TERCERA LLAVE DE
BENDICIÓN: EL PODER DE LA PALABRA
“No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios” (Mateo 4,3-4).
Así como hay un pan material o físico, un alimento que
Dios nos provee; de la misma manera hay otro pan que da vida al espíritu, que
es la Palabra de Dios que sale de su propia boca y la palabra del ser humano
que se puede y debe convertirse en palabra de bendición. Veamos en tres formas
o manifestaciones como la Palabra de Dios se convierte en llave de bendición:
1.
LA PALABRA HABLADA EN
LA CREACIÓN:
Todo lo que existe fue creado por Dios, desde el poder de su Palabra. Dios no
solo pensó ni hizo las cosas, sino que ante todo habló y ordenó declarando la
Palabra: “Y DIJO DIOS” ( gen 1,3 -26)
2.
LA PALABRA ESCRITA: Así como hay una
palabra hablada en la creación, también hay una palabra escrita que se conoce
con el nombre de la Biblia, el libro o Sagrada Escritura. Palabra que fue
escrita por el hombre, el ser humano, pero inspirada siempre por Dios; total la
Biblia es Palabra Divina, pero también palabra humana. La Biblia es la
experiencia de fe que vive un pueblo. Palabra que le lleva a crecer en el
conocimiento de ese Dios, a celebrar su nombre y especialmente a hacerse
servidor para los otros, de esa Palabra. La Biblia, Palabra de Dios es el manual de vida para las
diferentes situaciones que tenga que enfrentar el discípulo(a). La Palabra nace
de la vida, se convierte en vida y tiene que descubrirse y desarrollarse en la
misma vida.
3.
LA PALABRA HUMANADA O
ENCARNADA:
Así como hay palabra en la creación, y palabra escrita en la Biblia, aparece la
Palabra definitiva y plena de Dios encarnada en Jesucristo el Señor: “En el
principio ya existía el verbo, y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios
“(Juan 1,1-3). Verbo en el griego logos, significa “Palabra en acción”. Si se
compara a Juan 1 con Génesis 1, se hallará un perfecto acuerdo. Todo fue creado
por el verbo, por la palabra en acción. Sin él nada de lo que ha sido hecho fue
hecho. Aquel verbo, logos, o palabra en acción que creo todas las cosas que
existen se hizo carne, se encarnó, fue un ser humano como tú y yo; en
conclusión Jesucristo es la Palabra de Dios hablada en la creación y escrita en
la biblia, convertida en un ser humano como todos nosotros.
Algunos efectos de la
Palabra de Dios o beneficios:
Ø La Palabra produce
salud y prolonga la existencia (Sal. 107,20)
Ø La Palabra es Espíritu
y da vida( Juan 6, 63)
Ø La Palabra da limpieza
( Juan 15,3)
Ø La Palabra ofrece
respuesta a la necesidad de la oración (Jn 15,7)
Ø La Palabra santifica
porque es Espíritu y Verdad (Jn 17, 17)
DIOS ENTREGA AL SER
HUMANO LA LLAVE DE LA BENDICIÓN DE LA PALABRA
En
el proceso de la creación observamos algo interesante; Dios no le pone nombre a
todas sus criaturas, sino que delega al ser humano en este caso a Adán, el
poder de la Palabra para hacerlo (Gen. 2, 19-20)
Dios
el Creador le da al ser humano la capacidad de elegir a través de la palabra
que salga de su boca la bendición y la maldición (Deut. 11,26). En castellano
el vocablo primitivo que se refiere a bendecir, significa bien-decir o
decir-bien. Comúnmente entendemos
maldecir como anatema o condenación, pero exclusivamente es: decir mal o hablar
mal. Desde los tiempos primitivos el Señor viene hablando de este asunto (Deut.
30 y 31).
Reflexionando
en torno a estos textos valdría la pena el preguntarnos ¿Hacia qué lado abrir
la llave de la Palabra? Nosotros podemos escoger libremente hacia las tinieblas
o hacia la luz, hacia la muerte o la vida, hacia la bendición o hacia la
maldición.
Quisiéramos
invitarte a reflexionar con algunos textos bíblicos el efecto o las obras de la
lengua o palabra en la boca del ser humano: Prov. 10,6; Prov. 11,11; Prov. 12,18; Prov. 13,3; Prov.
15,1; Prov. 16,23.
El
poder de la Palabra que salida de la boca de Dios pasa por la nuestra: Marc.
1,23-24.
Que
sea la Palabra de Dios, para nuestra vida, la voz que nos habla en la mañana,
nuestro consejo cada día y en las pruebas quien nos guía.
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