“¿QUE LUGAR OCUPA JESÚS EN
NUESTRA VIDA?”
PRIMERA LECTURA
1CORINTIOS 3, 18-23
“Todo es vuestro, vosotros de
Cristo, y Cristo de Dios”
Hermanos: Que nadie se engañe. Si
alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a
ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está
escrito: "Él caza a los sabios en su astucia." Y también: "El
Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos." Así,
pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo,
Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro,
vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Parece una contradicción lo que
nos sugiere el apóstol san Pablo en la lectura de hoy. La sabiduría de este
mundo es ignorancia ante Dios; sólo "haciéndonos" ignorantes
llegaremos a ser sabios. ¿Cómo entender estas palabras?. Pablo no está hablando
de aparentar, desde luego. No se trata de "hacerse el ignorante,"
como quien oculta algo que sigue creyendo que tiene. Se trata de volverse
ignorante, " Porque así como es importante aprender es igualmente
importante desaprender. Así como hay que conocer cómo se deben hacer las cosas,
hay también que olvidar y dejar de lado los vicios o malos hábitos que nos
conducen a obrar como no se debe. De modo que la propuesta del apóstol, puesta
en lenguaje actual, es: "Necesitas desaprender los caminos del orgullo y
la vanidad para empezar a aprender los caminos de la humildad, la fe y la
verdadera sabiduría." ¿Y por qué dice él que la sabiduría del mundo es
inútil y es necedad?. La sabiduría del
mundo es ante todo sagacidad, capacidad de lograr las propias metas, astucia
para conseguir lo que se quiere. Y ese es el problema: si el énfasis está todo
en los métodos y procedimientos, mientras que los fines no son cuestionados,
pronto tendremos un mundo de gente que se ataca y destruye, un mundo donde el
disimulo y la traición están a la orden del día.
La sabiduría de lo alto, la
sabiduría divina, es otra cosa. Es entrar en el plan de Dios, que es salvación
para el hombre. Es recuperar el designio original, que supone que las cosas son
para nosotros y no nosotros para ellas. Es encontrarnos, en fin, con el corazón
de Dios Padre y con la posibilidad real de ser hermanos que comparten, que son
solidarios, que aman, y no enemigos que se destruyen.
SALMO RESPONSORIAL: 23
R. / Del Señor es la tierra y
cuanto la llena.
Del Señor es la tierra y cuanto
la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del
Señor?
¿Quién puede estar en el recinto
sacro?
El hombre de manos inocentes y
puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.
Ése recibirá la bendición del
Señor,
le hará justicia el Dios de
salvación.
Éste es el grupo que busca al
Señor,
que viene a tu presencia, Dios de
Jacob. R.
OREMOS CON EL SALMO Y
ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Después de enunciar las
condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la
entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo. De Él también se puede decir
que es el Rey de la gloria. La conducta de los que buscan al Señor debe ser
correspondiente a su profesión de fe.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 5, 1-11
“Dejándolo todo, lo siguieron”
En aquel tiempo, la gente se
agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas
del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los
pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las
barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la
barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
"Rema mar adentro y echad las redes para pescar". Simón contestó:
"Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero,
por tu palabra, echaré las redes". Y, puestos a la obra, hicieron una redada
de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la
otra barca para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron
las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro, se arrojó a los
pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador".
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él al ver
la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan,
hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No
temas: desde ahora serás pescador de hombres". Ellos sacaron las barcas a
tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Pablo y Pedro, y la gente que
escucha a Jesús sobre la orilla del mar, han encontrado en sus palabras una
fuente de sabiduría y de verdad que les hace relativizar todo lo anterior. La
muchedumbre se agolpa en torno a la barca de Pedro y escucha su enseñanza como
si no hubiera otra cosa en el mundo. Pablo como lo decíamos en la primera
lectura, insiste en que debemos desaprender y abandonar cualquier otro
conocimiento previo por considerarlo un delirio superficial. El pescador,
dejándose llevar por lo que Jesús requiere, vive una experiencia que le cambia
la vida para siempre. Jesús le pide dos cosas: La primera vez, que eche las
redes al mar luego de una noche de trabajo inútil. La segunda, le indica un
cambio sustancial en su oficio de pescador. Será, desde ese momento, “pescador
de hombres”. Pedro le obedece en ambas oportunidades. Pero, ¿qué es lo que
sucede entre una palabra y otra que Jesús le dirige? El texto describe un hecho
atípico, un milagro que confronta a Pedro consigo mismo en relación con Jesús.
Una pesca extraordinaria le hace descubrir su verdad más honda y le permite intuir
ante quién se encuentra. Nada volverá a ser igual después de esto. Al mirar
nuestra vida, ¿Cómo ha sido nuestro encuentro con Jesús y su Palabra? ¿Qué
consecuencias ha traído para nosotros?
ORACIÓN
Jesús,
cuando te nos acercas, no lo haces solo para concedernos un bien, como
ayudarnos a pescar después de una noche frustrada, sino para dar un giro
radical a nuestra vida y vocación, nos llevas más allá de ser simples creyentes
pasivos y ritualistas. Ayúdanos por favor a que logremos caminar contigo, seguir
tu ejemplo y ser radicales en lo que significa ser verdaderos(as)
discípulos(as) tuyos(as). Amén
“Nunca vaciles en
tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: