miércoles, 1 de abril de 2015

Martes 28 de Abril de 2015


“CONOCER A CRISTO CON PROFUNDIDAD PARA APROVECHAR SU RIQUEZA”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 11,19-26

“Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles el Señor Jesús
En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Este capítulo 11 de los Hechos de los Apóstoles,  tiene una gran importancia, podemos decir que es como un punto de inflexión, es aquel lugar donde se toma un rumbo nuevo, un enfoque nuevo,  marcando  el tiempo en que la comunidad cristiana se abre al mundo no judío. Será un proceso que tiene varias etapas, un proceso que no carece de tensiones.
Encontramos en el texto del día de hoy cómo la persecución a la que fueron sometidos los cristianos de Jerusalén, los llevó hasta tierras de lo que hoy es Siria, y entonces allá, en Antioquía de Siria, por primera vez los llaman los "cristianos", "los seguidores de Cristo", y es también allá donde abiertamente se empieza a predicar el mensaje a unos que no son de raza judía. Poco a poco vemos cómo el Espíritu de Dios vence todo tipo de barreras, y nosotros tenemos que tener esta confianza, esta esperanza, este optimismo, incluso esta alegría;  tenemos que tener la certeza de que el Espíritu es capaz de vencer las barreras de los prejuicios, de los resentimientos,  del odio y es capaz de instaurar  la civilización del amor, en la cual el reinado de Jesús y la conciencia del Evangelio se hacen realidad.  

SALMO 86
R. / Alabad al Señor, todas las naciones.

Su cimiento está  sobre el monte santo;
el Señor prefiere las puertas de Sión
 más que todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
 ciudad de Dios! R.

"Contaré a Egipto y a Babilonia
 entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes, han nacido allí."
Se dirá de Sión: "Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado." R.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
"Éste ha nacido allí."
Y cantarán mientras danzan:
"Todas mis fuentes están en ti." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Éste es un Salmo de los hijos de Coré y no para los hijos de Coré. Es una canción que trata sobre Sion, la ciudad de Dios, y habla de la gloria futura de Jerusalén, considerada como la patria de todos los pueblos, representa una visión universalista de la salvación. Esta visión se realiza plenamente en la iglesia, que se convierte, gracias a Cristo, en la patria de todas las personas  de todas las razas y pueblos.    
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 10,22-30

“Yo y el Padre somos uno”
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente." Jesús les respondió: "Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús participa en la fiesta de la dedicación o purificación del Templo. Sus interlocutores son nuevamente las autoridades judías. El tema de conversación se centra en la pregunta de éstos por la legitimidad mesiánica de Jesús, quien les responde en forma categórica: las obras que realiza dan testimonio de él porque las hace en nombre del Padre. Pero sus oyentes se resisten a creer y aceptarlo como el Hijo enviado del Padre. Nuevamente utiliza la comparación con las ovejas. Los dirigentes judíos, al no creer, no pertenecen al grupo de Jesús; mientras quienes han creído conocen la voz (Palabra) del verdadero pastor y le siguen. Nuevamente Jesús subraya la íntima comunión con el Padre como garantía suprema de la autenticidad de su misión.
Qué difícil es para quien se cree seguro en sus convicciones aceptar la novedad del Evangelio. Los ojos se enceguecen, los oídos ensordecen y los pies se paralizan aferrados a tradiciones que impiden reconocer en Jesús al enviado de Dios. La invitación del Señor es a abrirnos a la novedad del reino y dejarnos arrebatar por él. ¿Estás dispuesto/a a dejarte seducir por Jesús y su mensaje, con todas sus novedosas consecuencias?. 

ORACIÓN
Gracias Señor Jesús porque nos enseñas que el Padre y Tú anhelan hacernos las ovejas de su rebaño. Ayúdanos a comprender y vivir el verdadero sentido de la comunidad que les ama hasta el extremo, siendo  testimonio en justicia,  servicio,  misericordia y demás valores que hacen parte de su hermoso Reino. Amén.

“Oración, Palabra y comunidad, llaves básicas para descubrir la esencia de Dios y superar un cristianismo tradicional y sin mayor impacto en nuestra vida.


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