viernes, 1 de enero de 2021

Martes 26 de Enero de 2021


Santos Timoteo y Tito

 

“FALTAN OPERARIOS, PARA EXTENDER Y CONSTRUIR EL REINO”

 

PRIMERA LECTURA

2TIMOTEO 1,1-8

 

“Refrescando la memoria de tu fe sincera”

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, llamado a anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido; te deseo la gracia, misericordia y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con pura conciencia, como mis antepasados, porque tengo siempre tu nombre en mis labios cuando rezo, de noche y de día. Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando la memoria de tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y que estoy seguro que tienes también tú. Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Palabra del Señor.

SALMO RESPONSORIAL: 95

R./ Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor, toda la tierra;

cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

 

Proclamad día tras día su victoria.

Contad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones. R.

 

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,

aclamad la gloria y el poder del Señor,

aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

 

Decid a los pueblos: "El Señor es rey,

él afianzó el orbe, y no se moverá;

él gobierna a los pueblos rectamente." R.

OREMOS CON EL SALMO

La proclamación de la realeza del Señor es asociada en este Salmo a dos acontecimientos decisivos de su obra salvadora: la creación y el juicio. La primera establece en la naturaleza el orden querido por Dios; el segundo restablece en la historia el orden quebrantado por la injusticia. Por eso, no sólo los seres humanos, sino todos los seres creados son invitados  celebrar jubilosamente la llegada del Señor, que viene a instaurar definitivamente su justicia.

 

PRIMERA LECTURA

LUCAS 10,1-9

 

“La mies es abundante y los obreros pocos”

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Miras que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, por que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed los que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La elección y envío de los setenta y dos es una narración propia de Lucas, con la que indica que la Buena Noticia debe llegar a los lugares más remotos. ¡Basta de malas noticias! Ya el mundo no aguanta tantas. Como en tiempo de Jesús, también hoy, las malas noticias están por todos lados. Es necesario que la Buena Noticia llegue hasta los confines de la tierra. La misión de los setenta y dos está escrita con base en la misión de los Doce con el signo de la universalidad como realidad transversal. Jesús los envía a ser signos de la Buena Nueva en comunidad: los envía de dos en dos. El envío está lleno de amenazas, problemas, dificultades. Nada puede frenar la Buena Nueva que trae vida digna y abundante para los hijos de Dios. El anuncio consiste en proclamar la llegada del Reino de Dios. Es decir, que ha empezado un orden nuevo en el que la vida humana y la creación toda alcanza su máxima plenitud y dignidad. 

ORACIÓN

Al encontrarnos contigo día a día, nuestra oración es para darte gracias. De nuevo sabemos que tu nos dices hoy: “La cosecha es abundante pero los obreros son pocos”, por eso ayúdanos a entender  que nos necesitas hoy para ser parte de esos obreros que van a trabajar en tu siembra. Señor haznos siempre ligeros de equipaje, desprendidos y dispuestos a ir a donde tú nos mandes. Amén.

 

“Ser discípulos significa: Creer en Jesús, centrar nuestra vida en Él; vivir la fe, que Jesús sea Señor de todas las áreas de nuestra vida; compartir la fe, que este tesoro no se quede solo en nosotros.”

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