martes, 1 de septiembre de 2015

Jueves 24 de Septiembre de 2015

Fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes

“LA PRESENCIA DE DIOS EN EL PROYECTO DE VIDA”

PRIMERA LECTURA
AGEO 1,1-8

“Construid el Templo, para que pueda complacerme”
El año segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote: "Así dice el Señor de los ejércitos: Este pueblo anda diciendo: "Todavía no es tiempo de reconstruir el templo."" La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo: "¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras el templo está en ruinas? Pues ahora -dice el Señor de los ejércitos- meditad vuestra situación: sembrasteis mucho, y cosechasteis poco, comisteis sin saciaros, bebisteis sin apagar la sed, os vestisteis sin abrigaros, y el que trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota. Así dice el Señor: Meditad en vuestra situación: subid al monte, traed maderos, construid el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi gloria -dice el Señor-." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Todo sucedió en el siglo sexto antes de Cristo. A principios de este siglo, un rey llamado Nabucodonosor, rey de los caldeos, destruyó Jerusalén y desterró a los judíos. Unos setenta años después, todavía dentro del siglo sexto antes de Cristo, los reyes: Ciro, Darío, Artajerjes, fueron instrumentos de Dios para que los judíos pudieran regresar a su tierra. Pero no todo estaba en volver simplemente a una tierra, a unos ganados y a unos sembrados. Y es aquí donde entra la palabra de Ageo. Este hombre santo le recuerda al pueblo de Dios, podemos decir, les recuerda los derechos de Dios, y les recuerda que cuando Dios está en primer lugar, las bendiciones fluyen; en cambio, cuando nos preocupamos primero de nuestras cosas, entonces se cumple lo que dice el mismo Ageo: "Sembramos mucho y cosechamos poco" "nos esforzamos mucho y obtenemos poco". Son palabras milenarias, y sin embargo nos hablan directo al corazón. Pueden servir para describir un poco de esa ansiedad y vacío que persiguen a tantas vidas.
"Nunca el género humano tuvo a disposición suya tantas riquezas, tantas posibilidades y tanto poder económico. Sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre aún hambre y miseria, mientras inmensas multitudes no saben leer ni escribir. Nunca como hoy ha tenido el hombre sentido tan agudo de su libertad, mas al mismo tiempo surgen nuevas formas de esclavitud social y psíquica. Pareciera que Ageo se estuviera dirigiendo a nuestra actual sociedad, en la cual se da prelación a lo material y pasajero, y se deja de lado la construcción de verdaderos valores humanos y espirituales. No negamos que la prosperidad económica sea importante, que los adelantes científicos y técnicos mejoren, muchas veces, la calidad de vida del ser humano. Lo que si creemos es que aquellas cosas no son lo principal en la vida de una persona o de una comunidad.
SALMO RESPONSORIAL 149
R. /El Señor ama a su pueblo.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Invitación universal a la alabanza con acompañamiento de música y de danzas. El salterio concluye con una invitación a la alabanza a Dios. La oración no se reduce a pedir dones, sino que tiene que ser sobre todo reconocimiento del amor y del poder divino.      


LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 9,7-9

“A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?”

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: "A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?" Y tenía ganas de ver a Jesús. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El desconcierto de Herodes Antipas ante la misteriosa figura de Jesús de Nazaret nos prepara para la pregunta crucial que éste hará a sus discípulos en el relato de la confesión de Pedro: “¿quién dice la gente que soy yo?” (Lc 9,18). Ciertamente, la identidad de Jesús no estaba clara para nadie. Unos pensaban que se trataba de Juan el Bautista resucitado, noticia que debía causar terror en Herodes, sabiendo que él mismo lo había mandado decapitar por cuestionar su concubinato con Herodías, la mujer de su hermano. Para otros, Jesús representa lo mejor de la tradición profética, especialmente la figura de Elías. Herodes no parece arrepentido de lo que hizo; más bien está preocupado de que tal misterioso personaje, al igual que los profetas y que Juan, le cante la verdad, o lo que es lo mismo, se convierta en la conciencia crítica de su gobierno y del sistema político, económico y religioso imperante en Israel y en Roma. Para Herodes, y en general para los que tienen hoy el poder de dominio en el mundo, la verdad es un enemigo temible; en cambio, para los cristianos la verdad es una opción de vida y de libertad.

ORACIÓN
Señor el templo que quieres restaurar para que puedas habitar en él, es la vida de todo ser humano que apartado de Ti comete tantas equivocaciones, pero que muy en su interior siente la curiosidad de saber de ti. Si Dios, porque eres la esencia de nuestra existencia. Solo necesitamos recibirte y dejar que camines a nuestro lado, haciéndonos personas que luchan por un mundo donde prevalezca el amor liberador que nos permita al final de este paso volver a ti plenamente. Amén.

“La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el  misterio de su amor” (Papa Francisco)


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