lunes, 1 de julio de 2024

Jueves 25 de Julio de 2024

 

Santiago, apóstol

 

                    “HUMILDAD Y SERVICIO GENEROSO”

 

PRIMERA LECTURA

2 CORINTIOS 4,7-15

 

“Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús”

 

Hermanos: Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros.

Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: "Creí, por eso hablé", también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Pablo nos ofrece en esta segunda lectura, toda una teología sobre el servicio y ministerio de la Palabra. Es un apóstol que habla desde su propia experiencia, desde una vida íntimamente relacionada con Cristo y consagrada por entero a predicar  al Mesías Salvador entre todos los pueblos. Pablo entiende que su ministerio es una participación en la muerte y resurrección de Jesucristo. Si en la muerte de Jesús triunfa la fuerza vivificante del Espíritu Santo, también triunfa la extraordinaria fuerza de Dios en medio de la debilidad de quienes anunciamos el evangelio. Pues el “evangelio es fuerza de Dios para salvar a los creyentes”. Que esta fuerza es de Dios y no de los hombres se ve con claridad precisamente al considerar las múltiples debilidades de quienes anuncian el evangelio.

Pablo  manifiesta, no solo a sí mismo sino a toda la  comunidad de Corinto que somos “vasijas de barro” en  las  manos del Creador,  que por dentro llevamos un tesoro muy grande, que es Jesucristo, salvación de Dios para toda la humanidad. Pablo, resume sus tareas apostólicas: “Nos aprietan, pero no nos aplastan, estamos apurados, pero no nos desesperamos”.  En todo nos sentimos unidos a Cristo. La comunidad se ha solidarizado con Cristo en los sufrimientos, con la esperanza de que también ella participará de su triunfo: “Quien resucitó al Señor Jesús también con Él nos resucitará a nosotros”.

 

Todos somos frágiles, por las enfermedades, dificultades que nos aprietan desde afuera y por la debilidad que sentimos desde adentro. Esto nos debe hacer humildes y realistas. Como Pablo, debemos confiar en Dios, no dejándonos amilanar ni desilusionar por las dificultades y debilidades personales y comunitarias. Hoy él nos da un ejemplo magnífico de valentía y generosidad en medio de las tribulaciones, siguiendo de esta manea los pasos de Jesús, que se entregó totalmente para liberar a la humanidad del yugo que la oprimía.

 

SALMO RESPONSORIAL: 125

R./  Entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor

 

Cuando el Señor  hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.

 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza. R.


Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho el Señor con éstos.

 Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros;
Estaremos alegres. R.

 

 Haz volver nuestra cautividad, oh Señor,
Como los arroyos del Neguev.

 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un recuerdo de la alegría que  experimentó el pueblo al regresar del destierro e invocación de una nueva intervención divina en un nuevo peligroLa liberación de Israel seguirá siendo presagio y figura de la redención obrada por Cristo y esta será prenda de la liberación definitiva en la consumación del Reino de Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 20,20-28

 

“Mi cáliz lo beberéis”

 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella contestó: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda." Pero Jesús replicó: "No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?" Contestaron: "Lo somos." Él les dijo: "Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre." Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El evangelio en un primer momento presenta a la Madre de Santiago y Juan pidiendo para sus hijos una posición de privilegio, luego, a un grupo de discípulos indignados por lo anterior. La escena se enmarca en el contexto de la subida a Jerusalén, y supone ya un largo camino en la que se ha conocido de cerca el proyecto de Jesús, más aún, Jesús les viene anunciando por tercera vez el destino de su misión. No obstante, los discípulos no han comprendido muy bien de que se trata. El poder sigue siendo un elemento latente en los discípulos y, ese mesianismo de carácter político-militar sigue vigente en su mentalidad. Por eso, Jesús vuelve a explicarles que los criterios del Reino son distintos de los que se valen los poderosos para oprimir a los débiles. En consecuencia, la apuesta del Reino exige entrega y servicio. Teniendo estos elementos, vale preguntar cuáles son nuestras actitudes frente al seguimiento de Jesús: ¿el poder o el servicio? ¿la opción de los poderosos o la opción de los más débiles?

 

ORACIÓN

Señor necesitamos de tu ayuda para sobrellevar todo aquello que nos sucede, tantas dificultades, persecuciones, circunstancias difíciles.  No es fácil, Señor, hay momentos en que nos sentimos desfallecer, pero no queremos perder de vista que es sirviendo, dando y afrontando los problemas como se logra ser parte de los que no se rinden y llegan a la meta. Síguenos moldeándonos, guiándonos, somos vasijas de barro en tus manos, que la obra que un día empezaste en nosotros, en nuestras familias, la  continues. Amén.  

 

“El hombre que se adhiere firmemente a Dios y que busca servirle en los demás puede ser verdaderamente feliz ya en esta tierra”

 

(Teresa de Calcuta)

 

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