lunes, 1 de septiembre de 2014

Martes 16 de Septiembre de 2014

“DIOS SE APIADA DE SU PUEBLO Y LO LEVANTA”

PRIMERA LECTURA
1CORINTIOS 12, 12-14. 27-31A

“Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro”

Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.

Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan? Ambicionad los carismas mejores. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El Apóstol San Pablo nos ha revelado el nombre hermoso que nosotros tenemos: nos llamamos "el cuerpo de Cristo". Jesús es nuestra Cabeza, nosotros somos su Cuerpo. Todos y cada uno de nosotros tenemos un lugar en Cristo, y de la unión de todos nosotros resulta la realización del plan de Dios y la gloria misma de Nuestro Salvador, el Señor Jesús.

Cristo recibe gloria en la unidad de su pueblo, es decir, en la unidad de su Cuerpo. Y San Pablo, en la lectura que hemos hecho, nos revela un poquito sobre  esa unidad que se da en el Cuerpo de Cristo: es una unidad perfecta y es una unidad en la diversidad. Unidad plena que no significa confusión. San Pablo nos enseña que en este cuerpo no hay distinciones, y sin embargo sí hay diferencias: "Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.

La podemos sintetizar de esta manera: en el cuerpo de Cristo no existen las diferencias que tienen su origen en el pecado, ni existen las diferencias que tienen su origen en los prejuicios nuestros, o en las conveniencias humanas, pero sí existen otras diferencias, que son las  que provienen de la distribución de la gracia,  de los talentos, de los diferentes ministerios, somos diferentes y distintos pero pertenecientes a un solo cuerpo para vivir unidos a él … valga la redundancia …para vivir en unidad. 

SALMO RESPONSORIAL: 99
R. / Somos un pueblo y ovejas de su rebaño.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

"El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades." R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Esta es una declaración de un gobernante que se compromete ante Dios y ante el pueblo a actuar siempre con justicia y rectitud. Estos propósitos deben compartirlos todos, pero con mayor urgencia los que tienen autoridad.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 7, 11-17

“¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!”

En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores." Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!" El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo." La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Entre todos los pobres y marginados, las viudas y los huérfanos llevaban la peor parte. La misma comunidad cristiana nos da cuenta de todas las iniciativas que se tomaron para beneficiar a estas personas que a nivel social representaban un número significativo. El prodigio que hoy nos presenta el evangelio representa esa profunda transformación humana que Jesús opera al interior de las más alarmantes situaciones. El público asistente ve en estos signos de Jesús una manifestación de la evidente opción de Dios por los desprotegidos. Aunque la Ley de Israel, particularmente el libro del Deuteronomio, preveía unos recursos y unos medios para socorrer a los desprotegidos sociales, la práctica era todo lo contrario. Pero nadie o casi nadie se quejaba de desacato a la Ley. Con este prodigio Jesús hace de la misericordia una Ley, ya que la función de la misma en Israel no era sólo reprimir las malas conductas, sino sobre todo, promover la solidaridad, el servicio y la justicia.  Como cristianos tenemos la obligación de compartir la misión de Jesús, conservando sus opciones, estilo y enfoque. Pero, tal vez el milagro que podemos obrar es el de motivar a otras personas hacia la solidaridad y el servicio.

ORACIÓN
Dios compasivo y tierno, gracias, porque estás ahí para acompañarnos en nuestras dificultades. Colocamos ante ti a tantas madres e hijos(as) abandonados, secuestrados o perdidos en la maldad, para que tocando Tú, su corazón y su existencia, logren volver a la vida, enmendar los errores y continúen su camino, pero contigo. Amén

“La finalidad de la vida consiste en responder a los desafíos y descubrir el amor de Dios que se lleva dentro”


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