“LA
PALABRA DE DIOS CONVIERTE”
PRIMERA LECTURA
ROMANOS 1,1-7
“Por Cristo hemos recibido este don y esta misión”
Los saluda Pablo, siervo de Cristo Jesús llamado
por él para ser apóstol y apartado para anunciar el evangelio de Dios. Por
medio de sus profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras. Es
el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como
hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue
constituido Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.
Por medio de Jesucristo recibí el privilegio de ser
apóstol, puesto a su servicio, para que en todas las naciones haya quienes
crean en él y le obedezcan. Entre ellos están también ustedes, que viven en
Roma. Dios los ama, y los ha llamado a ser de Jesucristo y a formar parte del
pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y
su paz sobre ustedes. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La Carta a los Romanos es, por muchos aspectos, la
Carta Magna del cristianismo naciente, es la más extensa de todas las del Nuevo
Testamento, es también la exposición más amplia del mensaje cristiano que
tenemos en los escritos del apóstol Pablo.
Pablo, que había recorrido buena parte de las
provincias orientales del Imperio Romano predicando el evangelio, tenía
intenciones de llegar también hasta las regiones occidentales del mismo. Este proyectado viaje incluía su paso por
Roma, la capital del Imperio, para continuar después a España.
En la perspectiva de este viaje y para presentarse
a una comunidad que él no había fundado, les escribe una carta, en la que
expone algunos de los temas centrales de la fe y la vida cristiana, sentía que
su responsabilidad se extendía también a la comunidad de Roma, compuesta en su
mayoría por cristianos procedentes del paganismo.
SALMO RESPONSORIAL: 97
R. / El Señor da a conocer su victoria.
Cantad
al Señor un cántico nuevo,
porque
ha hecho maravillas:
su
diestra le ha dado la victoria,
su
santo brazo. R.
El
Señor da a conocer su victoria,
revela
a las naciones su justicia:
se
acordó de su misericordia y su fidelidad
en
favor de la casa de Israel. R.
OREMOS
CON EL SALMO
Este Salmo es un himno de alabanza
al Señor, que estableció su trono en Sión para revelarse a Israel como Rey
justo y poderoso. La benevolencia y la justicia con que el Señor gobierna a su
Pueblo se manifiesta, en las figuras de Moisés, Aarón y Samuel: ellos son, a un
mismo tiempo, los mediadores de la Revelación divina y un ejemplo
constante para los seguidores. El despliegue del poder salvador de Dios llega a
su punto culminante en la encarnación de su Hijo y su victoria frente a la
muerte y la desobediencia.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,29-32
“A esta generación no se le dará más signo que el
signo de Jonás”
La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y
él comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es malvada; pide una señal
milagrosa, pero no va a dársele más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás
fue una señal para la gente de Nínive, también el Hijo del hombre será una
señal para la gente de este tiempo. En el día del juicio, cuando se juzgue a la
gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella
vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo
que hay aquí es mayor que Salomón. También los de Nínive se levantarán en el
día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán;
porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y
lo que hay aquí es mayor que Jonás. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En
la vida todos buscamos evidencias, constataciones, comprobaciones. Qué difícil
es creer sin condiciones. A pesar de que el ambiente de Jesús es supremamente
religioso, a las gentes de entonces les cuesta creer a Jesús y creer en Jesús.
Están a la espera de una señal portentosa, deslumbrante, espectacular. Pero
basta con aceptar, confiar y adherirse a Jesús, a su palabra y a su persona.
Ahora bien, el mensaje de Jesús es trasparente y claro. Se necesita tener el
corazón enceguecido para no captar el mensaje del Reino de Dios que testimonia
Jesús con su propio estilo de vida y anuncia con su propia palabra. Sea esta la
ocasión para revisar la firmeza y la pureza de nuestra fe. Para tomar conciencia
de las dudas que florecen en nuestra experiencia de Dios. En un momento de
oración demos gracias por la invitación que el Señor ha hecho a su seguimiento
y pidamos la fortaleza del Espíritu para que nuestra fe sea firme y sin
vacilaciones.
ORACIÓN
Elevamos nuestra oración
de gratitud y alabanza a ti Buen Dios. Tú eres nuestro Padre, Pastor y Amigo, nuestra
vida, verdad y camino. Todo lo que somos viene de ti y hoy lo colocamos en tus
manos. Gracias porque nos salvaste y nos rescataste de nuestras esclavitudes.
Fortalece te pedimos hoy nuestra fe,
toda duda o vacilación apártala Señor, que vivamos día a día
confiadamente en ti. Amén
“La Palabra de Dios, por si misma, tiene el poder de obrar el
milagro de la conversión”
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