“ESCUCHAR, ACEPTAR Y PRACTICAR ”
PRIMERA LECTURA
HEBREOS 10,11-18
“Ha perfeccionado para
siempre a los que van siendo consagrados”
Hermanos: Cualquier
otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero
Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está
sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus
enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha
perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo
atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: "Así
será la alianza que haré con ellos después de aquellos días -dice el Señor-:
Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente"; añade:
"Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes." Donde hay
perdón, no hay ofrenda por los pecados. Palabra del Señor.
SALMO RESPONSORIAL: 109
R./ Tú eres sacerdote
eterno, según el rito de Melquisedec.
Oráculo del Señor a mi Señor:
"Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies." R.
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R.
"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora." R.
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
"Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec." R.
OREMOS
CON EL SALMO
Este Salmo es un canto en honor del rey,
idealizando proféticamente su dignidad y su gloria. La tradición judía y
cristiana aplicó este salmo al Mesías, como podemos confrontar en Marc. 12,36 y
14,62.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MARCOS 4,1-20
“Salió el sembrador a
sembrar”
En aquel tiempo,
Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que
tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les
enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchad: Salió
el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los
pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas
tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto
salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre
zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en
tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del
sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para
oír, que oiga."
Cuando se quedó solo,
los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las
parábolas. Él les dijo: "A vosotros se os han comunicado los secretos del
reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas,
para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no
sea que se conviertan y los perdonen.""
Y añadió: "¿No
entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador
siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la
palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra
sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al
escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y,
cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben.
Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la
palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de
todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son
los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y
dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
La Buena
Noticia nace en el corazón de las personas, como nace una semilla que ha sido
lanzada a la tierra. Jesús ha sembrado su Palabra en la vida del creyente. Su
Palabra es la semilla que debe crecer, de forma silenciosa y misteriosa, pero
firme en el terreno de la propia existencia humana. Él ha hecho todo lo posible
para que los que creen en Él, sean un signo verdadero del Reino que él ha
anunciado. Jesús es la Buena Noticia. Él es el Reino. Es importante que Jesús y
su Palabra, hagan posible que dentro del corazón humano, crezcan los valores
del Reino que él ha refrendado con su propia existencia. Estamos invitados a
preguntarnos sinceramente qué tipo de terreno es nuestra vida. Sólo así
sabremos si su Palabra está cayendo en lugar estéril, donde no producirá fruto
o si por el contrario cae en terreno propicio, donde el Reino nacerá, crecerá y
nadie lo podrá detener.
ORACIÓN
Señor a nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, has querido comunicarnos los secretos del Reino, pero, aun así, muchos no vemos ni oímos. Tu palabra se nos da todos los días como alimento vivo, pero muchas veces nuestro corazón no está preparado para recibirla y se pierde entre las piedras, las zarzas o al borde del camino. Señor ayúdanos y haznos amantes de tu Palabra y sembradores(as) de la Buena Nueva. Amén.
“Pide
la gracia de escuchar la Palabra y permitir que ella vaya moldeando y transformando tu vida, para ser testimonio
vivo”
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