“LA PALABRA DE DIOS ILUMINA LA VIDA"
PRIMERA LECTURA
PROVERBIOS 21,
1-6. 10-13
“Diversas
sentencias”
El corazón del
rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere. Al hombre le parece siempre recto su camino,
pero es Dios quien pesa los corazones. Practicar el derecho y la justicia Dios
lo prefiere a los sacrificios. Ojos altivos, mente ambiciosa, el pecado es el
distintivo de los malvados.
Los planes del
diligente traen ganancia, los del atolondrado traen indigencia. Tesoros ganados
por boca embustera son humo que se disipa y lazos mortales. Afán del malvado es
buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo. Cuando el cínico la paga,
aprende el inexperto, pero el sensato aprende con la experiencia. El honrado
observa cómo la casa del malvado precipita al malvado en la ruina. Quien cierra
los oídos al clamor del necesitado no será escuchado cuando grite. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Se les ha
llamado "píldoras de sabiduría" y existen en la mayor parte, si no
todas, las culturas que conocemos. Son los proverbios, refranes, dichos, que
condensan en el breve espacio de una frase lo que ha sucedido a muchas personas
en muy diversas circunstancias. Aunque no todos los aforismos son igualmente
elocuentes, estaremos de acuerdo en que algunos son genuinas obras de arte.
También la
Biblia tiene su libro de Proverbios, y aparte de él, cuenta con algunas otras
colecciones de sentencias o máximas que versan sobre los más diversos temas,
como es frecuente con esta clase de literatura. Algunos recomiendan prudencia,
otros la sobriedad, o el saber escoger las amistades, o acercarse a la piedad.
Muchos enfatizan las pésimas consecuencias de seguir los caminos del pecado y
muchos más ponderan la dulzura y la alegría que vienen de seguir la voluntad de
Dios.
Una cosa sí debe
quedar clara: los proverbios y refranes de la Biblia no tienen un propósito
distinto que el resto de las páginas de la Sagrada Escritura, a saber, acercar
nuestra vida, en este caso, nuestra vida bien concreta, a la luz, la belleza y
la bondad de Aquel que es nuestro creador y nuestro destino.
SALMO
RESPONSORIAL: 118
R. / Guíame, Señor, por la senda de tus
mandatos.
Dichoso
el que, con vida intachable,
camina
en la voluntad del Señor. R.
Instrúyeme
en el camino de tus decretos,
y
meditaré tus maravillas. R.
Escogí
el camino verdadero,
deseé
tus mandamientos. R.
Enséñame a
cumplir tu voluntad
y a guardarla de
todo corazón. R.
Guíame por la
senda de tus mandatos,
porque ella es
mi gozo. R.
Cumpliré sin
cesar tu voluntad,
por siempre
jamás. R.
OREMOS CON EL
SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este Salmo
presenta la excelencia de la Ley de Dios (indicada por numerosos sinónimos),
entendida como la manifestación de la voluntad de Dios para el hombre. Su
cumplimiento le asegura el bienestar y la dicha. La urgencia de cumplir siempre
la voluntad de Dios nace de la misma fe. Para nosotros se trata de “la Ley
perfecta del amor” que se encuentra en el evangelio y se encarna en el
seguimiento a Cristo.
LECTURA DEL
EVANGELIO
LUCAS 8, 19-21
“Mi madre y mis
hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra”
En aquel tiempo,
vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban
llegar hasta él. Entonces lo avisaron: "Tu madre y tus hermanos están
fuera y quieren verte." Él les contestó: "Mi madre y mis hermanos son
éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Los
familiares de Jesús enfrentaron un dilema semejante al que nosotros ahora
enfrentamos: o se acercan por su propia iniciativa o se quedan fuera. Jesús ya
ha formado una escuela a la que su familia se asoma de cuando en cuando, aunque
no sin cierto recelo. Incluso los vecinos alarman a los familiares de Jesús, ya
que, al verlo, dicen que “está fuera de sí”. – Muchos cristianos afrontan un
problema similar. Sienten que Jesús les parece simpático, incluso novedoso,
pero o bien no les gusta mucho formar parte del grupo heterogéneo que anda tras
él; o bien, piensan que su enseñanza es o muy fuerte o muy idealista. Son
cristianos sin iglesia; cristianos sin cristianismo o, incluso, cristianos sin
Jesús; es decir, son cristianos del atrio, pero no de la comunidad. Pero, como
decían los antiguos: “el cristiano no nace, se hace”. Seguir a Jesús significa
arriesgarse a formar parte de ese grupo de personas que, no obstante su origen
heterogéneo, es capaz de compartir un propósito común y un estilo de vida.
Seguir a Jesús es asumir su ideal de evangelizar a los más pobres, a los
excluidos, a los desesperados (Lucas 4,16-22). ¿Y nosotros somos cristianos del
atrio o de la comunidad?
ORACIÓN
Gracias Dios de
la vida, porque contamos con tu Palabra. Necesitamos que impregnes nuestra
existencia, nuestras familias, comunidades y el mundo entero, con tu Evangelio,
pues este mundo insiste en vivir como al revés
y si no nos apropiamos de tu
propuesta, expuesta en todo su contenido, cada vez se perderán más los valores
humanos según tu ser de amor, misericordia, armonía, paz, justicia y amor
eterno. Amén.
“La
Palabra de Dios recibida cada día no debe ser una palabra más, sino la que da
sentido, significado y unidad a todo el día”
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