lunes, 1 de junio de 2015

Martes 9 de junio de 2015


“SER LUZ DEL MUNDO”

PRIMERA LECTURA
2CORINTIOS 1,18-22

“Jesús no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"
Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero "sí" y luego "no". Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero "sí" y luego "no"; en él todo se ha convertido en un "sí"; en él todas las promesas han recibido un "sí". Y por él podemos responder "Amén" a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu. Palabra de Dios
REFLEXIÓN
 La relación de Pablo con la comunidad de Corinto fue bastante compleja y cargada de tensiones y desilusiones, así como también de algunas sorpresas gratas y amables esperanzas. Por eso nos extraña que la comunicación epistolar entre el apóstol fundador de esta Iglesia de Corinto y la comunidad por él fundada resultara también compleja y llena de situaciones que comprendemos bien en sus líneas generales pero cuyos detalles a veces se nos escapan.
Cuando el apóstol habla, por ejemplo, del consuelo de Dios o cuando dice, como hemos escuchado en el texto de hoy: "nuestras palabras no son hoy sí y mañana no", seguramente está aludiendo a reproches, indirectas o murmuraciones que ciertamente dificultaron su labor apostólica y le propinaron más de una amargura o disgusto.  Es bueno conservar esta escala "real" al recordar las condiciones en que nació el cristianismo, para no idealizar a seres humanos que, como nosotros, vivieron sus propias dificultades y produjeron sus propias decepciones. A veces sucede, en efecto, que cuando hablamos de "los primeros cristianos" dejamos volar una especie de romanticismo espiritual que no ayuda a comprender cuál es el verdadero lugar de la fidelidad y de la gracia de Dios en la vida de ellos y en nuestra propia vida.
En el breve pasaje de hoy en la primera lectura, por ejemplo, Pablo desea mostrar el fundamento de su propio testimonio apostólico en la indudable fidelidad de Dios. En Cristo se han cumplido "todas las promesas"; en él halla cimiento nuestra esperanza; en él es posible también para nosotros encontrar una fuente, una razón y una base para ser fieles.
SALMO RESPONSORIAL: 118
R./Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Tus preceptos son admirables,
por eso los guarda mi alma. R.

La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.

Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.

Vuélvete a mí y ten misericordia,
como es tu norma con los que aman tu nombre. R.

Asegura mis pasos con tu promesa,
que ninguna maldad me domine. R.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame tus leyes. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Por su gran extensión y su estructura singular, este Salmo se distingue notablemente de todos los demás. En términos generales, se lo puede definir como una meditación sapiencial sobre las excelencias de la "Ley del Señor". Pero el salmista no expone su pensamiento en un tono impersonal, sino que reitera constantemente sus expresiones de amor y fidelidad a la voluntad divina, y suplica al Señor que les dé nueva luz y lo consuele en aflicciones de la vida

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,13-16

“Vosotros sois la luz del mundo”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La sal es garantía de incorruptibilidad, pues sirve para evitar que las carnes se corrompan; además, da sabor a los alimentos. Según este dicho de Jesús, los discípulos son como la sal, que garantiza esta alianza de Dios con la humanidad. De su fidelidad al programa de Jesús depende que se lleve a cabo la liberación de la humanidad. Si la sal se pone sosa, esto es, si los cristianos no son fieles al plan de Dios, no sirven para nada; han perdido su razón de ser en este mundo, se vuelven inútiles, mereciendo el desprecio de los hombres - sólo sirve para tirarla y que la pise la gente- haciendo imposible su liberación. La luz representa en la Biblia la gloria o esplendor de Dios que, según Isaías 60,1-3, había de brillar sobre la ciudad santa de Jerusalén, sobre Israel, sobre la Ley y el Templo. Ahora son los cristianos los que tienen que hacer presente ese esplendor de Dios en el mundo. La gloria de Dios se manifiesta en el modo de actuar de los que siguen a Jesús, esto es, en sus obras en favor de los pueblos y de su liberación.

ORACIÓN
Señor ayúdanos a estar cada vez más impregnados de tu Espíritu para ser sal y luz en el lugar donde nos pongas,  que con lo que nos provees podamos dar sin restricción, con generosidad, para que se continúen las obras de servicio en amor para los más necesitados;  haznos fieles propagadores de tu Evangelio, tanto con nuestras palabras pero sobre todo con nuestro testimonio de vida. Amén.


“Difunde en medio de las tinieblas de la indiferencia, el individualismo  y el egoísmo, la luz del amor de Dios que siempre piensa en el otro”  

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