sábado, 1 de agosto de 2015

Lunes 31 de Agosto de 2015


“¡JESÚS ES EL MESÍAS! Y HA ELEGIDO A LOS POBRES Y OPRIMIDOS”


PRIMERA LECTURA
1TESALONICENSES 4,13-18

Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Hemos comentado en otras ocasiones que la Primera Carta a los Tesalonicenses es con muy alta probabilidad el primer documento escrito del Nuevo Testamento. Y vemos en la primera lectura de hoy que uno de los temas que ocupan a estos cristianos de las primeras horas es el destino de los difuntos.  ¿Por qué esa cuestión parece tan importante para ellos? La pregunta puede revertirse y hacer que apunte hacia nosotros: ¿en nombre de qué o de quién hemos convertido la religión en un asunto fundamentalmente para esta vida? ¿No será que hemos llegado a pensar que el cristianismo es una manera de pasar por esta tierra, o una manera de hacer vivible el mundo, o una manera decente de no dañar a los otros mientras uno busca lo que le gusta?. Lo cierto es que aquellos cristianos necesitaban una luz sobre su destino final, y sobre el destino final de los que ya se han ido. Y lo esencial de cuanto leemos hoy es: Pablo anuncia que la victoria de Cristo sobre la muerte significa también la victoria de los cristianos sobre la muerte. Aunque los ribetes específicos de su enseñanza quedan un poco velados por el uso generoso de metáforas, una cosa es clara, ante todo: allí donde la fe ha encontrado a Cristo no hay lugar para el temor.
SALMO 95
R./ El Señor llega a regir la tierra.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.

Alégrese el cielo, goce la tierra, / retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R.

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
La proclamación de la realeza del Señor es asociada en este himno a dos acontecimientos decisivos de su obra salvífica: la creación y el juicio (v. 10). La primera establece en la naturaleza el orden querido por Dios (Gn. 1. 31); el segundo restablece en la historia el orden quebrantado por la injusticia. Por eso, no sólo los seres humanos (vs. 1-10), sino todos los seres creados (vs. 11-12) son invitados a celebrar jubilosamente la llegada del Señor, que viene a instaurar definitivamente su justicia (v. 13).  Este poema litúrgico pertenece al grupo de los “Himnos a la realeza del Señor” y presenta numerosas analogías con Is. 40 - 66.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 4,16-30
“Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres... Ningún profeta es bien mirado en su tierra.”
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desarrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor." Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír." Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: "¿No es éste el hijo de José?" Y Jesús les dijo: "Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún." Y añadió: "Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio". Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El momento vocacional de Jesús se da en su bautismo y termina de madurar en el pasaje de las tentaciones. Pero esa vocación necesita un proyecto específico de vida que oriente su acción. Es lo que el Maestro manifiesta en la sinagoga de Nazaret con ese pasaje de Isaías que da cuerpo a su proyecto de vida: 1) Dar la Buena Noticia a los pobres; 2) Anunciar libertad a los cautivos 3) Devolver la vista a los ciegos; 4) Liberar a los oprimidos y 5) Proclamar el año de gracia del Señor. Sus paisanos tienen sus ojos puestos en él y esperan un gran comentario del pasaje. Para sorpresa general, Jesús no hace una “predicación” sobre el texto, sino que clara y contundentemente se lo apropia: “en presencia de ustedes se ha cumplido hoy este pasaje de la Escritura”. Pero como “nadie es profeta en su tierra”, la asamblea no lo acepta y hasta pretende matarlo. Algo similar nos puede pasar a nosotros. Existe mucha gente que vive el Evangelio, y lo hace de forma tan sencilla que pasa inadvertida y no nos damos cuenta. Y como son personas comunes y corrientes, no les prestamos atención.

ORACIÓN
Gracias mi Buen Dios por todo el itinerario bíblico en este mes de agosto que hoy termina. Gracias por todas las enseñanzas y bendiciones recibidas. Que desde la Palabra de hoy podamos reflexionar acerca del misterio de la vida y también de la misión que nos has encomendado. Ayúdanos a mirarnos hacia adentro y ver como nos estamos preparando para ser sembradores de vida y esperanza en medio de situaciones de  pobreza, necesidad,  opresión e injusticia. Que como tú nos enseñas hoy llevemos de tu Buena Nueva a los pobres, seamos instrumentos de luz, libertad y bendición para todos los que nos rodean. Amén.

“Como discípulos(as) misioneros(as),somos llamados(as) a trabajar con los pobres y necesitados  de Dios”


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