“AUTORIDAD, SINÓNIMO DE SERVICIO
Y AYUDA”
PRIMERA
LECTURA
GÉNESIS
37,3-28
“Ahí
viene el de los sueños, vamos a matarlo”
José
era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una
túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás,
empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén
con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: "Tus hermanos deben estar
con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos."
José
fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos.
Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros:
"Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe;
luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus
sueños." Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo:
"No le quitemos la vida." Y añadió: "No derraméis sangre;
echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en
él." Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando
llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la
túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se
sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que
transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá
propuso a sus hermanos: "¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con
tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras
manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra." Los hermanos
aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo
sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos
se llevaron a José a Egipto. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
José, vendido por sus hermanos y llevado a Egipto, un hijo del
propietario muerto para conseguir la herencia; Jesús, crucificado por su
pueblo. En verdad las lecturas de hoy tienen el sello, la característica del
viernes.
Cada uno de los viernes de Cuaresma va anunciando ese viernes
definitivo en el que Jesús fue llevado a la cruz. Lo que quiere la liturgia de
la Iglesia es que al escuchar estas lecturas, nuestro corazón se vaya
preparando para escuchar la terrible iniquidad de la Cruz y el terrible amor de
la Cruz.
Prepararse para el Viernes Santo es preparar
el corazón para las dimensiones de la miseria humana y para las dimensiones de
la misericordia divina. Prepararse para el Viernes Santo es comprender la
terrible injusticia de los hombres y la hermosa Providencia de Dios.
Sabemos el desenlace del relato de José, aunque en estos capítulos
veamos cómo se amontonan las injusticias sobre su cabeza, luego descubriremos
que había un plan de Dios. Será precisamente José el que salve a sus hermanos.
Traicionado por ellos, por ellos ofendido y vendido, sin embargo su historia
maltratada está en la historia de salvación que Dios escribe. Pocas veces en la Biblia queda tan claro que
Dios escribe derecho en renglones torcidos. Hay que saber que están torcidos y retorcidos los renglones del corazón
humano, pero hay que saber que están derechos y justos y bellos los escritos de
Dios. Hay que saber que
nuestros propios renglones, las torceduras, los traumas, las heridas, los
pecados de nuestra vida, están retorcidos, pero hay que aprender a creer que en
esos caminos tortuosos, Dios escribirá también en nuestra vida, escribirá con
letra hermosa y con palabras derechas y bellas su amor.
SALMO
RESPONSORIAL: 104
Recordad
las maravillas que hizo el Señor.
Llamó
al hambre sobre aquella tierra:
cortando
el sustento de pan;
por
delante había enviado a un hombre,
a
José, vendido como esclavo. R.
Le
trabaron los pies con grillos,
le
metieron el cuello en la argolla,
hasta
que se cumplió su predicción,
y
la palabra del Señor lo acreditó. R.
El
rey lo mandó desatar,
el
señor de pueblos le abrió la prisión,
lo
nombró administrador de su casa,
señor
de todas sus posesiones. R.
OREMOS
CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU
CONTEXTO
Este
Salmo “histórico” es la proclamación de las maravillas que realizó el Señor
para la salvación de su Pueblo. Las acciones divinas se enumeran a partir
de la Alianza de Dios con Abraham (vs. 8-9), y el designio salvífico
es presentado como una prueba constante de la fidelidad de Dios, que lleva a su
cumplimiento las promesas hechas al Patriarca (vs. 44-45). La alabanza, la
acción de gracias y la obediencia a los preceptos divinos deben ser la
respuesta de Israel a la obra de Dios. Una parte de este Salmo se vuelve a
encontrar en 1 Crón. 16. 8-22, en el contexto de una acción litúrgica.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MATEO
21,33-43.45-46
“Éste
es el heredero: venid, lo mataremos”
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la
rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la
arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la
vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le
correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno,
mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que
la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo,
diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver
al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos
quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y
lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos
labradores?"
Le
contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la
viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y
Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a
vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos."
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que
hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo
tenía por profeta. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
De
manera abierta y decisiva Jesús les dice a los jefes del pueblo que “La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”. Declara Jesús de
este modo, cuál es su origen de quien procede su autoridad. La piedra
desechada, el Crucificado, se convierte en piedra angular, en el Resucitado.
Aquí está la lógica y la clave desde donde hemos de leer este pasaje evangélico
de hoy. En la muerte del Hijo quedan claros dos proyectos que están en lucha
permanente: nuestro egoísmo, marcado por la perversidad y por el acaparamiento,
y la bondad de Dios, marcada por su amor humanizador e ilimitado. El relato nos
presenta cómo se entrelaza nuestra infidelidad con la fidelidad de Dios, y
nuestro rechazo mezquino con su encarnación cargada de bondad y generosidad. –
En este tiempo de Cuaresma, pensemos seriamente cómo estamos viviendo el
seguimiento de Jesús y cómo continuamos su obra. Hemos de reconocer y acoger a
Jesús, de manera personal y comunitaria, como la verdadera y definitiva
manifestación de Dios en la historia. Pero esta aceptación ha de tocar todas
las esferas de nuestra vida: la razón, el corazón, los sentidos, los sentimientos
y actitudes, todo nuestro existir.
ORACIÓN
Amado Dios que en este
tiempo de reflexión, tu Espíritu nos ayude a ver si en nosotros(as) hay
aquellos sentimientos y actitudes de envidia, resentimiento por alguien,
traición, y todo aquello propio del desamor que como humanos podemos sentir y
hacer. Que el camino recorrido en esta cuaresma nos lleve a cambiar esto tan
inadecuado por actos de misericordia, solidaridad, perdón; a tomar decisiones
en ti y a transformar la vida en el amor. Amén
“Dios da a cada uno su
talento y su lugar para servir”
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