miércoles, 1 de abril de 2015

Viernes 24 de Abril de 2015


“CONVERSIÓN, OBRA DE ARTE DEL AMOR DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 9,1-20

Es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a los pueblos
En aquellos días, Saulo seguía echando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse presos a Jerusalén a todos los que seguían el nuevo camino, hombres y mujeres.
En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente, una luz celeste lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?" Respondió la voz: "Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad, y allí te dirán lo que tienes que hacer." Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión: "Ananías." Respondió él: "Aquí estoy, Señor." El Señor le dijo: "Ve a la calle Mayor, a casa de Judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista." Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre." El Señor le dijo: "Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre." Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo." Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y lo bautizaron. Comió, y le volvieron las fuerzas. Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Al leer  hoy este extenso  relato de la conversión de Pablo, uno no sabe que admirar más: el plan sorprendente de Dios, la respuesta de Pablo o  la actitud acogedora de la comunidad de Damasco. La iniciativa ha sido de Cristo Jesús. Pablo era de las últimas personas que uno esperaría que fueran llamadas como apóstoles de Cristo. Dios nos sorprende siempre: tanto en el AT como en el NT, la elección que hace de las personas parece a veces la menos indicada para los fines que se pretenden conseguir. : "Soy Jesús, a quien tú persigues” elegir como testigo suyo al que más está persiguiendo a su comunidad? Ante las reticencias lógicas de Ananías, Jesús responde defendiendo a Pablo: : "Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre”
SALMO RESPONSORIAL: 116
R. / Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO

Este es el más breve de todos. Se ubica dentro de los Salmos conocidos como los Salmos Hallel. Comienza con el Salmo 114, y finaliza en el Salmo 119.  Eran cantados en las tres grandes fiestas: la fiesta de la Pascua; la de Pentecostés, y la de los Tabernáculos. En la fiesta de la Pascua la copa era pasada siete veces, y entre cada vez que se pasaba, los que estaban reunidos cantaban uno de estos salmos. Algunos expositores Bíblicos dicen que los Salmos 114 y 115, eran cantados antes de la comida y, después de la comida se cantaban los 116 y 119. No tiene mayor importancia cómo los distribuían; lo importante es recordar que estos Salmos se cantaban en esa ocasión. Mateo 26:30 nos dice: Después de haber cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. Este Salmo 116 no es solo el más breve. Es también el capítulo más breve de la Biblia. A causa de ello existe el peligro de pasarlo completamente por alto.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,52-59
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Entonces Jesús les dijo: "Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre." Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El texto que leemos este día es muy claro: Jesús entrega su carne y su sangre por la vida del mundo. Cuando Juan habla de “carne” se está refiriendo sencillamente al “hombre”, al ser humano real y concreto que se encuentra inmerso en la historia, al ser humano en toda su fragilidad. Ser “carne” es vivir como hombre, sentir como hombre; es tener un cuerpo mediante el cual es posible expresarse. Jesús entonces es carne, es un ser humano, es un hombre real que se entrega totalmente por nosotros, porque comprende su existencia orientada no para sí mismo, sino para los otros. Miremos como el Maestro se vale de esta realidad cotidiana y necesaria del ser humano para proponer la comida y bebida verdaderas que implica entrar en comunión con él. Por lo tanto, cuando Jesús afirma que es necesario “comer” su carne y “beber” su sangre para tener vida eterna, está diciendo que es fundamental identificarnos, unirnos profundamente a él, ya que él nos comunica la vida y, al unirnos a él, aprendemos a actuar como él. –De tal manera que la relación del creyente con Jesús no depende de una simple adhesión de orden ideológico o emocional. Esta relación implica alimentarse con su misma persona, que es la auténtica Palabra del Padre; dejar que la Palabra cobre vida y fuerza en el interior del creyente.
¿Preguntémonos hoy cómo vivimos la auténtica comunión con Jesús? ¿Es una adhesión meramente sentimental, emotiva, superficial y momentánea? La comunión con Jesús, ¿nos lleva a un compromiso fiel y radical con el reino?

ORACIÓN
Ayúdanos a entender que tu eres el alimento bajado de la dimensión del Dios amor, y que por eso  tu Cuerpo y tu Sangre son fuente de vida para quienes anhelamos caminar contigo, haciéndonos más humanos, espirituales y conscientes de nuestras debilidades, pero con un gran ánimo para servir y llevar tu Palabra inmersa en nuestra realidad. Amén.

“Dios moldea al ser humano y lo hace bello, no es un momento emocional o pasajero, sino un cambio definitivo, que debemos cuidar para que no se rompa”


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