domingo, 1 de octubre de 2017

OCTUBRE 2017

LA MUJER EN LA ECONOMÍA

Enhorabuena  queremos hacer por medio de esta ventana de evangelización un homenaje más que merecido a la mujer como partícipe activa en la  economía familiar y global, ya que ella fue pensada y diseñada por Dios con unos dones especiales para el manejo de los  recursos naturales y económicos. Ha contribuido por tanto en el progreso de los pueblos, sin tener mayores posibilidades, ya que desde la antigüedad se la ha tenido como de segunda categoría y como destinada a los quehaceres del hogar, ha sido discriminada en el ámbito laboral,  toda vez que se ha preparado profesionalmente igual que el varón pero siempre se le asignan cargos de más bajo nivel y si su cargo es igual al del hombre nunca se le remunera de igual forma., aunque reconocemos que en los últimos años ha ganado también espacio tanto en los cargos gubernamentales como en el sector privado, en la ciencia, etc.  La mujer desempeña un doble rol, en el hogar y en el ámbito laboral

Definitivamente la Biblia es un Manual de Vida. Qué hermoso es entender que a través de cada enseñanza que nos brinda la Palabra de Dios, descubrimos como Jesús, enviado del Padre hizo un llamado a la mujer para ocupar diversos roles conectados con la  misión sabia del Señor sobre la tierra. Cuando Dios habló a través de su Palabra a la mujer para que fuera ayuda idónea para el hombre, la colmó de dones para que en interacción con su marido, fuera la buena administradora que con amor y ternura apoyara la economía de su familia.
A través de la historia el rol de la mujer frente a la administración de los recursos tuvo significativos cambios, desde ser la ama de casa, hasta ser la aportante del dinero para el sostenimiento del hogar, junto con su marido o sin él, sin embargo se ha notado que las mujeres comúnmente somos más cuidadosas en hacer este trabajo porque no se nos escapa ni lo más mínimo en esta difícil tarea; sabemos administrar, organizar y dejar una provisión que no falte nada y todos suplan sus necesidades. Actualmente, la sociedad de consumo y el culto al cuerpo y la belleza, tienden a desviar esta virtud, ya que se hacen gastos inoficiosos, cayendo en todo lo que el mundo, apartado de Dios, propone y atrae para sumirse en el tener y acrecentar los bolsillos de los grandes comerciantes y capitalistas.
Dios es un Dios de orden por tanto nos invita  un sinnúmero de veces a tener una economía saludable donde demos prioridad a lo verdaderamente importante y a sanear la economía en los hogares, como la célula primaria.  El hombre como cabeza de hogar deberá ser el encargado en comunión con su esposa de hacer los presupuestos del hogar. Si se ha vuelto el rostro a Dios y se conoce su Palabra, se comprende que, como dice el Papa Francisco, debemos vivir en austeridad, que es diferente a miseria; consiste en vivir con lo que tenemos sin derroches o anhelos de riquezas y acaparamiento, que nos hacen egoístas, individualistas, prestamistas y endeudados. No es ser conformistas sino saber que no necesitamos derroches para vivir bien como dignos(as) hijo(as) de Dios, con lo que nuestras capacidades económicas pueden suplir.
La alternativa en la economía  bajo la dirección de  Dios,  nos habla de vivir de la tierra, de hacer economías solidarias, comunitarias,  donde todos ponen y ninguno pasa necesidades, de intercambio de bienes sin dinero!!!!. Mujeres, deberíamos ir formando a nuestros descendientes, en estos principios ya que todos debemos poner nuestro grano de arena y esforzarnos para que todos estemos bien, supliendo las necesidades básicas y también para las secundarias, enseñar a no ser egoístas o recostados.  Como lo hemos dicho y hoy enfatizamos,   no es asumir solas las responsabilidades;  hacerle todo a los hijos y al marido, sino que debemos distribuir tareas, cada quien coloca su trabajo, ahorro, cuidar los servicios, espacios  y  recursos. Una economía solidaria podría decirse que es el Comunitarismo, es decir las cosas en común y al servicio de todos. Parece una utopía, pero si se enseña a las nuevas generaciones, se está sembrando una semilla para un verdadero cambio de este mundo. (Hechos 2, 45-46)
Proponemos Proverbios 31, para reflexionar sobre la mujer como buena administradora:
Ø  Actúa bajo la voluntad de Dios
Ø  Aporta desde diferentes campos, buscando siempre el bienestar de su familia, de manera entregada decidida y valiente…
Ø   La economía de su hogar marcha bien, con todo lo necesario para los suyos y para darles a los demás.; reconoce mas dicha en dar que en recibir. Es laboriosa y atenta a las necesidades de los suyos, teje, fábrica, cocina, compra terreno y saca provecho económico de él.
Ø  Se levanta temprano y da de comer a los pobres, ella reconoce que hay más dicha en dar que en recibir.
Ø  Nunca se siente  cargada y oprimida, porque tiene amor por los suyos; se hace al lado de su marido para en conjunto con él sacar adelante su familia.
 Una mujer buena administradora, parte del conocimiento de la Palabra que la invita a reconocer que Dios es el único proveedor “Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, (Filipenses 4:19). Ella evita en su casa sobrevalorar el dinero, pues entiende que el amor por el dinero es la raíz de toda clase de males (1 Timoteo 6:10). “porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón”. Mateo 6:21.  
Mujeres pongamos en práctica los principios bíblicos y recordemos que: El primer gran principio respecto al dinero y a los bienes materiales que se lee en la Biblia es que Dios es el dueño de todo, del mundo y de todo lo que hay en él: “Mía es la plata, y mío es el oro” (Hageo 2:8), “Del Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmo 24:1), los seres humanos somos solo administradores”.
Elida Acevedo G.
Servidora Casa Abierta

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“Reconoce un negocio, lo examina  y lo compra  con el fruto de su trabajo y cuida de que marche bien.”  Proverbios 31,16-18


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