lunes, 1 de septiembre de 2014

Miércoles 10 de Septiembre de 2014


“VIVIR LA FE CONTRA LA  CORRIENTE”

PRIMERA LECTURA
1CORINTIOS 7, 25-31

“¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer”

Hermanos: Respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yá respeto vuestras razones. Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

REFLEXIÓN
Sin duda, uno de los reclamos más frecuentes a la Iglesia en nuestra época se refiere al celibato obligatorio de los sacerdotes, una tradición que se remonta muchos siglos dentro de la Iglesia Católica en Occidente. Pablo recomienda el celibato, aunque no lo considera una  obligación. El punto central en la propuesta de Pablo es que si uno está enamorado de Dios, convencido del poder del Evangelio y deseoso de servir a Cristo siempre y en toda circunstancia, ello es más fácil y mejor para la persona que no tiene que agradar a una pareja. No desconoce Pablo los bienes del matrimonio ni habla nunca en contra de su dignidad y belleza pero es evidente a todos que una persona casada, cuando de veras quiere entregarse al Señor, a menudo halla dificultades en su propio cónyuge. Es bueno saber que el celibato obligatorio para los sacerdotes podría terminar en la Iglesia Católica pues es una disposición que viene de la misma Iglesia y que Ella podría cambiar. Pero también es bueno saber lo que eso implica en términos de lo que hoy nos enseña san Pablo. Quizá lo que nos falta no es cambio en la ley sino un cambio en nuestra manera de amar al Señor.

SALMO RESPONSORIAL: 44
R. / Escucha, hija, mira: inclina el oído.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu Señor. R.

Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras. R.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
"A cambio de tus padres, tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este es un canto compuesto para la boda de un rey de Israel, idealizado poéticamente, lo que permite leerlo en una perspectiva profética. La carta a los Hebreos 1,8-9,  aplica parte de este salmo (“Tu trono, Oh Dios...”) a Cristo. La liturgia lo entiende todo en sentido mesiánico. Cristo es el Rey de reyes y el Señor de Señores.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 6, 20-26

“Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!”

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con-los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas."

REFLEXIÓN
Las Bienaventuranzas son la manera positiva de actualizar los mandamientos. Nuevamente los pobres, los hambrientos, los que lloran, los excluidos, los despreciados, son los hijos predilectos del Reino de Dios. Indistintamente que Lucas y Mateo presenten algunas variantes en la formulación de las bienaventuranzas, tienen en común a los pobres.
Lucas contrapone en el mensaje de las bienaventuranzas las realidades que vivirán pobres y ricos en la propuesta del Reino: mientras a los pobres les pertenece el Reino de Dios, serán saciados y reirán, a los ricos que han hecho del dinero su dios, pasarán hambre y llorarán. No es el evangelio el que excluye a los ricos, sino estos los que se excluyen y huyen de las exigencias del evangelio. Del evangelio podemos deducir que los cristianos hacemos opción por los pobres no porque ellos sean los mejores o los más buenos, sino porque Dios hizo la opción por ellos. La Biblia, de principio a fin, deja claro que los pobres están en el corazón de Dios. Sin embargo, aunque los pobres son los invitados privilegiados al banquete, también estos deben estar vestidos con el traje apropiado. ¿Qué bienaventuranza toca de cerca nuestra experiencia de vida cristiana?
 ORACIÓN
Dios al que pertenecemos, ayúdanos por favor a constatar que podemos seguir tu ejemplo. Sí, nos critican, nos ven como cosa rara porque obramos diferente; no buscamos la riqueza, la imagen, el pare de sufrir, el milagrito, tratamos al que nos hace daño y no le deseamos mal, no vivimos pendientes de la moda y las marcas, ni nos dejamos consumir por los modernos medios de comunicación, en fin vamos por otro lado. Gracias Señor, porque ¡SI! somos de los(as) tuyos(as) y nos sentimos muy bien. Amén 


“En donde se detenga tu mirada allí volarás”

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