanos que imperan en el mundo. Nuestra tarea fundamental es incluir a todos aquellos que la sociedad ha desechado porque no se ajustan al modelo de ser humano que se han propuesto. Si nos reconocemos como verdaderos seguidores de Jesús, es necesario comenzar a trabajar por la humanidad que a los débiles de este mundo se les ha arrebatado.

 

ORACIÓN

Señor Jesús, como Buen Maestro, hoy tú nos pones los puntos claros sobre el tema del matrimonio y sobre el valor de los niños, gracias por ser tan preciso y definido. Oramos y te recordamos a ti la situación de miles y miles de parejas en división, en separación y rompimiento. Danos un corazón de misericordia para acoger, comprender y animar a los hermanos, a las parejas sin juzgarlos ni condenarlos. Que la Iglesia sea para ellos como nos enfatiza el Papa Francisco, un signo vivo de tu presencia misericordiosa y una madre que los entiende y les ofrece una acción que los atrae, los acerca a ti y los transforma. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de María Camila Sanabria en su cumpleaños. Amén

 

“Recuperemos la alegría, la hermosura de la idea que Dios tuvo al crearnos hombre y mujer”