“VIVIR LA FE
CONTRA LA CORRIENTE”
PRIMERA
LECTURA
1CORINTIOS
7, 25-31
“¿Estás
unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer”
Hermanos:
Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como
hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien,
por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a
una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si
te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos
tales sufrirán la tribulación de la carne. Yá respeto vuestras razones. Digo esto,
hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen
mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los
que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no
poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque
la representación de este mundo se termina.
REFLEXIÓN
Sin duda, uno de los
reclamos más frecuentes a la Iglesia en nuestra época se refiere al celibato
obligatorio de los sacerdotes, una tradición que se remonta muchos siglos
dentro de la Iglesia Católica en Occidente. Pablo recomienda el celibato,
aunque no lo considera una obligación.
El punto central en la propuesta de Pablo es que si uno está enamorado de Dios,
convencido del poder del Evangelio y deseoso de servir a Cristo siempre y en
toda circunstancia, ello es más fácil y mejor para la persona que no tiene que
agradar a una pareja. No desconoce Pablo los bienes del matrimonio ni habla
nunca en contra de su dignidad y belleza pero es evidente a todos que una
persona casada, cuando de veras quiere entregarse al Señor, a menudo halla
dificultades en su propio cónyuge. Es bueno saber que el celibato obligatorio
para los sacerdotes podría terminar en la Iglesia Católica pues es una
disposición que viene de la misma Iglesia y que Ella podría cambiar. Pero
también es bueno saber lo que eso implica en términos de lo que hoy nos enseña
san Pablo. Quizá lo que nos falta no es cambio en la ley sino un cambio en
nuestra manera de amar al Señor.
SALMO
RESPONSORIAL: 44
R.
/ Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Escucha,
hija, mira: inclina el oído,
olvida
tu pueblo y la casa paterna;
prendado
está el rey de tu belleza:
póstrate
ante él, que él es tu Señor. R.
Ya
entra la princesa, bellísima,
vestida
de perlas y brocado;
la
llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la
siguen sus compañeras. R.
Las
traen entre alegría y algazara,
van
entrando en el palacio real.
"A
cambio de tus padres, tendrás hijos,
que
nombrarás príncipes por toda la tierra." R.
OREMOS
CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este
es un canto compuesto para la boda de un rey de Israel, idealizado
poéticamente, lo que permite leerlo en una perspectiva profética. La carta a
los Hebreos 1,8-9, aplica parte de este
salmo (“Tu trono, Oh Dios...”) a Cristo. La liturgia lo entiende todo en
sentido mesiánico. Cristo es el Rey de reyes y el Señor de Señores.
LECTURA
DEL EVANGELIO
LUCAS
6, 20-26
“Dichosos
los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!”
En aquel tiempo,
Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos los
pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis
hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque
reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os
insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del
hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será
grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con-los profetas.
Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de
vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los
que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla
bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos
profetas."
REFLEXIÓN
Las Bienaventuranzas
son la manera positiva de actualizar los mandamientos. Nuevamente los pobres,
los hambrientos, los que lloran, los excluidos, los despreciados, son los hijos
predilectos del Reino de Dios. Indistintamente que Lucas y Mateo presenten
algunas variantes en la formulación de las bienaventuranzas, tienen en común a
los pobres.
Lucas
contrapone en el mensaje de las bienaventuranzas las realidades que vivirán
pobres y ricos en la propuesta del Reino: mientras a los pobres les pertenece
el Reino de Dios, serán saciados y reirán, a los ricos que han hecho del dinero
su dios, pasarán hambre y llorarán. No es el evangelio el que excluye a los
ricos, sino estos los que se excluyen y huyen de las exigencias del evangelio.
Del evangelio podemos deducir que los cristianos hacemos opción por los pobres
no porque ellos sean los mejores o los más buenos, sino porque Dios hizo la
opción por ellos. La Biblia, de principio a fin, deja claro que los pobres
están en el corazón de Dios. Sin embargo, aunque los pobres son los invitados
privilegiados al banquete, también estos deben estar vestidos con el traje
apropiado. ¿Qué bienaventuranza toca de cerca nuestra experiencia de vida
cristiana?
ORACIÓN
Dios al que
pertenecemos, ayúdanos por favor a constatar que podemos seguir tu ejemplo. Sí,
nos critican, nos ven como cosa rara porque obramos diferente; no buscamos la
riqueza, la imagen, el pare de sufrir, el milagrito, tratamos al que nos hace
daño y no le deseamos mal, no vivimos pendientes de la moda y las marcas, ni
nos dejamos consumir por los modernos medios de comunicación, en fin vamos por
otro lado. Gracias Señor, porque ¡SI! somos de los(as) tuyos(as) y nos sentimos
muy bien. Amén
“En
donde se detenga tu mirada allí volarás”
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