jueves, 1 de diciembre de 2016

Sábado 31 de Diciembre de 2016

“PROYECTAR A DIOS DESDE LA PALABRA”

PRIMERA LECTURA
1JUAN 2,18-21

“Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis”
Hijos míos, es el momento final. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es el momento final. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Da que pensar eso de que en el siglo I ya Juan nos hable de que estamos en la última hora (1 Jn 2,18). Idea que no era sólo suya. La Carta a los Hebreos habla de "estos tiempos, que son los últimos...". Tales palabras resuenan de modo particular en el último día del año civil.
Juan ve llegada la última hora por la multiplicación de anticristos, palabra que aquí debe entenderse en el sentido general de "adversarios de la propagación del Evangelio". Las enseñanzas de estos adversarios pueden deducirse del conjunto de advertencias que trae la Carta. ¿Quién es el embustero sino aquel que niega que Jesús es Cristo?. La negación de Jesús es la negación de la verdad, de su promesa de salvación.
Juan hace eco además de la convicción de la Iglesia Primitiva, preocupado por la situación de los creyentes, deteniéndose a explicar los criterios para la verdadera fe: la fidelidad a lo que “habeís oído desde el principio”. El criterio fundamental de la verdadera fe esta ciertamente en lo que se oyó desde el principio, pero no en cuanto al contenido de su doctrina, sino más bien en su esencia en cuanto al Verbo hecho vida, escuchado, visto, palpado, el criterio fundamental:  Jesucristo.

SALMO RESPONSORIAL: 95
R. / Alégrese el cielo, goce la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

OREMOS CON EL SALMO 
Este salmo, es un canto de los desterrados que, desde Babilonia, retornan a Israel, para gozar en ella de la libertad. A nosotros(as), los(as) cristianos(as), nos habla del triunfo final de Dios en el último día; y también de nuestra vocación sacerdotal, consistente en invitar a la humanidad a celebrar a Dios. Nuestro día no sólo debe cantar al Señor, sino ser también una invitación a las familias de los pueblos a que aclamen la gloria y el poder del Señor.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,1-18
“La Palabra se hizo carne”
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y la tinieblas no la recibieron. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: "Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."  Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Hoy meditamos sobre el “prólogo del Evangelio de San Juan”. En la profundidad de la
teología  joánica se destaca este pasaje, que hace “apertura” de la obra joánica. En la obertura de una obra musical se entrecruzan todos los temas que se van a ejecutar a lo largo de la obra. Así mismo, Juan sintetiza de manera magistral el objetivo y el sentido de su evangelio. El  logos, el Verbo… La Palabra de Dios se humaniza, se sumerge en la historia y en la cultura, por medio de la persona de Jesús, para traer la luz al mundo entero. Es una oferta de salvación de Dios para la humanidad. Pero la humanidad en general, en uso de su libertad, no aceptó esa oferta, sino que la rechazó. La Palabra no fue escuchada ni acogida más que por unos pocos; los oídos de la mayoría se volvieron sordos y el corazón se cerró a esta Palabra de vida y salvación. – Hoy nos preparamos para despedirnos del año 2016 y dar la bienvenida al 2017. Que la Palabra de Dios humanizada en Cristo Jesús sea el criterio de discernimiento para revisar el año vivido y vislumbrar el proyecto para el nuevo año. Demos gracias al Dios de la vida por todos los dones y bendiciones recibidos durante este año que termina y coloquemos nuestros planes para el próximo año en su presencia.

ORACIÓN
Bendito Buen Señor, gracias por tu bendición y bendiciones a lo largo de este año que hoy termina, gracias por todo el derroche de tu amor misericordioso a lo largo de este caminar bíblico de nuestro Día a Día con tu Palabra. Sigue tomando el control de nuestra vida y nuestra familia para el nuevo tiempo y año que se aproxima y que en fe sabemos que va a ser un año maravilloso en ti. Ayúdanos Señor para que sepamos hacer del día a día de este nuevo año, una oportunidad para trabajar y experimentar tu amor, la verdadera paz, la alegría y la bendición. Amén 

 “Al pensar en el año que viene tengamos la confianza de dejarnos guiar por el Espíritu que se nos ha dado”

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