jueves, 1 de diciembre de 2016

Miércoles 28 de Diciembre de 2016

Los Santos Inocentes

“LOS INOCENTES TAMBIÉN TIENEN VOZ”

Los días de la semana posterior a la Navidad conforman una "octava" es decir, un conjunto de ocho días que prolongan la meditación y la celebración de la fiesta mayor que les precede. En la actualidad se conserva sólo dos octavas: la de Pascua y la de Navidad. En la octava de Navidad no es tan fácil descubrir un hilo conductor, si vemos una variedad de fiestas que la tradición de veinte siglos nos ha entregado para estos días: San Esteban, San Juan Evangelista, y ahora los Santos Inocentes.


PRIMERA LECTURA
1JUAN 1,5-2,2

“La sangre de Jesús nos limpia los pecados”
Queridos hermanos: Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Continuamos hoy la lectura de la primera carta de Juan. El autor nos introduce en el primera gran tema de su exposición: En Jesucristo Dios ha manifestado su luz, y todo aquel que crea en Él debe caminar en la luz, es decir vivir en comunión con Dios, reconociendo que sólo por su poder podrá pasar de las tinieblas a la luz. No se trata de entrar en estados de angustia o complejos de culpa, sino de reconocer humildemente que tendemos al mal, a lo fácil, a lo que no es de Dios. Nadie puede decir que no tiene pecado. Sería engañarse a sí mismo e ir contra la luz. El Jesús de quien habla Juan es el que ha venido en Navidad y, a la vez, el de la Cruz, el que con su sangre nos purifica de todo pecado, no solo a nosotros, sino a todo el mundo. Él es quien aboga ante el Padre por nosotros y nos fortalece para vivir en la luz.

La invitación de Juan es a que vivamos en coherencia con nuestra fe en el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, a través de una conducta coherente, hecha de alegría y a la vez de seriedad exigente con nosotros mismos. Porque el pecado no se puede conjugar con la luz. La luz, en el lenguaje bíblico, es sinónimo de alegría, de vida, de verdad, de bondad, de pureza. Lo contrario de todo esto son las tinieblas, es la oscuridad, o la penumbra en la que a veces vivimos.

SALMO RESPONSORIAL: 123
R. /Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R.

La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.

OREMOS CON EL SALMO
En este canto de liberación, Israel agradece al Señor que lo haya salvado de un gravísimo peligro. Varias imágenes se suceden para describir vívidamente la seriedad de la amenaza: las aguas torrenciales, las fieras a punto de devorar, la trampa del cazador, pero finalmente se reconoce que estuvo la protección de Dios. Debemos proclamar con el salmista que nuestro auxilio está en el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 2,13-18

“Herodes mandó matar a todos los niños en Belén”
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo." José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: "Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto." Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: "Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelio de Mateo hace referencia a la infancia de Moisés en Egipto, donde el Faraón, por miedo a una rebelión de esclavos, manda matar a todos los niños varones. “De Egipto llamé a mi hijo” es la expresión que identifica a Jesús con el nuevo Moisés que vendrá para liberar al pueblo de la esclavitud y la opresión. Es difícil decir a ciencia cierta si realmente estos hechos narrados en el evangelio de hoy sucedieron, pero lo que sí es cierto es que en tiempos en que se escribe el evangelio, y desde varios siglos antes, muchos cristianos, tanto niños como mujeres y hombres, murieron a causa de su fe. Mateo quiere dejar ver que el poder del imperio, la estructura injusta, el anti-reino, quiere destruir a quien va a traer el reino de justicia, de liberación y de vida, porque es una amenaza. Celebrar a los santos inocentes es celebrar la memoria de nuestros hermanos que nos legaron con su vida y con su sangre la esperanza en el reino de justicia y dignidad. Es ser conscientes hoy de que las estructuras de poder continúan aún destruyendo y asesinando la vida de personas inocentes que luchan por conseguir una vida digna y justa.
El evangelio no propone a las familias un modo para ser exitoso (no parece un éxito en la vida tener que huir por la noche), no propone caminos para llenarse de bienes (no deben tener muchos bienes quienes deben dejar todo para salvar la vida), no propone soluciones estables, (no es muy estabilizada la vida del que debe renunciar a sus hermosos proyectos, para hacer realidad los de Dios). ¡No! El evangelio nos propone un camino de felicidad, de alegría, de vida, pero que implica renuncias. Nos propone el camino de dejarnos desestabilizar por Dios, de dejarnos despertar por su palabra. Un camino que ya otros caminaron. Eso es lo que Dios tiene para proponernos.

ORACIÓN
Bendito Padre, que podemos decirte hoy, ¿Qué más podemos darte?, ¿Qué podemos hacer para engrandecer tu nombre ante los pueblos? Tú eres la mejor melodía de nuestra canción, tú eres la razón y sentido de nuestro existir. Tú eres el verdadero gozo de la Navidad. Por ti vale la pena seguir, luchar y batallar hasta alcanzar la meta de la salvación. Llénanos del gozo que nos trae tu Espíritu y permítenos actuar de acuerdo a lo que tú deseas de nosotros. Amén.   


“En los niños descubrimos el rostro de la inocencia y el amor de Dios para la humanidad”

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