domingo, 1 de mayo de 2016

Viernes 13 de Mayo de 2016


“SEÑOR: TÚ SABES QUE TE AMAMOS”

 PRIMERA LECTURA
HECHOS 25,13-21

“Un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo”

En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesárea con Berenice para cumplimentar a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: "Tengo aquí un preso, que ha dejado Félix; cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les respondí que no es costumbre romana ceder a un hombre por las buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores, para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesarea, y yo, sin dar largas al asunto, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a este hombre. Pero, cuando los acusadores tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo suponía; se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo juzgase allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para que decida su majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda remitirlo al César."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El nuevo gobernador romano en Judea, Porcio Festo, mantiene detenido a Pablo en Cesarea, a donde lo han trasladado para mayor seguridad. Y aprovecha la visita del rey Agripa y su hermana Berenice para explicarles el caso de este Pablo, uno de los más curiosos que ha heredado de su antecesor Félix. Festo, como todos los personajes romanos que aparecen en el libro de los Hechos, se muestra respetuoso de la ley y deseoso de que triunfe la justicia. A nosotros nos interesa sobre todo el modo cómo él resume la discusión entre Pablo y los judíos. Se trata de asuntos de religión. Y como Pablo ha apelado al César, al gobernador no le queda más remedio que mantenerle en prisión hasta el momento en que se organice la travesía hacia Roma de algún barco oficial.

SALMO RESPONSORIAL: 102
R. / El Señor puso en el cielo su trono.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R.

El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes. R.


OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO

Canto de alabanza a Dios por la bondad que ha tenido con el pueblo y con el salmista en particular. En medio de la fragilidad del ser humano se revela la grandeza del amor de Dios. Al asumir el hijo de Dios nuestra propia fragilidad, nos permite participar con él de la misma herencia y nos revela la inmensidad del amor de Dios.     

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 21,15-19

“Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas”
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."    Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La triple pregunta de Jesús y la triple respuesta de Pedro muestran una contrapartida simbólica de su triple negación. Su arrepentimiento está implícito en la insistencia en que ama a Jesús y en la angustia que le producen las preguntas. La intención directa de las tres mociones no es mostrar que Jesús dude de Pedro, sino que Pedro ama profundamente a Jesús. El mandato de apacentar al rebaño incluye dos actividades del apostolado de Pedro: la animación de la primitiva Iglesia de Jerusalén y la predicación misionera. El evangelio de Juan no insiste en la posición superior del pastor, sino más bien en el conocimiento que lo une con las ovejas y en su entrega total al rebaño hasta dar la vida por él. Jesús es el buen pastor al que el Padre ha dado el rebaño y Pedro debe cuidarlo. El criterio cristiano para todo animador de comunidad es el amor. No se dirige desde el poder sino desde el amor. Un amor, que en el caso de Pedro fue probado con la ofrenda de su propia vida.
 ¿Los dirigentes políticos, sociales o eclesiales dirigen nuestras comunidades desde el poder autoritario o desde el amor y el servicio?

ORACIÓN
Jesús Amado, como personas y comunidades nos has llamado a ejercer una función bien importante, que  incluso la tienen por naturaleza las madres, cuidar, proteger, vigilar, enseñar y hasta dar la vida por otros, ayúdanos, gran Pastor, por favor, a llegar a amarte tanto que podamos cumplir esta gran labor, con tus pequeños y necesitados de conocer y vivir en la luz de tu bello amor. Amén.


“Profesando reiteradamente nuestro amor al Padre, seremos dignos de transmitir amor y servicio"

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