miércoles, 1 de abril de 2015

Miércoles 15 de Abril de 2015


.“AMOR Y LIBERACIÓN, DONES DE DIOS PARA LA HUMANIDAD”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5,17-26

Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo
En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido -la secta de los saduceos-, llenos de envidia, mandaron prender a los apóstoles y meterlos en la cárcel común. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los sacó fuera, diciéndoles: "Id al templo y explicadle allí al pueblo íntegramente este modo de vida."  Entonces ellos entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Llegó entre tanto el sumo sacerdote con los de su partido, convocaron el Sanedrín y el pleno de los ancianos israelitas, y mandaron por los presos a la cárcel. Fueron los guardias, pero no los encontraron en la celda, y volvieron a informar: "Hemos encontrado la cárcel cerrada, con las barras echadas, y a los centinelas guardando las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro." El comisario del templo y los sumos sacerdotes no atinaban a explicarse qué había pasado con los presos. Uno se presentó, avisando: "Los hombres que metisteis en la cárcel están ahí en el templo y siguen enseñando al pueblo." El comisario salió con los guardias y se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Seguimos el comportamiento de la primera comunidad y de los discípulos, seguimos el apostolado que está en cabeza de Pedro. Y nos encontramos hoy con que, de nuevo, han ido a parar a la cárcel los apóstoles.  Los ha mandado detener el Sanedrín, sobre todo el grupo de los saduceos. Pero el ángel del Señor les libera y les anima a seguir dando testimonio. Se repite a dinámica de la Pascua de Jesús: la muerte y la resurrección, la persecución y la liberación. Y  los apóstoles obedientes una vez más, e íntimamente convencidos de lo que hacen, -se ponen a enseñar en el templo- ya de buena mañana. La obra de Dios sigue adelante: no tiene barreras. Las autoridades tienen que volver a mandar que los detengan, aunque con miedo al pueblo.  A la fe en Cristo Jesús que predican, los apóstoles la llama el ángel: “ese modo de vida”. Y es que no se trata sólo de conocimiento, sino un estilo que revoluciona la vida entera de los seguidores de Jesús.
SALMO RESPONSORIAL: 33
R. / Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Este es un Salmo didáctico de forma alfabética. El   salmista nos participa su experiencia del amor de Dios y nos invita a hacer nosotros mismos esa experiencia. Jesús, más que nadie en este mundo, puede hablarnos del amor de Dios y puede hacérnoslo comprender en toda su profundidad.  

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 3,16-21
Dios mandó su hijo para que el mundo se salve por Él
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La  Palabra de Dios nos plantea hoy nuevamente el amor incondicional de Dios a la humanidad. El ama porque es esencialmente Amor. Por eso nos envió a su Hijo; no para que muriera, sino para que nos salvara; no para juzgar al mundo, sino para que, creyendo en él, todos participen del plan de Dios. La salvación consiste en entrar en ese plan y comprender que dar la vida es la mejor forma de encontrarse con el sentido trascendente de la vida misma. A quien se deja llevar por esa corriente de vida, Dios no lo juzgará: Lo acogerá en la vida abundante. A quien se aparte de este torbellino de la Vida y prefiera sus proyectos pequeños y egoístas, no hará falta que Dios lo juzgue ni lo condene, porque él mismo se estará apartando de la Vida.
Hoy, cuando la vida es amenazada en forma tan descarada y el amor se va desdibujando de las relaciones humanas y sociales, es urgente recuperar el sentido de la entrega que hizo Jesús. Los cristianos, hoy más que nunca, tenemos que dar testimonio de amor y entrega, allí donde Dios nos ha puesto a cumplir nuestra misión. Pongamos en las manos del Señor toda la Creación, para que, sensibles ante su deterioro, los seres humanos reconozcamos nuestras faltas de amor y las transformemos en compromisos de vida; para que así el mundo que Dios nos ha entregado pueda vivir plenamente, y en él los seres humanos de toda raza y cultura.

ORACIÓN
Cuan grande es el amor de Dios que sobrepasa todo entendimiento. Entregar a su Hijo único para que los seres humanos restablezcan la comunión con el Padre y comprendan el sentido de la vida en comunidad realmente no tiene comparación. Gracias  Señor por tu bendito amor y entrega,  ayúdanos a no apartarnos de ti ni de tu proyecto liberador y comunitario para toda la tierra. Amén.

“Que no se endurezca nuestro corazón, pues Él nos ha dado dones para ser seres de amor, de luz, no de oscuridad, ¡por eso Resucitó, Aleluya!”


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