Fiesta de Nuestra
Señora de las Mercedes
“LA PRESENCIA DE DIOS EN EL
PROYECTO DE VIDA”
PRIMERA LECTURA
AGEO 1,1-8
“Construid
el Templo, para que pueda complacerme”
El año
segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, vino la palabra del Señor,
por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea,
y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote: "Así dice el Señor de los
ejércitos: Este pueblo anda diciendo: "Todavía no es tiempo de reconstruir
el templo."" La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo:
"¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras
el templo está en ruinas? Pues ahora -dice el Señor de los ejércitos- meditad
vuestra situación: sembrasteis mucho, y cosechasteis poco, comisteis sin
saciaros, bebisteis sin apagar la sed, os vestisteis sin abrigaros, y el que
trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota. Así dice el Señor: Meditad en
vuestra situación: subid al monte, traed maderos, construid el templo, para que
pueda complacerme y mostrar mi gloria -dice el Señor-." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Todo
sucedió en el siglo sexto antes de Cristo. A principios de este siglo, un rey
llamado Nabucodonosor, rey de los caldeos, destruyó Jerusalén y desterró a los
judíos. Unos setenta años después, todavía dentro del siglo sexto antes de
Cristo, los reyes: Ciro, Darío, Artajerjes, fueron instrumentos de Dios para
que los judíos pudieran regresar a su tierra. Pero no todo estaba en volver
simplemente a una tierra, a unos ganados y a unos sembrados. Y es aquí donde
entra la palabra de Ageo. Este hombre santo le recuerda al pueblo de Dios,
podemos decir, les recuerda los derechos de Dios, y les recuerda que cuando
Dios está en primer lugar, las bendiciones fluyen; en cambio, cuando nos
preocupamos primero de nuestras cosas, entonces se cumple lo que dice el mismo Ageo:
"Sembramos mucho y cosechamos poco" "nos esforzamos mucho y
obtenemos poco". Son palabras milenarias, y sin embargo nos hablan directo
al corazón. Pueden servir para describir un poco de esa ansiedad y vacío que
persiguen a tantas vidas.
"Nunca
el género humano tuvo a disposición suya tantas riquezas, tantas posibilidades
y tanto poder económico. Sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre aún
hambre y miseria, mientras inmensas multitudes no saben leer ni escribir. Nunca
como hoy ha tenido el hombre sentido tan agudo de su libertad, mas al mismo
tiempo surgen nuevas formas de esclavitud social y psíquica. Pareciera que Ageo
se estuviera dirigiendo a nuestra actual sociedad, en la cual se da prelación a
lo material y pasajero, y se deja de lado la construcción de verdaderos valores
humanos y espirituales. No negamos que la prosperidad económica sea importante,
que los adelantes científicos y técnicos mejoren, muchas veces, la calidad de
vida del ser humano. Lo que si creemos es que aquellas cosas no son lo
principal en la vida de una persona o de una comunidad.
SALMO RESPONSORIAL 149
R. /El
Señor ama a su pueblo.
Cantad al Señor un
cántico nuevo,
resuene su alabanza
en la asamblea de los fieles;
que se alegre
Israel por su Creador,
los hijos de Sión
por su Rey. R.
Alabad su nombre
con danzas,
cantadle con
tambores y cítaras;
porque el Señor ama
a su pueblo
y adorna con la
victoria a los humildes. R.
Que los fieles
festejen su gloria
y canten jubilosos
en filas:
con vítores a Dios
en la boca;
es un honor para
todos sus fieles. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Invitación universal a la alabanza con acompañamiento
de música y de danzas. El salterio concluye con una invitación a la alabanza a
Dios. La oración no se reduce a pedir dones, sino que tiene que ser sobre todo
reconocimiento del amor y del poder divino.
LECTURA DEL
EVANGELIO
LUCAS 9,7-9
“A Juan lo mandé
decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?”
En aquel tiempo, el
virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque
unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros
que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía:
"A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes
cosas?" Y tenía ganas de ver a Jesús. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El
desconcierto de Herodes Antipas ante la misteriosa figura de Jesús de Nazaret
nos prepara para la pregunta crucial que éste hará a sus discípulos en el
relato de la confesión de Pedro: “¿quién dice la gente que soy yo?” (Lc 9,18).
Ciertamente, la identidad de Jesús no estaba clara para nadie. Unos pensaban
que se trataba de Juan el Bautista resucitado, noticia que debía causar terror
en Herodes, sabiendo que él mismo lo había mandado decapitar por cuestionar su
concubinato con Herodías, la mujer de su hermano. Para otros, Jesús representa
lo mejor de la tradición profética, especialmente la figura de Elías. Herodes
no parece arrepentido de lo que hizo; más bien está preocupado de que tal
misterioso personaje, al igual que los profetas y que Juan, le cante la verdad,
o lo que es lo mismo, se convierta en la conciencia crítica de su gobierno y
del sistema político, económico y religioso imperante en Israel y en Roma. Para
Herodes, y en general para los que tienen hoy el poder de dominio en el mundo,
la verdad es un enemigo temible; en cambio, para los cristianos la verdad es una opción
de vida y de libertad.
ORACIÓN
Señor
el templo que quieres restaurar para que puedas habitar en él, es la vida de
todo ser humano que apartado de Ti comete tantas equivocaciones, pero que muy
en su interior siente la curiosidad de saber de ti. Si Dios, porque eres la
esencia de nuestra existencia. Solo necesitamos recibirte y dejar que camines a
nuestro lado, haciéndonos personas que luchan por un mundo donde prevalezca el
amor liberador que nos permita al final de este paso volver a ti plenamente.
Amén.
“La
Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia
divina porque participó íntimamente en el
misterio de su amor” (Papa Francisco)
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