domingo, 1 de marzo de 2015

Sábado 21 de Marzo de 2015


“OIR Y CONOCER A JESÚS: ENTRAR EN LOS CAMINOS DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 11,18-20

“Yo, como cordero manso, llevado al matadero”

El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó lo que hacían. Yo, como cordero manso, llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que contra mí planeaban: "Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más." Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, pruebas las entrañas y el corazón; veré mi venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

Jeremías, en medio de su angustia y temor, sólo cuenta con Dios. Es el cuadro que conocemos; la realidad que viven millones de personas, inocentes, perseguidas, desplazadas, pobres, cuyas vidas experimentan la desesperanza. Este texto pertenece a lo que se ha dado en llamar “las confesiones de Jeremías”. El profeta proclama la libertad que guía la elección de Dios cuando recurre a los hombres para que hablen en su nombre. Toda la vida Jeremías lo testimonia: la palabra de Dios ha irrumpido en él y le ha obligado a proclamar por todas partes el derecho de Dios, aunque él sólo aspiraba a vivir tranquilo. El versículo 20 podría entristecernos. Sin embargo es sólo el reflejo del sufrimiento del perseguido, que desnuda su corazón ante Dios. Aunque parezca haber un recordatorio de la ley del talión, Jeremías no recurre a una acción de carácter punitivo, sino de abandono en el Señor. Evidentemente, Jesús dará un paso más, cuando ore por sus enemigos. Hay, por lo menos, un lugar en el que ningún hombre es olvidado: el Corazón de Dios. La confianza del profeta lo saca adelante y le hace superar la prueba. Que esta certeza sea nuestro consuelo, esperanza y confortación.

SALMO RESPONSORIAL: 7
R. / Señor, Dios mío, a ti me acojo.

Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame,
que no me atrapen como leones
y me desgarren sin remedio. R.

Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí.
Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente,
tú que sondeas el corazón y las entrañas,
tú, el Dios justo. R.

Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo,
Dios amenaza cada día. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
El salmista expresa su convicción de que Dios ama la justicia y aborrece la maldad y de que al fin el bien triunfará sobre el mal. Sus enemigos lo atacan injustamente, por eso confía en Dios. La historia de Jesús nos muestra que la victoria del bien sobre el mal no se realiza necesariamente en la vida presente de cada individuo. Pero el cristiano sabe también que el amor es más fuerte que la muerte.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 7,40-53

“¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?”

En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: "Éste es de verdad el profeta." Otros decían: "Éste es el Mesías." Pero otros decían: "¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?" Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: "¿Por qué no lo habéis traído?" Los guardias respondieron: "Jamás ha hablado nadie como ese hombre." Los fariseos les replicaron: "¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos." Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?" Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas." Y se volvieron cada uno a su casa.
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El mesianismo de Jesús fue cuestionado por sus propios paisanos. La gente tenía una manera particular de ver el mundo; se habían habituado a ver la historia desde unas lógicas propias y desde unos esquemas ya preestablecidos. Es un problema que vivió Jesús y que se vive igualmente en nuestro tiempo. Podríamos decir que uno de los fenómenos humanos más increíbles es el de la costumbre. Acostumbrarse a pensar de cierta manera y a ver el mundo de una manera particular, creyendo que es la única válida, es una actitud común a lo largo de la historia. Esto muchas veces nos cierra a la diferencia, nos vuelve enemigos de lo novedoso, hace que perdamos la posibilidad de vivir aprendiendo. Eso le sucedió a la gente del tiempo de Jesús: “De Galilea no puede salir algo bueno”. La actitud de aquella gente era propia de los que se sienten ya terminados en su proceso, los que creen que Dios no tiene ya nada más que decirles. Jesús, con su propuesta liberadora, sigue tocando nuestras vidas, nuestro corazón, nuestra historia. Hoy estamos llamados a acogerlo, a recibirlo en nuestra vida, y a estar abiertos a la novedad de cada tiempo y de cada lugar.

ORACIÓN
Señor, Tú eres nuestro Dios y el de nuestros hermanos (as)  en el Espíritu,  que seamos  capaces de decir públicamente con toda  certeza que te conocemos, y con nuestro testimonio   demostremos que te amamos y te seguimos, para que muchos otros lleguen a Ti. Amén.

“En el silencio Él nos escucha y habla a nuestras almas. En el silencio se nos concede el privilegio de escuchar sus voz ” (Teresa de Calcuta)



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