viernes, 1 de enero de 2021

Sábado 30 de Enero de 2021

 

“EL  PODER DE LA FE”


PRIMERA LECTURA

HEBREOS 11,1-2.8-1

 

“Esperaba la ciudad cuyo arquitecto sería Dios”

Hermanos: La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. Por su fe, son recordados los antiguos. Por fe, obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por fe, vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas -y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa-, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por fe, también Sara, cuando ya le había pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y así, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.

Con fe murieron todos éstos, sin haber recibido lo prometido; pero viéndolo y saludándolo de lejos, confesando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra. Es claro que los que así hablan están buscando una patria; pues, si añoraban la patria de donde habían salido, estaban a tiempo para volver. Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad. Por fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac; y era su hijo único lo que ofrecía, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: "Isaac continuará tu descendencia." Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para hacer resucitar muertos. Y así, recobró a Isaac como figura del futuro. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Hay dos dimensiones en la fe, podemos decir. Por una parte, la fe implica unos contenidos, porque uno no cree en el vacío, sino que cree afirmando algo. Eso que uno afirma es un contenido, por ejemplo: "Dios existe"; "María, la Madre de Jesús, es siempre virgen". Todos estos son "contenidos".

Mas, en otro sentido, la fe es una fuerza, un ímpetu que surge de la confianza, la entrega de sí mismo, la obediencia. No sólo creemos algo, sino que en primer lugar le creemos a alguien. Este es el aspecto "existencial" o vivencial de la fe, y por él la fe nos pone en camino, nos ayuda a superar barreras, nos levanta de nuestras caídas, nos conduce finalmente hasta la meta.

 El autor de la Carta a los Hebreos conoce muy bien estos dos aspectos y por eso nos dice: "la fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve". En cuanto es "prueba de lo que no se ve", nos entreabre e introduce en la verdad de unos contenidos que sobrepujan a nuestra razón, como por ejemplo: Cristo es Dios y hombre. No se trata de una ilusión, ni de una fantasía, ni mucho menos de una mentira; es algo que es cierto, pero comprender ese enunciado hasta el fondo es como hundirse en un abismo de luz que nunca acaba.

Y sin embargo, antes de ser la "prueba de lo que no se ve", la fe es "fundamento de lo que se espera". Es el cimiento y el nuevo piso sobre el que avanzan con audacia maravillosa y con serenidad sorprendente los santos, sobre el cual debemos también vivir diariamente nosotros, de los cuales esta carta nos ofrece algunos ejemplos, sobre todo el de Abraham, como lo vimos en el texto, y del cual debemos seguir su ejemplo.

SALMO RESPONSORIAL: LUCAS 1,69-75

R./ Bendito sea el Señor, Dios de Israel

 

Nos ha suscitado una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,

según lo había predicho desde antiguo

por boca de sus santos profetas. R.

 

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos

y de la mano de todos los que nos odian;

realizando la misericordia

que tuvo con nuestros padres,

recordando su santa alianza. R.

 

Y el juramento que juró

a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,

arrancados de la mano de los enemigos.

le sirvamos con santidad y justicia,

en su presencia, todos nuestros días. R.

 

OREMOS CON EL SALMO 

Esta parte del Evangelio de Lucas, corresponde al llamado “Cantico de Zacarías”. En este cántico, que está lleno de citas y resonancias del Antiguo Testamento portadoras de la espera y la esperanza mesiánicas, pueden apreciarse dos partes: la primera, es un himno de alabanza y acción de gracias a Dios, salvador de su pueblo; la segunda, es una visión profética del Precursor, en la que se declara la misión a que está destinado. Zacarías comprende en aquellos momentos lo que está sucediendo y por ello da gracias: Dios va a redimir y liberar a su pueblo como lo redimió y liberó antaño de la esclavitud de Egipto; va a hacer realidad las promesas de Alianza hechas a Abrahán; y aquel niño, Juan, será el profeta que prepare la entrada del Señor que hará de su pueblo un pueblo libre que le sirva en santidad y justicia. 

 LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 4,35-41:

 

“Hasta el viento y el lago le obedecen”

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla." Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron, diciéndole: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?" Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: "¡Silencio, cállate!" El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?" Se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Volvemos a encontrar en el evangelio de Marcos un referente a lo espacial: “irse a la otra orilla”, para este evangelio es importante el manejo de la geografía, por eso vamos a encontrar a Jesús atravesando el lago en muchas oportunidades tratando de buscar nuevos lugares para predicar el Reino. Llama la atención que no busque la multitud, sino que, por el contrario, la esquive, trate de  no dejarse llevar por la tentación de la fama y del poder que esta genera.

Y luego la escena que se nos narra es preciosa. Ante una tormenta, Jesús permanece dormido, tranquilo, sereno. Cuando todos están angustiados, incluidos pescadores experimentados que conocían el mar y que ya habían tenido que pasar por tormentas. Sin embargo, Jesús duerme en su barca, está ahí. En medio de la tormenta, Jesús permanece con ellos. Y cuando todo se pone feo los hombres acuden  a Él para clamarle salvación; entonces se levanta, con su Palabra que todo lo puede y le ordena al viento y al mar  que se calmen. En este sentido el Señor nos dice, si estamos atravesando tormentas, si pasamos por dificultades más grandes que nuestras capacidades o posibilidades, recordemos que el Maestro va con nosotros en nuestra barca y no tengamos miedo de clamar a Él  y pedirle ayuda……una sola palabra suya, bastará.      

ORACIÓN

Señor gracias por todas tus bendiciones. Padre Bueno desde cualquier tempestad o tormenta que estemos atravesando y que este amenazando hoy nuestras vida, te suplicamos que por la fe nos ayudes a salir a flote, y no permitas que las situaciones difíciles, las enfermedades, las dolorosas perdidas, nos ahoguen, o nos roben la paz y la esperanza. Amén.

 

“La fe es defensa, alimento, lámpara y soporte para el camino de la vida. Testimonio de esa certeza en Dios es Abraham, nuestro padre en la fe. Jesús nos pide esa clase de fe: si él se ha subido a nuestra barca ninguna tormenta debe hacernos desfallecer”

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