jueves, 1 de septiembre de 2016

SEPTIEMBRE 2016

“LOS DOS MARES”

En Palestina hay dos mares formados y alimentados por el mismo río, el río Jordán. Uno de esos mares es de agua dulce, el mar de Galilea. Es rico en peces, sus orillas están repletas de toda clase de árboles, flores, fauna y familias que subsisten gracias a su fertilidad.  El mismo río Jordán abastece a otro mar cercano al de Galilea cuyas características son muy diferentes. Allí el agua es de una concentración salina muy elevada que hace imposible cualquier tipo de vida marina. Ni peces, ni siquiera algas, mucho menos bosques y flores en sus orillas. Todo es estéril, todo está muerto, tan muerto como su nombre, mar Muerto.
¿Qué diferencia hay entre el mar de Galilea y el mar Muerto si ambos tienen su origen en las aguas del mismo rio Jordán?, y si ambos tienen el mismo lecho marino, y son calentados por el mismo sol?. La diferencia la hace un detalle. El primero, es decir el de Galilea, así como recibe el agua, al mismo tiempo la da, la entrega, formando a su paso más ríos; en cambio el segundo, es decir el mar Muerto recibe y recibe y nunca da, no entrega. Sus aguas están confinadas a una gran laguna sin salida natural y al ser evaporadas por el sol aumentan su concentración salina matando toda forma de vida.
En este el mes de la Biblia, y el mes en que la sociedad de consumo habla y celebra “El amor y la amistad”, valdría la pena que nos cuestionáramos e hiciéramos una reflexión, al igual que el mar de Galilea todos los seres humanos fuimos creados para recibir y  para dar; pero en la medida que nos enfrasquemos mas en nuestro egoísmo, en nuestros asuntos, mataremos lentamente todo lo que entre en contacto con nuestro estilo de vida egoísta. Erróneamente pensamos que la felicidad se alcanza consiguiendo y acumulando cada vez más, conquistando más, ganando más, sintiéndome cada vez más satisfecho, cuando en realidad este estilo de vida no produce otra cosa que no sea insatisfacción y esterilidad como el mar Muerto. En este nuevo mes, el mes de la Biblia, Jesús es el agua dulce que entra al mar Muerto de tu vida  y la mía y nos transforma en manantiales de agua viva.  El dijo: “El que cree en mi, de su interior correrán ríos de agua viva”. Sal de tu estancamiento espiritual y asómbrate con el milagro de vida eterna que Él hoy te ofrece.
No te conformes con seguir siendo mar muerto.  Anhela y decídete ser un nuevo mar de Galilea que recibe vida y comparte vida. Recibe bendición y entrega bendición. 
 
MEJOR ES DAR QUE RECIBIR       
    
Bendiciones para este nuevo mes en tu vida y tus proyectos, tu familia y pequeña comunidad.

Roberto Zamudio   

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“El que cree en mí, de su interior correrán ríos de agua viva”.  Juan 4,14

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