martes, 1 de marzo de 2016

Lunes 04 de Abril de 2016


Fiesta de la Anunciación

“EL ANUNCIO DE LA PALABRA POR LA FUERZA DEL ESPÍRITU”


María es introducida definitivamente en el misterio de Cristo a través de este acontecimiento: la anunciación del ángel, la fiesta que celebramos hoy. Acontece en Nazaret, en circunstancias concretas de la historia de Israel, el primer pueblo destinatario de las promesas de Dios.

PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 7,10-14;8,10

“Mirad: la virgen está encinta”

En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo." Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor." Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros". Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El Señor toma la iniciativa y ofrece generosamente un signo al rey para confirmar su palabra y robustecerle su fe vacilante. Se le da amplitud a Acaz para que escoja el signo que quiera, no importa que éste supere el horizonte de lo humano que es la tierra; aún se le presenta todo el dominio de Dios como terreno posible para que él pida el signo que quiera. La respuesta del Rey se interpreta desde la falsa religiosidad; de hecho, su declaración de no querer pedir signos a Dios para no tentarlo como lo hizo el pueblo en el desierto (Ex.17,7) expresa su falta de fe y se vuelve una tentación a Dios mismo.

SALMO RESPONSORIAL: 39
R. / Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: "Aquí estoy." R.

“Como está escrito en mi libro-
para hacer tu voluntad."
 Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R.

No me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este Salmo se encuentran reunidos dos poemas de estilo y contenido diversos. El primero (vs. 2-11) es un canto de acción de gracias por la liberación de un peligro grave. El segundo (vs. 14-18) es una súplica para pedir la ayuda divina en un momento de desgracia, y se vuelve a encontrar en el Salmo 70, en forma independiente. Los vs. 12-13 sirven de lazo de unión entre estas dos partes, que originariamente estaban separadas.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 10,4-10

“Está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad"

Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."" Primero dice: "No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias", que se ofrecen según la Ley. Después añade: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad." Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El autor de la carta a los Hebreos relee el salmo 39 utilizado hoy como un salmo responsorial, como si fuera una declaración de intenciones del mismo Cristo al entrar en el mundo, es decir, en el acontecimiento de la encarnación. Allí declara: “Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad”. La encarnación como actitud de obediencia se lleva a cabo el día de la anunciación a María. El día del anuncio comienza la peregrinación mesiánica que finaliza con la entrega salvadora de Cristo en la Cruz. Gracias al mismo testimonio de las Escrituras, podemos decir hoy que “la Virgen anunciada por el profeta es María de Nazaret, y su “Hijo” el Mesías. Así lo anuncia el ángel Gabriel a la Virgen.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 1,26-38

“Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Para sanar de raíz nuestras vidas, Dios decidió hacerse hombre. Se hizo un Hijo de Hombre. Sencillo, bueno, generoso y trabajador. Necesitaba un lugar para nacer y el Espíritu le preparó el seno de María. Necesitaba una familia para crecer y Dios le dio a José y María, quien guardaba las cosas en su corazón, siempre dispuesta para salir al paso de los nuevos desafíos de Dios. Dios quiso revalorizar a la mujer en María. Dios “decidió” habitar en medio de la humanidad, inserto en una familia, en un pueblo y una cultura. Asume la condición humana en todas sus dimensiones para salvar a la humanidad desde dentro, desde abajo, desde el mismo corazón del mundo. Y es una jovencita adolescente de Nazaret la que ha sido elegida desde siempre para colaborar activamente en este proyecto de Dios. Una campesina de una aldea insignificante de Palestina es capaz de intuir la propuesta de Dios y responder con todo su ser a la misión cuyas dimensiones no alcanza a comprender del todo. Esta joven, auténtica judía, que espera que Dios realice sus promesas, se constituye en modelo y paradigma de creyente porque, como Abrahán, confía plenamente en la promesa de Dios y coloca todas sus posibilidades y cualidades al servicio de esta causa.

Y María supo responder al reto y designio de Dios. Dijo un SÍ incondicional, y con ese SÍ dijo muchos NO. María dijo no a su comodidad personal. Dijo no a su prestigio de muchacha joven en medio de la sociedad patriarcal de su época. Dijo no a aceptar las cosas simplemente, sin preguntar. Dijo no a su individualismo. Dijo no a sus miedos. Ojalá que con María sepamos decir un SÍ incondicional al Plan de Dios y también muchos No a tanto uso y abuso de las mujeres. Que sepamos decir No a tanta marginación que ya lleva tantos siglos. Que digamos No a tanta teología interesada en rebajar la dignidad de la mujer para justificar posturas patriarcales dentro y fuera de la Iglesia. Digámosle un SI rotundo para el Señor.

Recordemos también que como a María, Dios nos sigue anunciando muchas promesas para mantener viva la esperanza de nuestro pueblo. Dios nos llama, nos elige, nos propone, pero espera nuestra respuesta libre y voluntaria ¿Qué y cómo le responderemos?

ORACIÓN
Amado Dios, ayúdanos por favor para acoger tu Palabra, como lo que  realmente es, Palabra que se encarna  y hace fecunda la existencia, alimento para las heridas y transmisora de buenas noticias. Gracias por permitir que una joven mujer de un corazón tan grande y amoroso como el tuyo, accediera a recibir al que nacería y cambiaría el rumbo de este mundo. Ayúdanos Señor también a seguir el ejemplo de María, para continuar generando vida y vida abundante. Amén.


“Sintámonos llamados(as) por Dios y enviados a la misión con gratitud y empeño”

MARZO 2016


LA CUARESMA DE LA MISERICORDIA

Sigue pasando rápido el tiempo, celebrábamos hace un poco más de un mes, el tiempo de la Navidad, y ahora nos preparamos a vivir el gran acontecimiento de la vida cristiana que es la Pascua a partir de estos cuarenta días que le preceden a lo que llamamos CUARESMA. Este año no la podemos desconectar de la celebración del jubileo de la Misericordia y tampoco podemos desconectarla de los frutos de la misericordia que estamos  reflexionando en este año y cuyo fruto que meditaremos en este mes es el de la  RECONCILIACIÓN.
La Cuaresma, que como muchas veces lo hemos dicho viene de cuarenta, y que como número simbólico en el  mundo bíblico significa: Purificación, preparación y penitencia. La iglesia, teniendo como foco o guía la Palabra de Dios, nos invita a tener un objetivo bien claro en la Cuaresma: LA CONVERSIÓN. Y para ello nos da tres herramientas muy útiles para caminar en este desierto cuaresmal: LA ORACIÓN, EL AYUNO Y LA LIMOSNA.  
Ya varias veces lo hemos conversado que hablar de conversión o cambio, en cuanto a estas tres herramientas citadas anteriormente, implicaría tres grandes encuentros:
a.       LA ORACIÓN: Primer encuentro, y base de los demás, que significa encuentro con Dios.
b.      AYUNO: Que es encontrarme conmigo mismo.
c.       LIMOSNA U OFRENDA: Que es encontrarme con el otro.

Es de destacar que sobre este tema de la cuaresma como conversión, este año el Papa Francisco nos da una nueva idea en el Año de la Misericordia, diciéndonos que la conversión y de hecho la reconciliación son: “UN CAMINO”. Hablar de la conversión y reconciliación como camino, significa hablar de procesos en la vida; en medio de una cultura que cada vez más busca respuestas, felicidades y propuestas instantáneas y mágicas. Todo lo verdadero, siempre le apunta a hacer caminos, es decir procesos. Por eso quisiéramos proponerte en esta cuaresma y en el tema de la reconciliación, un proceso o camino de cinco pasos: 
1.      Reconocimiento del error y necesidad de Dios y del otro
2.      Arrepentimiento, es decir dolor y tristeza por la equivocación
3.      Confesión verbal de la ofensa
4.      Deseo y propósito de reparación
5.      Decisión y metas y objetivos de cambio
En este tiempo de cuaresma los textos bíblicos nos hablan especialmente en el evangelio, del lugar teológico de cuaresma que es el Desierto: El Desierto, es signo de soledad, de encuentro, de purificación, de tentación, pero también de victoria. Entre nuestros propios desiertos, tentaciones y crisis cotidianas, tendríamos que buscar la luz, guía y fuerza del Espíritu Santo para caminar con Él hacia la Pascua. Ese Espíritu tendría que movernos en misericordia en este tiempo y siempre ante el espectáculo de nuestra realidad que estamos presenciando día a día y que no es muy alentador: hombres y mujeres esclavizados, pueblos oprimidos y sometidos por otros pueblos, políticas corruptas y genocidas, sistemas de salud inhumanos, niños que mueren por desnutrición, mujeres excluidas, violadas y maltratadas, desempleo, injusticia, etc. En otras palabras celebrando la Cuaresma, podemos decir que vivimos en una crisis personal, familiar, social y espiritual. Por eso necesitamos el mismo Espíritu que llevo a Jesús al desierto; necesitamos en medio de nuestras propias pruebas, crisis y tentaciones volver a recuperar la esperanza, la alegría y la sonrisa que nos han robado.  Que el Espíritu del Señor nos lleve a nuestros propios desiertos para enfrentarlos de una vez, solucionarlos y vencerlos. Cuaresma es el momento oportuno para hacer frente a las tentaciones con las herramientas de: La oración, la Palabra, el ayuno, la comunidad, la solidaridad y fraternidad. En definitiva Cuaresma, es atrevernos a vivir la vida al estilo de Jesús, atreviéndonos a buscar y luchar por ser felices en medio de nuestras propias tentaciones y crisis, teniendo como certeza y garantía de victoria el Espíritu del Señor Resucitado que está con nosotros.
Oro por ti, los tuyos, tu comunidad especialmente las situaciones o momentos de desierto, crisis y prueba que puedas estar atravesando. Ánimo, el Señor Poderoso está contigo y en Él tu puedes vencer.

Roberto Zamudio       

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PROMESA BÍBLICA DEL MES
“Misericordia quiero y no sacrificios”
Mateo 12,7

TERCER FRUTO DE LA MISERICORDIA: LA RECONCILIACIÓN

Después de haber reflexionado en torno a los primeros frutos de la misericordia, el amor y el perdón, te proponemos a que en este nuevo mes pienses en el fruto de la RECONCILIACIÓN. Una primera afirmación sería que la reconciliación nace del perdón, si decíamos que el perdón es para el ofendido y de hecho es la medicina para esa herida ocasionada por la falta de perdón, ahora la reconciliación podríamos decir que es hacia afuera, es decir el perdón es para mí, para adentro, la reconciliación es para afuera, en mi encuentro con los demás. La reconciliación es el restablecimiento o mejoramiento de relaciones entre dos partes, y para alcanzar ese restablecimiento es necesario restaurar y eliminar la causa que generó el conflicto y la enemistad. Por otro lado nosotros como creyentes en Dios, no solamente en este tema, sino en todos los conflictos y decisiones de nuestra vida, debemos buscar una mirada, remedio o solución integral a toda problemática. Por eso podríamos pensar en una triple reconciliación en la vida del ser humano: Con Dios, con el otro y conmigo mismo.
La reconciliación nacida de Dios es decir del amor y el perdón, puede transformar relaciones que han perdido la esperanza, la reconciliación que quizás es uno de los mensajes centrales del evangelio sana relaciones que se han herido y quebrado.
Tratemos de mirar un poco este tema de la triple reconciliación en la Biblia:
1.      La reconciliación con Dios: El gran modelo de reconciliación, es la de Dios con su pueblo a través de Jesucristo. El libro del Génesis nos habla de la ruptura o conflicto del ser humano con Dios; por el pecado se pierde la buena relación que tenían en el paraíso. La paz del jardín del Edén fue destruida. Se rompió la relación de amistad del hombre y mujer con Dios, lo cual dio como resultado, una herida muy profunda dentro del ser y enemistad entre las personas y estas aún con el propio medio ambiente, quizás podríamos resumir que después del libro del Génesis, el resto de la Biblia, es la historia de la búsqueda del amor misericordioso de Dios que quiere restaurar, reconciliar toda su creación. (Apocalipsis 21, 3-4)
2.      La reconciliación con el otro: La primera tarea de un creyente sería que reconciliado con su Dios, pueda reconciliar los otros con el mismo, y después a estos con sus propios hermanos. En la Biblia siempre la reconciliación con Dios va acompañada con la de los demás. La Biblia nos enseña que la enemistad o ruptura con los demás es la causa de las guerras, de la pobreza, de la marginación y de tantos conflictos. El propósito o proyecto de Dios es la reconciliación, la solidaridad y fraternidad entre su pueblo.
3.      Reconciliación conmigo mismo: Después de volverme primero a Dios y luego al otro necesito regresar a mi mismo, para aceptarme, amarme, perdonarme, reconciliarme, conmigo mismo, y de esta manera dejar que Dios venga a mi vida y me traiga su paz y bendición. En este tiempo de cuaresma tendríamos que reflexionar y volver a reconciliarnos también con la creación, la naturaleza y la ecología, ya que la hemos maltratado ( Encíclica del Papa Francisco: Laudato si - Exaltada y alabada sea la creación”).

En resumen, si el mes pasado decíamos que la falta de perdón enferma y hace daño al yo, la  reconciliación cuando no se da le hace daño al tú, es decir al otro. El perdón y la reconciliación juntas, benefician nuestra vida, sanan y restauran bendiciendo la vida de los otros.  Por último nos parece muy importante y les diríamos, “ojo”, a tener en cuenta en el tema de la reconciliación, que a veces dando el perdón y optando por la reconciliación es necesario tomar distancia y alejarnos de esa situación persona o medio. 
Algunos textos bíblicos sobre este tema:
-          Romanos 5,10; 5,11
-          Mateo 5,24
-          2da Corintios 5,18-19
-          Efesios 2,16
-          Colosenses 1,20-21
-          2da Corintios 5,20   
-          Mateo 5,7: Las Bienaventuranzas, como la gran escuela de perdón y reconciliación.

“DIOS QUE NOS RECONCILIÓ EN JESÚS NOS ENVÍA A SER SIGNO DE RECONCILIACIÓN EN EL MUNDO” 


 ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Bendito Señor, temprano te buscamos, para darte gracias por un nuevo día y para reconocerte como nuestro Dios y amigo misericordioso. Gracias porque comprendiendo el sentido del perdón, desde un amor verdadero, como el tuyo, nos liberamos de los sentimientos que empañan nuestro corazón, nuestra mente y  espíritu. Eres Tú Señor la fuerza que nos resucita a una vida nueva y nos infunde el valor para mirar el futuro con esperanza. En este mes nos has motivado a continuar interiorizando acerca de los frutos de la misericordia, a través del don de la RECONCILIACIÓN, como medio para subsanar y restablecer las relaciones deterioradas por las contiendas, ofensas, heridas y daño que nos causamos unos a otros y para así volver a ser amigos, hermanos y personas de paz.  Ayúdanos a ser intercesores, mediadores y promotores de caminos, actitudes, pensamientos y palabras de reconciliación, ayúdanos a ser como Tú, que nos diste el mejor ejemplo a través de la cruz.  Gracias porque podemos sentir, desde la certeza de tu presencia en nuestra vida, que aunque no te veamos nos cuidas, nos amas y siempre estas con nosotros(as). Ayúdanos a reafirmar cada día de este mes, los dones del perdón y la reconciliación y que podamos encontrar el verdadero sentido a este tiempo de Cuaresma y Pascua. Te alabamos, te adoramos, te bendecimos, te glorificamos y te damos infinitas gracias,  precioso Dios. Emprendemos este día bajo tu bendición. Amén

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
Buenas noches Señor de la vida. Hemos realizado la faena de  hoy y no podemos ir al descanso sin comunicarnos contigo, colocando ante ti todo lo vivido, las diversas situaciones, las confrontaciones, aciertos y desaciertos que hayamos tenido. Te suplicamos refuerces nuestra capacidad de amar, pues en los ires y venires de la vida, caemos en actitudes, pensamientos, obras y omisiones tanto nuestras como de quienes tenemos alrededor. Llénanos Señor, esta noche, con el poder de tu Espíritu Santo, que se pose sobre nosotros y nos guíe para interiorizar, reflexionar, transformar, perdonar, reconciliar y enmendar, todo aquello que sea necesario para seguir caminando en tu amor. Que durante el día de mañana seamos más conscientes de ti y de la  misión que nos has encomendado. Gracias Dios por el pan de cada día, la provisión diaria, el trabajo y  las dificultades vividas, porque a través de ellas, nos haces más humildes y necesitados de ti. En tus manos colocamos la vida de todas aquellas personas que sabemos necesitan sanar su cuerpo, su espíritu y obtener solución a sus dificultades familiares, económicas y de trabajo. También oramos por aquellas que necesitan reconocerte como el Dios, amigo misericordioso, que nos ama y quiere que vivamos una vida nueva en Tí. Gracias por velar nuestro descanso. Amen


Martes 01 de Marzo de 2016


“MISERICORDIA Y PERDÓN SIN LÍMITES”


PRIMERA LECTURA
DANIEL 3,25.34-43

“Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde”
En aquellos días, Azarías se detuvo a orar y, abriendo los labios en medio del fuego, dijo: "Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
 En la auténtica contrición, ese dolor santo de haber pecado, aparece también la verdad del corazón de Dios. Pues bien: las lágrimas de la contrición limpian nuestros ojos para ver el rostro amoroso y perdonador del Dios Eterno.
SALMO RESPONSORIAL: 24
R./ Señor, recuerda tu misericordia.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este Salmo es un canto a la bondad y al amor de Dios y petición humilde de orientación y enseñanza. El cristiano sabe que el amor de Dios se hizo presente de manera nueva  e insuperable en la persona de Jesús. Él es quien debe guiarlo y  enseñarle la verdad que conduce a la vida. 

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18,21-35

“Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará”
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?" Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El asunto del perdón es complejo. Parece que el corazón humano no está inclinado al perdón. La tendencia es a la venganza. Si me hicieron mal lo lógico es que quiera devolver el daño causado para que el otro sepa lo que se siente cuando se es ofendido o maltratado. La venganza es querer devolver el mal recibido con otro mal igual o peor. Jesús supera la ley del talión que consiste en devolver el mal con mal proporcional. Jesús propone el perdón como el único camino para cerrar los espirales de violencia. El perdón auténtico hace posible la reconciliación entre las personas, las comunidades y los pueblos. Tarea difícil por el temor a perder seguridad o mostrarse débil. Pero ese es el gran desafío para la tarea evangelizadora de la Iglesia. Ser signos de perdón y reconciliación para toda la humanidad sin ninguna distinción. Solo esa actitud personal y colectiva será una gran lección del evangelio. Esta cuaresma es el tiempo propicio para crear espacios de perdón y reconciliación, especialmente en este año jubilar de la misericordia.

ORACIÓN
Señor hoy nos ponemos delante de ti, con nuestro corazón arrepentido y sincero, perdónanos por apartarnos de ti, por desviarnos del camino, porque le hemos dado  más importancia a nuestros intereses que a ti, por todas las veces que te hemos ignorado, que te hemos ofendido y ofendido a otros.  Gracias por tu amor, tu perdón que es infinito, por tu misericordia para cada uno de nosotros,  te pedimos nos ayudes a actuar a semejanza de tu Hijo Jesús, a ser fuente de perdón y reconciliación para los que nos rodean. Amén.

“Perdonar es reconocer que todos(as) podemos equivocarnos”


Miércoles 02 de Marzo de 2016


“VALOR  Y SENTIDO ORIGINAL DE LA LEY”


PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 4,1.5-9

“Poned por obra los mandatos”

Moisés habló al pueblo, diciendo: "Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente."

Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy? Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Los discursos del Deuteronomio se sitúan a la entrada a la tierra prometida, eso quiere decir que hay como dos proclamaciones de la ley. Una primera proclamación apenas salidos de Egipto, cuando llegan al Sinaí; y una segunda proclamación, una generación después, unos cuarenta años después, de acuerdo con los relatos del Pentateuco, cuando ya van a entrar a la tierra prometida.

Esto tiene su significado, la primera proclamación de la Ley como esta en el Éxodo, es como el código que sella la pertenencia a Dios que les ha dado la libertad. La segunda proclamación de la Ley, la que se hace a las puertas de la tierra prometida, es como una invitación a conservar la libertad. En el Éxodo, el punto de referencia es el Faraón y la tierra de esclavitud, la tierra de Egipto; en el Deuteronomio el punto de referencia es Canaán y los cuentos paganos, los cuentos idolátricos que había en esta tierra de Canaán.  Entonces el argumento en la primera proclamación de la Ley es: "Acuérdate que yo con poder te saqué de Egipto" Éxodo 20,2. El argumento en el Deuteronomio es: "No imites las costumbres idolátricas de esa tierra donde vas a entrar" Deuteronomio 4,2.

Esta nueva proclamación de la Ley sucede de alguna manera también en nosotros. Cuando Dios nos da su Ley, nos da sus mandatos, sus preceptos, sus provisiones, sus consejos, por una parte, para consolidar la libertad, para recordarnos que Él es el Señor, y también nos da su Ley para que nosotros, que ya hemos sido liberados por Él, no caigamos en nueva idolatría. Lo primero es la proclamación de nuestra libertad para sólo servir a Dios, y lo segundo es la confirmación de esa libertad para no caer en nuevas idolatrías. Hemos escuchado, en el libro del Deuteronomio, una invitación a obedecer la Ley. Moisés está comunicando los mandamientos de Dios al pueblo. Pero antes de dar una lista de ordenanzas y decretos los invita a que muevan su corazón hacia Dios, les invita a la obediencia.  El tema de la obediencia, entonces, es un tema que tiene que ver con el buen orden de la familia.
¿Cómo haremos nosotros para acercarnos de una manera nueva a la obediencia para descubrir sus bondades, para convencernos de lo que significa obedecer? La obediencia es un acto que involucra todo lo que nosotros somos, y precisamente la obediencia fue lo que más brilló en el momento final de la vida de Jesús.

SALMO RESPONSORIAL: 147
R. / Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza. R.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este es un canto de acción de gracias a Dios por la reconstrucción de Jerusalén y el regreso de los derrotados, y de alabanza por la providencia con que gobierna el universo. La restauración de Jerusalén es anticipo y símbolo de la redención obrada por Dios en Cristo. Él sigue presente en medio de su pueblo y le ofrece diariamente pruebas de su amor.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,17-19

“Quien cumpla y enseñe será grande”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús declara que no ha venido a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud. La ley surgió en el pueblo de Israel como garantía de su libertad y de su identidad como pueblo. Por lo tanto, el espíritu de la ley es liberador, dignificador y garante de unas relaciones justas para todo el pueblo. Pero con el trascurrir del tiempo este espíritu se fue perdiendo. Vinieron las instituciones religiosas (el templo) y políticas (la monarquía) que reprodujeron las estructuras opresoras de los otros pueblos. Entonces el espíritu igualitario y justo que caracterizó los orígenes tribales de Israel se fue ahogando en medio de tanto precepto minucioso y deshumanizante. La ley que fundamentaba la justicia se convirtió en un instrumento de dominación y deshumanización. Tal vez lo mismo ha pasado con la propuesta de Jesús: el Reino. La excesiva institucionalización del mensaje evangélico fue opacando poco a poco la fuerza liberadora de la Buena Noticia de la salvación anunciada y testimoniada por Jesús. No se trata de acabar con las leyes o las instituciones, sino hacer que éstas vuelvan a ser garantía de libertad y de la dignidad para todos los seres humanos, preferencialmente para los empobrecidos y excluidos de nuestra sociedad.

ORACIÓN

Señor empezando este mes en que vamos siguiendo el proceso del tiempo de cuarenta días de preparación para la Pascua, que es más un tiempo espiritual, que ritual, te damos gracias Señor, porque cada día nos llevas  a comprender que la ley sin amor es letra muerta. Tal vez podemos ser algunas veces muy religiosos(as), te pedimos nos ayudes a entender y encontrar el verdadero sentido de tu Palabra desde tu Espíritu, que es quién verdaderamente nos cambia y transforma, ayúdanos a ser  personas conforme a tu voluntad. Amén 

Jueves 03 de Marzo de 2016


“LA FIDELIDAD,  ES NUESTRA OPCIÓN FUNDAMENTAL”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 7,23-28

“Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios”

Así dice el Señor: "Ésta fue la orden que di a vuestros padres: "Escuchad mi voz. Yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; caminad por el camino que os mando, para que os vaya bien." Pero no escucharon ni prestaron oído, caminaban según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, me daban la espalda y no la frente. Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído: endurecieron la cerviz, fueron peores que sus padres. Ya puedes repetirles este discurso, que no te escucharán; ya puedes gritarles, que no te responderán. Les dirás: "Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios, y no quiso escarmentar. La sinceridad se ha perdido, se la han arrancado de la boca."" Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
La temática del libro de Jeremías gira en torno a la obediencia y  la fidelidad, que el pueblo debe a su Dios por la alianza que hay entre ellos; desde esta mirada, el comportamiento de su pueblo se interpreta como terquedad y resistencia contra el único Dios que les garantiza la vida. Israel como lo dice hoy también el salmista, no ha querido obedecer, por el contrario ha cerrado su corazón a la voz de Dios y lo ha tentado aunque haya visto sus obras.    

Miremos hoy al profeta Jeremías, que tiene fama de quejumbroso. Tanto, que existe la expresión "jeremiada" para indicar una queja especialmente dolida y fastidiosa. Sin embargo, es injusto quedarnos con la ambigüedad de la palabra "fastidio". Hay cosas que nos fastidian porque son malas, pero también hay bienes que fastidian porque nuestra conciencia queda descubierta y denunciada por ellos. Tal es el caso del bien inmenso de la verdad. Muchas verdades se vuelven "fastidiosas" porque dañan negocios turbios, avisan sobre mentiras astutas o desenmascaran las malas intenciones  de los que se quieren hacer pasar por buenos. De aquí deducimos dos conclusiones: primera, que el camino del Señor supone amenazas. Por lo pronto, la... fastidiosa amenaza de ser perseguido sólo por hacer ver cosas que son ciertas. Segunda, que si queremos ser del Señor tenemos que asumir el "riesgo" de ser limpiados en el crisol de la denuncia. Es fácil, en efecto, situarse automáticamente en el papel de profeta y víctima, y condenar a todos con todos los dedos de nuestras manos. Pero, ¿qué, si de pronto Dios tiene en su plan que también nosotros seamos corregidos, denunciados o desenmascarados? A veces pasa que el genuino profeta se conoce no tanto por lo que denuncia en otros sino por lo que está dispuesto a admitir en sí mismo.

SALMO RESPONSORIAL: 94
R. / Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
 y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Las dos partes que componen este Salmo corresponden a otros tantos momentos de una solemne acción litúrgica. La primera (vs. 1-7) es un canto procesional dirigido a la comunidad para invitarla a ingresar jubilosamente en la morada del Señor. En la segunda parte (vs. 8-11) se escucha un oráculo del Señor, que exhorta a Israel a no imitar la incredulidad y la rebeldía de sus antepasados en el desierto. La nueva alianza sellada con la Sangre de Cristo exige igualmente una correspondencia generosa al amor de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,14-23

“El que no está conmigo está contra mí”

En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios." Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús realiza acciones que liberan a las personas oprimidas por muchas afecciones y opresiones. De esta forma, su palabra queda ratificada por sus hechos. Hay coherencia entre el decir y el hacer de Jesús. Las gentes de su tiempo tenían que callar forzosamente ante tanta corrupción y represión por parte de los gobernantes nacionales e imperiales. Jesús devuelve la palabra a los enmudecidos. La palabra significa visualización-revelación de la interioridad de la persona. Al devolverles la palabra, Jesús está desencadenando a las personas de la esclavitud del silencio y del anonimato. Esta acción de Jesús es un desafío para los dirigentes políticos y religiosos de entonces. Por eso, tratan de acallar también a Jesús, desacreditándolo y descalificándolo. Si realiza acciones prodigiosas, liberadoras, dicen que es por la acción del demonio; pero Jesús los confronta y cuestiona: Él combate el espíritu del mal en nombre del Dios de la vida, el Dios del Reino. Por eso, toda acción que implica liberar al ser humano de cualquier tipo de opresión o esclavitud es signo tangible de la presencia activa del Reino en medio de la humanidad. –Devolver la palabra a los acallados de la historia es también nuestra misión de seguidores de Jesús.

ORACIÓN
Buen Dios, ayúdanos a caminar siempre  por el camino que tú nos muestras, a permanecer en constante comunión contigo para ser de los tuyos, más que de las posibilidades que el mundo distractor nos ofrece. No permitas que nos apartemos de tu camino,  que permanezcamos fieles a ti y que no nos dejemos acallar, ni esclavizar, ante la injusticia, corrupción y desigualdad del mundo. Amén


“Escuchemos la Palabra de Dios como guía para el camino del bien, la unidad, la felicidad y la paz”

Viernes 04 de Marzo de 2016


“ESCUCHAR A DIOS Y AMAR SIN EXCLUSIÓN”

PRIMERA LECTURA
OSEAS 14,2-10

“No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos”

Así dice el Señor: "Israel, conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste por tu pecado. Preparad vuestro discurso, volved al Señor y decidle: "Perdona del todo la iniquidad, recibe benévolo el sacrificio de nuestros labios. No nos salvará Asiria, no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos. En ti encuentra piedad el huérfano."

Yo curaré sus extravíos, los amaré sin que lo merezcan, mi cólera se apartará de ellos. Seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, arraigará como el Líbano. Brotarán sus vástagos, será su esplendor como un olivo, su aroma como el Líbano. Vuelven a descansar a su sombra; harán brotar el trigo, florecerán como la viña; será su fama como la del vino del Líbano. Efraín, ¿qué te importan los ídolos? Yo le respondo y le miro: yo soy como un ciprés frondoso: de mí proceden tus frutos. ¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda? Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

Ante las amenazas, ¿qué hacer?. Resulta que los dos vecinos más grandes, más terribles eran Egipto y Asiria; los israelitas tuvieron esta tentación: "Cuando nos ataquen lo Egipcios nos aliamos con los asirios y cuando nos ataquen los asirios nos aliamos con los egipcios". Pero Dios quería una cosa distinta, Dios no estaba de acuerdo en que ellos estuvieran buscando esas alianzas. Dios quería, sobre todo, que los israelitas buscaran la alianza con Él y confiaran en Él, pero eso no es lo que ellos habían hecho y por eso ellos dicen la oración que leímos en la Primera Lectura.
Ahí escuchábamos: "No nos salvará Asiria: no montaremos a caballo, no volveremos a llamar Dios la obra de nuestras manos". Porque ellos habían puesto su confianza en las alianzas con los grupos de poder, y ellos habían creído, que consiguiendo las armas fuertes de la época, es decir, los caballos, esa era el arma fuerte de la época, con eso ya tenían.  Y Dios les hace ver que si no tienen alianza con Él, entonces no importa que tengan las armas fuertes, no importa que tengan aliados fuertes, les va ir muy mal. Esta   enseñanza es también para nosotros. La fuerza no está en buscarse aliados que uno crea muy fuertes, la fuerza no está en buscarse armas que sean muy buenas, ahí no está lo principal; la verdadera fuerza está en Dios, en la alianza con Él.
Los israelitas, finalmente, no entendieron ese mensaje y finalmente, cuando ya estaban divididos, reino del sur y reino del norte, el reino del norte se perdió, se lo tragó vivo Asiria;  Israel de tanto estar buscando a ver quién le  protegía, con quién hacía alianza, Asiria lo desapareció y por eso sólo quedó el reino de Judá.
¿Qué fue lo que llegó hasta los tiempos de  Jesucristo? ¿Cuáles son nuestros aliados y en quién estamos poniendo nuestra confianza?. Los pactos no son lo más fuerte, ni las armas, lo más fuerte es Dios, y el que se vuelve a Dios de todo corazón, este encontrará el verdadero pacto y la verdadera fuerza.

SALMO RESPONSORIAL: 80
R. / Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.

Oigo un lenguaje desconocido:
"Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.
Clamaste en la aflicción, y te libré. R.

Te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojalá me escuchases, Israel! R.

No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor, Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto. R.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO

En la primera parte de este Salmo (vs. 2-6). el salmista invita al pueblo a celebrar una fiesta y a recordar las lecciones de la historia, para poder obtener las bendiciones divinas. La segunda parte (vs. 7-17) contiene un oráculo que el Señor dirige a Israel, en un tono de reproche y de promesa. En él, le recuerda sus beneficios y sus exigencias (vs. 9-11), lo amonesta por su obstinación (vs. 12-13) y le promete toda clase de bendiciones si escucha su Palabra. La fiesta cristiana también es un recuerdo de la historia de liberación y una constante invitación a ser fieles a Dios.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 12,28B-34

“El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás”

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos." El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El mandamiento más importante, el que lo resume todo, es el mandamiento del amor. Palabra que se dice fácilmente. Como pasa con muchas palabras, conceptos y categorías cuando se usan demasiado sin detenerse en su contenido preciso y profundo, la palabra “amor” ha perdido su verdadero significado y sus exigencias radicales. La expresión se utiliza para catalogar cualquier relación que muchas veces maquilla el egoísmo humano y las pasiones oscuras. Por eso vale la pena preguntarnos sobre lo que significa el amor. Jesús da grandes lecciones de amor no solo con sus palabras sino, sobre todo, con su vida. Revela el perdón y la misericordia para todos los seres humanos. Acoge a niños, mujeres, pecadores, adúlteras, publicanos y les brinda la oportunidad de la conversión a una vida nueva. Devuelve la salud y la esperanza a los enfermos. Se solidariza con las viudas y los empobrecidos. Enseña a compartir lo poco que se tiene para que se multiplique y alcance para todos. Lava los pies a los discípulos para mostrarles en qué consiste el servicio. Se entrega a la muerte por amor a su pueblo. Eso es el amor: servicio, perdón, reconciliación, compasión, solidaridad, justicia y, sobre todo, donación de sí mismo. ¿Qué signos del auténtico amor encuentras en tu vida y en la vida de tu comunidad?.

ORACIÓN
Gracias Señor, Dios Nuestro, por enseñarnos el verdadero sentido del amor, por tu amor infinito y perfecto, que se hace servicio, entrega, perdón, justicia, solidaridad, donación  hacia nosotros, danos fidelidad para ser tuyos, completamente tuyos,  y amarte a ti y a los demás  también como tú lo haces. Amén


“Cuando experimentamos el amor de Dios podremos invitar a otros a vivir en el amor”