Santos Joaquín y Ana
“LA FAMILIARIDAD DE DIOS”
PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 44,
1.10-15
“Elogio a nuestros antepasados”
Hagamos ya el elogio de los hombres
ilustres, de nuestros padres según su sucesión. Mas de otro modo estos hombres
de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido. Con su linaje
permanece una rica herencia, su posteridad. En las alianzas se mantuvo su
linaje, y sus hijos gracias a ellos. Para siempre permanece su linaje, y su
gloria no se borrará. Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive
por generaciones. Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará
la asamblea. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
En esta primera lectura del libro del eclesiástico, se proclama una
palabra de elogio para las mujeres y los hombres sabios, de buena voluntad y
que trabajan por el bien desde nuestros antepasados. Se deja ver detrás de este
relato la exaltación del origen, la creación y descendencia, del Dios todo
amor, que ha creado y sigue recreando por pura misericordia y bondad. Los
padres aquí participan un poco del poder del padre y sus hijos se crían en el
regazo de sus corazones, en el sudor de sus manos y en la educación desde sus
valores. Otro punto de reflexión importante para los padres de familia, es una
referencia para orientar las actitudes frente al gran compromiso que significa
tener hijos; no solamente considerarlos como frutos del amor, sino imagen del
amor divino, que vienen con una gran misión de ser co-creadores con Dios.
SALMO 131, 11. 13-14.
17-18
“El Señor Dios le dará el trono de David, su padre”
El Señor hizo un juramento a David,
una firme promesa,
de la que no se retractará:
“Yo pondré sobre tu trono a uno de tus descendientes”. R.
Porque el Señor eligió a Sión,
y la deseó para que fuera su Morada.
“Este es mi reposo para siempre;
aquí habitaré, porque lo he deseado”. R.
“Allí haré germinar el poder de David:
prepararé una lámpara para mi Ungido;
cubriré de vergüenza a sus enemigos,
y su insignia real florecerá sobre él”. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es un cantico litúrgico que celebra las promesas hechas a
David, la elección de Jerusalén como sede del templo y consagración de éste
como lugar para el arca de la alianza, símbolo de la presencia de Dios en medio
de su pueblo. La presencia definitiva de Dios en medio de los seres humanos se
realiza en Jesucristo. La nueva Jerusalén es la comunidad de seguidores, que
constituyen el cuerpo de Cristo o Iglesia.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 13, 16-17
“Muchos profetas y justos desearon ver
lo que ustedes ven”
«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque
oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros
veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. Palabra
del Señor.
REFLEXIÓN
Desde la comunidad de Mateo el evangelio nos coloca frente a la
realidad: que tenemos un Dios de las pequeñas cosas, de los pequeños detalles,
como el granito de mostaza de lo micro, a diferencia siempre de las propuestas
de todos los imperios que son de lo esplendoroso, de lo macro y de las
multitudes. Un Dios sencillo que siembra, cosecha y espera siempre en lo
sencillo, y en lo cotidiano de cada día. Este Dios misericordioso suele hacer
obras grandes siempre desde lo pequeño; quizás como lo hizo en la vida de
Joaquín y Ana a quienes celebramos hoy. Discípulos que vienen de la tradición
popular y no de la Biblia o tradición histórica. La tradición dice que fueron
los padres de María de Nazaret. La madre de Jesús perteneció a una familia de
tribu pobre y sencilla de Israel. Nadie puede asegurarnos que sus padres se
llamaban verdaderamente Joaquín y Ana; esta y otras celebraciones no se apoyan
en documentos históricos, registrados, fechados, con nombre y apellido. Pero de
todas maneras estos buenos padres de María son ejemplo de vida campesina
sencilla como lo es ella misma. Que ojalá pudiéramos seguir descubriendo de
tantos personajes históricos y desconocidos a tantas mujeres y hombres que han
dejado huella en el seguimiento de Jesús, cultivando valores efectivos que
motivan a continuar anunciando el Reino de Dios.
ORACION
Hoy recordamos y celebramos a los santos Joaquín y Ana, Señor te pedimos
que a ejemplo de ellos, seamos hombres y mujeres firmes en la fe, llenos de tu
Espíritu, sembradores de tus valores, que demos verdadero testimonio de tu
Reino para que muchos de los que nos rodean se acerquen a ti. Amén
“Reconozcamos la presencia amorosa de Dios en nuestras familias y en las
decisiones que tomamos a diario”
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