lunes, 1 de junio de 2015

JUNIO 2015

TESTIMONIO DE UN AMOR GENEROSO

Como introducción a la llave de bendición correspondiente a este mes que es sobre la “GENEROSIDAD”, que encontraran al final de la cartilla, quisiera compartirles un testimonio que conocí hace varios años. El lugar, el centro de Bogotá, en un restaurante, una mamá con tres hijos pequeños, con imagen de mendigos harapientos. Pedían comida en el restaurante. La madre era la que intercedía por el alimento; simplemente pedían un poco de comida. La respuesta de varios comensales de las mesas fue de rechazo, con una cara de molestia, algunos respondían: “vayan más bien a trabajar y no molesten más”. Aparece el dueño del restaurante con voz de autoridad, también repetía “aquí no hay nada y mucho menos para pordioseros como ustedes.” Por fin, una mujer de rostro muy amable se levantó y les dijo: “veré si consigo algo para ustedes “, y regreso en unos minutos trayendo algunos panes que la madre repartió con los hijos y una bolsa de leche, mientras la mirada de casi todos los que nos encontrábamos en ese lugar estaba puesta y en expectativa a ver que iba a suceder con esos alimentos.
Estos niños quizás de 5, 7 y unos 10 años no lo podían creer. ¡Qué fiesta, comida por fin, en medio de tanta hambre! La madre con sus hijos se sentaron en la acera de la calle.  Tal vez el más pequeño le dijo a la mujer (madre): “Madre, toma primero tú, leche que no has comido pan, la mujer con una sonrisa se llevó la bolsa de leche a su boca, y apretaba sus labios fingiendo como que tomaba la leche y decía: “¡Uy, que leche tan rica!”, cediendo la bolsa dijo,“ahora toma tú”. El más pequeño tomaba la leche con un gran sorbo y volvía a darle a uno de sus otros hermanos y este una vez más se la entrega a la madre para que tomara, quien repetía el mismo truco haciendo que tomaba y regresaba la bolsa al más pequeño. Al cabo de unos segundos, la bolsa de leche se había acabado, los tres pequeños habían comido pan y tomado leche, parecían satisfechos. Con la bolsa de leche vacía la madre soltó una sonrisa y dio como un salto a la mitad de la calle bailando de alegría.
Continúo jugando alegremente con sus hijos, sin haber probado ni un pedazo de pan ni bebido ni una gota de leche, feliz de haber hecho una noble y generosa acción, signo de amor. Se le veía radiante, quizás con el estómago vacío pero con el corazón lleno de alegría. Iba con la naturalidad de quien no hace nada extraordinario, aún mejor, con la simpleza de quien está acostumbrado a hacer cosas extraordinarias con la mayor naturalidad.
Con el sacerdote que compartía (Charly García) quedamos impactados habíamos visto en medio del dialogo sobre teología el amor en acción, el sentimiento hecho generosidad. De aquella madre y su testimonio de amor, podemos aprender una gran lección: “definitivamente, quien da, es más feliz que quien recibe”. Es así como se ama, sacrificándose, y a veces renunciando con naturalidad,  con tal diligencia, con tal discreción, que los demás ni siquiera se dan cuenta ni agradecen el servicio que prestamos.
Esto no es nuevo, para nosotros los seguidores y seguidoras  de Jesús, la Biblia ha enseñado que “Mejor es dar que recibir “(Hech. 20,35) y Jesús enfatizó´: “De gracias recibiste, dad de gracia” (Gratis lo recibisteis, dadlo gratis)  (Mat. 10,8).
Para concluir quisiera proponerte una fórmula de vida, que no falla. Aunque sé que algunos no van a estar de acuerdo, quizás les suene a masoquismo. Pero te invito a que la tengas en cuenta, la creas y especialmente  la practiques, Nunca la olvides, recuerda siempre: “Primero Dios; segundo los demás y tercero yo” 
Dios los bendiga
Roberto Zamudio


PROMESA BÍBLICA DEL MES
M e j o r   e s   d a r   q u e   r e c i b i r”
HECHOS 20,35.

SEXTA LLAVE DE BENDICIÓN: LA GENEROSIDAD

Continuamos en este mes con nuestro tema sobre las llaves de la bendición; tratando de reflexionar una herramienta o llave  a veces incomprendida y desconocida que nos aleja de la bendición de Dios, esta llave es: “LA GENEROSIDAD”. Entendamos LA GENEROSIDAD como el arte o acción desinteresada de ayudar o compartir con alguien. LA GENEROSIDAD es la esencia del amor; y si la Biblia nos dice que Dios es amor  (1ra Jn 4,7-8) entonces, podemos afirmar con certeza,  que la fuente u origen de la generosidad es el mismo Dios. Y en la escritura encontramos en qué consiste la generosidad de Dios:  “Es darse a sí mismo por amor al ser humano, en la cruz”. Ahora te invito a que reflexionemos en torno a algunas generosidades o riquezas que Dios nos ha dado:
1.      LA VIDA:  La vida es la riqueza primordial, o el tesoro más importante que Dios nos ha entregado en su amor ( Hechos 17, 24-25). Dios es el autor por generosidad de la vida, por ello en un primer momento tenemos que reconocer, valorar y dar gracias a Dios todos los días por la vida. Aplico la llave de la generosidad cuando soy capaz de valorar, agradecer y disfrutar el regalo de la vida que Dios me ha dado; no viviendo tacaña o avaramente conmigo mismo, ni siendo egoísta con los demás, disfruto la vida cuando reparto y comparto con los demás todo lo que Dios me ha dado.
2.      EL TIEMPO:   Pocas personas valoran, disfrutan y saben administrar sabia y correctamente las horas de cada día (Salmo 90,12).  El tiempo no es tuyo es un regalo de Dios; por eso valorémoslo, usémoslo y administrémoslo sabiamente con generosidad y no con tacañería. A cada asunto que tenemos pendiente para solucionar o despachar, démosle  todo el tiempo que sea necesario.
3.      LOS TALENTOS O CARISMAS:  Entendiendo que son  simpatías , fortalezas o facilidades para desarrollar algo de la mejor manera. Más adelante hablaremos de otra llave que está relacionada pero no hay que confundirla, la llave de la productividad. Aunque ambas llaves se pueden usar de forma simultánea son diferentes. Productividad es por algo que hago; GENEROSIDAD es por algo que entrego. “ Productividad es recibir y hacer; GENEROSIDAD es dar y entregar” (Mateo 25,14-15).
4.      LAS POSESIONES Y LAS FINANZAS:  No se debe confundir finanzas con posesiones porque no significan lo mismo. El trabajo es una posesión y por lo tanto, puedo decir: “voy a posesionarme del nuevo cargo”. Tu sueldo o salario es la finanza, lo que recibes por tu trabajo. A veces resulta lamentable la situación de muchas personas, entre ellas creyentes ( discípulos), cuyos problemas son las finanzas. ¿Porqué, qué es lo que está fallando?, ¿Por qué razón los recursos económicos no alcanzan y hay tanta deuda?. Algunos tienen posesiones pero no tienen finanzas. La Biblia como siempre nos da luces sobre este tema:   “ Ustedes siembran ( trabajan) mucho pero cosechas poco, comen, pero no quedan satisfechos; deben pero no llegan a saciarse; tienen muchos abrigos y se visten pero no logran abrigarse; y al jornalero se le va su salario como por saco roto” (Hageo 1,6). Cualquier parecido quizá con tu vida y mi vida, tu familia, con algunas personas de hoy, no es mera coincidencia. El mismo versículo 9 del capítulo 1 de Hageo nos dice también varias cosas. ( Leámosla en nuestra Biblia). Algunos no han entendido una verdad concreta y sencilla: que no somos dueños de nada ni de nadie en esta vida, que somos “simples administradores”. Hablando desde el tema de la generosidad que somos administradores, te invito a reflexionar sobre algunas características o requisitos sobre el buen administrador. Dios el dueño de todo instituyo unas condiciones o requisitos para sus administradores: A. FIDELIDAD: Al igual que el amor y la amistad, esta es una palabra en completo desuso (1ra de Corintios 4,2, Mateo 25, 21-23). B. VOLUNTAD O DESEO DE COMPARTIR: (Romanos 12,13). Hay personas que creen que se generoso y hacer la gran obra de misericordia consiste en dar las unas cuantas monedas en la esquina a un drogadicto dizque para un pan, cuando lo que necesita este es usar estas monedas para comprar una jeringa y volverse a dopar. Antes de dar tienes que investigar a quien le estás dando. Otros se prestan y se hacen cómplices al cada día negocio sucio de las mafias de la mendicidad. Por tanto el deseo de compartir no se trata de hacerlo de una forma irresponsable para que los problemas crezcan. C. VIVIR EN UNA CONTINUA SIEMBRA. La ley de la siembra y la cosecha es ineludible en el campo natural humano, y en la ley de Dios: “ No se engañen, de Dios nada puede burlarse, cada uno cosecha lo que ha sembrado” ( Gálatas 6, 6-7). Aquí no dice que alguien recibirá o recogerá lo que haya sembrado, sino claramente que lo que siembras, exactamente eso que siembro, es lo que voy a recoger como cosecha, y esto en la vida no tiene vuelta de hoja, se cumple de forma inexorable. Si siembras amor, recoges amor; si siembras odio, recoges odio, siembras generosidad, recoges generosidad. D. SER GENEROSO (Lucas 6,38) Aquí quizás tocamos fondo, quizás puedas estar en desacuerdo, pero no puedes discutir con Jesucristo. Jesús no dice pide para que te den, sino “Da primero para que puedas recibir después”. Nunca se recibe sin antes dar. El que da recibe y ¿Qué es dar?. Es usar la llave de la generosidad para abrir la puerta de la bendición.

Algunas exageraciones, o corrientes teológicas falsas sobre la generosidad:
-          La Teología de la miseria:  Es un eco que late en el inconsciente colectivo de una predicación de miseria medieval en algunas culturas, según la cual no se puede conquistar el Reino de Dios sino a través del sufrimiento, dolor y pobreza.
-          La mal llamada Teología de la prosperidad: A esta corriente se han afiliado muchos llamados sicarios de púlpito, ladrones y sinvergüenzas que muchos han terminado en la cárcel por convertir la espiritualidad y camino de la fe  en un banco de comercio y fuente de ganancia. Es lo que quizá podríamos llamar hoy el “Orlando” o la “Disneylandia” cristiana, el sueño americano de la fe o cosas así. Es una tendencia muy peligrosa, quererse hacer rico a través del evangelio.
-          Una práctica u Ortodoxia equilibrada: esto es lo único cierto , sensato y verdadero:   Ni teología de la miseria ni teología de la prosperidad, quizás mejor como lo afirmo el sociólogo Max Weber “Mejor la ética del trabajo y la fe” y el compartir.    
Reflexionando ya al final te propongo una péqueña evaluación:
¿Cuál fue tu último acto de generosidad? ___________________________________________
¿Cuál  fue la motivación de tu acto de generosidad? ___________________________________
¿Has visto la bendición de Dios cuando has sido generoso(a)____________________________
¿Doy al Señor en su obra la ofrenda ( Diezmo)? ______________________________________
¿Doy generosamente y con alegría? ________________________________________________

“EL QUE SIEMBRA ESCASAMENTE, ESCASAMENTE COSECHARÁ, EL QUE SIEMBRA EN ABUNDANCIA, EN ABUNDANCIA COSECHARÁ” ( 2da Corintios 9,6-15 )
CONCLUSIÓN : “EL BUEN ADMINISTRADOR GENEROSO  QUE OBEDECE  Y CUMPLE LAS CONDICIONES, RECIBE LAS BENDICIONES”             

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Buen Señor, una vez más estoy aquí para agradecerte, bendecirte y adorarte. Iniciando este nuevo día, te clamo, me guíes, dirijas y bendigas mi vida integral con la fuerza de tu Espíritu Santo. Reconozco en este día y a esta hora que necesito de ti, que sin tu presencia mi vida no tiene sentido o razón; sin tu amor dentro de mi hay un vacío y una tristeza muy grande que nada ni nadie me puede llenar y quitar. Por eso hoy necesito de tu vida y bendición en mí existir; necesito de tu luz, sabiduría, valor y fuerza para hacer frente  a cada una de las tareas y retos que este día me traerá. Gracias de antemano, Señor, porque sé que tu amor y tu gracia me acompañaran, gracias porque tú me darás la inteligencia que necesito, las palabras que van a ser para otros bendición  a través mío, me darás la decisión y disciplina para saber gobernar mis emociones y no decir ni hacer nada que te ofenda y haga daño a los demás. Gracias por tu generosidad inmensa, que es la llave de bendición que en este mes estaremos reflexionando. Ayúdame a responder a tu generosidad con una generosidad abundante. Acompáñame y protégeme con la fuerza de tu Espíritu y tus ángeles guardianes. Que en tu nombre Señor Jesús, nada ni nadie pueda hacerme daño, robar tu paz y bendición. Contigo en mi vida quiero estar listo(a) para luchar y lograr los objetivos que me he propuesto. Te amo Señor, creo, confío y espero en ti; y en tu nombre salgo a conquistar tu bendición y felicidad en este día. Amén       
 
ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Amado Padre Dios, una vez más finalizando este día, busco tu presencia;  quiero agradecerte, alabarte y adorarte por todo lo vivido durante este día. Gracias por la vida, tu generosidad, el alimento, el trabajo y aún las adversidades y tristezas vividas en este día. Antes de ir al descanso, también quiero pedirte perdón por los errores negligencias cometidas durante este día. Ruego a ti que mientras descanso en tu amor, tú continúes tu obra santificadora, restauradora, sanadora, liberadora que un día iniciaste en mí. A esta hora en que me preparo para el reposo quiero entregarte a todos los míos a los distantes y a veces olvidados, y especialmente a las personas que en el pasado o tal vez hoy me hicieron daño, por favor bendíceles, te entrego también a esta hora a todos los sufrientes; me uno aún en medio del descanso a muchas cadenas de oración intercesora que clamamos tu bondad y misericordia.  Quiero dormirme con la certeza de que tú estás conmigo, no me abandonas, y que mañana tienes reservado para mí y mis familiares y amigos  un bonito día de abundante bendición. Amén.

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