Cuarto
Domingo de Pascua
El
Buen Pastor
"EL
PASTOR QUE AMA CON EL AMOR DEL PADRE"
Hoy celebramos la
fiesta del Buen Pastor, en muchos momentos y lugares vemos en la Biblia diferentes pastores;
con la palabra «pastor» se designaba en el Antiguo Oriente con
frecuencia también a los reyes, tanto en el arte de Mesopotamia como en el
griego se encuentra la figura del pastor llevando a hombros un cordero, en el
Antiguo Testamento Dios le encomienda a David la tarea de pastorear a su pueblo
Israel (2Sam 5,2); Ezequiel contrapone
los dirigentes de Israel -que se apacientan a sí mismos en lugar de apacentar a
sus ovejas- con el Señor, como modelo de pastor (Ez 34,1-10.12). El evangelista
Juan hoy nos presenta a Jesús como «buen pastor», o «modelo de pastor». El pastor
modelo se define porque da su vida en función de las ovejas. Quien no ama a las
ovejas hasta ese extremo no es buen pastor.
PRIMERA
LECTURA
HECHOS
DE LOS APÓSTOLES 4,8-12
“Ningún otro puede
salvar”
En aquellos días,
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "Jefes del pueblo y ancianos:
Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar
qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a
todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se
presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros,
los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede
salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos."
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Nos encontramos en el
contexto de la curación del paralítico. El paralítico pertenecía a la escuela
del Templo y de la Ley, pero nunca había superado su situación de enfermedad y
no había podido participar plenamente en el culto comunitario. Pedro y Juan le
devuelven la salud, lo integran a una comunidad nueva en el gozo y la alabanza
y testimonian su paso a la Escuela de Jesús, al rebaño del Buen pastor. Jesús transformó
su vida, le dio plenitud, porque Él es el Único Salvador.
SALMO
RESPONSORIAL: 117
R.
/ La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Dad
gracias al Señor porque es bueno,
porque
es eterna su misericordia.
Mejor
es refugiarse en el Señor
que
fiarse de los hombres,
mejor
es refugiarse en el Señor
que
fiarse de los jefes. R.
Te
doy gracias porque me escuchaste
y
fuiste mi salvación.
La
piedra que desecharon los arquitectos
es
ahora la piedra angular.
Es
el Señor quien lo ha hecho,
ha
sido un milagro patente. R.
Bendito
el que viene en nombre del Señor,
os
bendecimos desde la casa del Señor.
Tú
eres mi Dios, te doy gracias; / Dios mío, yo te ensalzo.
Dad
gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. R.
SEGUNDA
LECTURA
1JUAN
3,1-2
¡Veremos
a Dios tal cual es!
Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos
hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él
se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Palabra
de Dios.
REFLEXIÓN
En esta fiesta de hoy de la comunidad resucitada que celebramos el
rostro del amor de Dios en la vida del buen pastor, que da vida, alimenta,
anima y cuida sus ovejas, especialmente poniendo atención a la más necesitada y
enferma; esta segunda lectura dirigida a la comunidad joánica nos quiere hacer
resaltar el amor del Padre como pastor por todos nosotros. Dios que nos ha
constituido como sus hijos en Cristo Jesús, nos hace ver que aún será mayor su
bendición cuando entremos en comunión con Él, reconociéndole como único y soberano pastor, y con humildad y
sencillez declarando que somos ovejas suyas (discípulos). En Jesús el Buen Pastor hemos alcanzado la
filiación divina. Aunque el mundo nos rechace y no nos reconozca, nosotros sus
discípulos(as) somos ovejas de su rebaño. Hoy lo seguiremos sintiendo, como nos
guía hacia mejores pastos, alimentándonos con buen alimento; hasta que un día
en definitiva aparezca para llevarnos con Él para siempre, como sus ovejas
consentidas y entonces lo veremos tal cual Él es.
LECTURA
DEL EVANGELIO
JUAN
10,11-18
El Buen Pastor da la
vida por las ovejas
En aquel tiempo, dijo
Jesús: "Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas;
el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir el lobo,
abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a
un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a
las mías, y las mías me conocen, igual que al Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de
este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un
solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi
vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego
libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este
mandato he recibido de mi Padre." Palabra de Dios.
REFLEXION
Jesús ahora, vivo y
resucitado es nuestro Buen Pastor y no cualquiera: es el Único, el Bueno el
mejor y el más bello Pastor que podamos tener en nuestro camino al Padre. Por
eso el evangelio de hoy le atribuye unas
características especiales. En primer lugar, es el Pastor que nos conoce
íntimamente y se deja conocer de nosotros. No es un asalariado, ni mercenario,
que trabaja por dinero y huye ante los peligros. A Jesús le interesa cada uno
de nosotros, nos conoce por el nombre, sabe nuestra historia, nuestras
cualidades y valores, nuestras debilidades y problemas. Como decía San Agustín :
“Nos conoce más íntimamente de lo que nosotros nos podemos conocer” . Pero,
también se ha dado a conocer a nosotros por sus palabras y sus acciones de
poder a favor nuestro. Hemos escuchado su voz, nos hemos hechos sus discípulos
y cada día le conocemos y amamos más.
En segundo lugar,
Jesús es el Pastor que da su vida por nosotros. No sólo la dio en la cruz, sino
la sigue dando a cada instante, en la Eucaristía, en la Palabra, en su
preocupación por nosotros, en su compañía permanente junto a nosotros. Como
Resucitado, nos ofrece Vida abundante, porque Él es vida (Jn 14,6). En tercer
lugar, dos veces insiste en que “él entrega la vida” y lo hace libremente:
nadie se la quita. Por el contrario, es Él quien tiene poder para quitarla y
poder para recuperarla. Es, por lo mismo, el Dueño y el Señor, y nosotros somos
suyos. Por último, en el lenguaje propio del pastoreo, nos dice que tiene otras
ovejas que no son de su redil. A ellas quiere traer, a ellas quiere hablar y
escucharan su voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Es la tarea que falta por hacer, y en
la que tenemos un compromiso misionero: lograr que muchos otros conozcan y
sigan a Jesús como a su Pastor.
ORACIÓN
Gracias Señor por ser
nuestro Buen Pastor, porque tu nos amas incondicionalmente; hoy declaramos que
nada nos falta, ni nos faltará, gracias porque nos apacientes, nos cuidas, nos
sostienes y nos sanas; enséñanos siempre
a saber reconocer tu voz en medio de
tantas voces. Oramos y pedimos una bendición especial también, por todos los
Pastores de nuestras iglesias, nuestro país, comunidades, familias, por todos
los pastores que en algún momento has puesto en nuestro camino y te pedimos nos ayudes a ser Buenos
Pastores para todo el que nos necesite. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: