OCTAVA LLAVE: EL REPOSO
Sobre
esta llave el Salmo 127 nos da una buena meditación: “En vano madrugan ustedes,
y se acuestan muy tarde para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el
sueño a sus amados”.
Hay
tres elementos en la vida del ser humano que, aunque existen desde siempre como
carga negativa, se han agudizado en forma extraordinaria durante este tiempo de
la postmodernidad. Esos tres elementos fueron enumerados por la Biblia desde la
antigüedad: El hombre se levanta de madrugada a trabajar, se va tarde a reposar
y come pan de fatiga. Tanto madrugar, tanto afán durante el día, sólo para
vivir intranquilo y dormir mal, para ser un amargado y dañar la calidad de
vida. De un modo u otro todos somos víctimas de la agenda, del celular, de
whatsapp, de internet y, algo más, de la úlcera gástrica. Al hombre
postmoderno, a medida que le sangra el colón le sangra también el corazón.
Somos una sociedad tan enferma que nuestra prioridad es el trabajo, el trabajo
importa más que la familia, que los hijos, la mujer, la recreación sana, los
deportes. Por eso hoy se habla del
“laboradicto”, o adicto al trabajo. Para muchos el trabajo es su dios;
por eso la última parte del mensaje del salmo, dice que Dios concede el sueño a
quienes ama.
Una
herramienta en medio de las cargas del trabajo que el Señor quiere que ahora
apliquemos a nuestra vida es la llave del REPOSO. El tema del descanso o reposo
no se trata de un asunto sociológico ni teológico; es un tema de existencialidad
y de vida por lo tanto es profundamente espiritual. Reflexionemos en torno a este tema del REPOSO
en algunos momentos:
1.
Dios
reposó: Asombra constatarlo, el Dios
eterno fue el primer trabajador y el primero que también descanso (Génesis
2,1-2). El Señor santificó el día séptimo de la semana para el reposo (Génesis
2,3). ¿Y porqué descanso o reposo Dios?.
Porque es ante todo el primer trabajador. Jesús en el evangelio, en un diálogo
con los fariseos les dice algo sorprendente: “Hasta ahora mi Padre trabaja y yo
también trabajo”. El reposo existe porque existe el trabajo.
2.
El
trabajo no es un castigo sino una bendición: Hay populares imprecisiones que
tienen a la especie humana sumida en una gran miseria. Nuestra mentalidad
latinoamericana tiene una viciada manera de pensar u odre viejo según la cual
Dios instituyó el trabajo como un castigo por el pecado. Se repite mucho en
Latinoamérica y el Caribe, a propósito de temas laborales, esta canción que
dice: “A mí me llaman el negrito de batey, porque el trabajo para mí es un
enemigo; el trabajar yo se lo dejo todo al buey, porque el trabajo lo hizo Dios
como castigo”, al hablar así estamos cometiendo una gran injusticia ya que el
trabajo no es un castigo sino una bendición (Génesis 2,5).
3.
El
descanso es un mandamiento: Recordando que la palabra mandamiento significa una
orden, entonces podemos afirmar explícitamente: El descanso no es opcional, no
es si quieres descansar, no es si te da la gana de reposar un rato. Sino que
ante todo es una orden del Creador, que no se puede cambiar y cuidado, porque:
“Los cielos y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán” dice el Señor
(Mateo 24,25). A comienzos del siglo,
cuando empieza a surgir el sistema leninista en Rusia se cometieron algunos
errores, aunque el origen de la propuesta era buena y sana: “Buscar la justicia
social”. Uno de los errores, fue por ejemplo, el día de descanso. Los
gobernantes juzgaron como inconsecuente y no productivo que la gente tuviera un
día de descanso donde no hacía nada, ¿Y qué pasó?, sorprendentemente la
economía y productividad se vino al suelo y después de grandes estudios y
varios análisis, este materialismo llamado dialéctico (diálogos), llegó a la conclusión de que así como las máquinas
puramente materiales necesitan descanso, la máquina biológica, “el ser humano”
lo requiere también. Esto se había instaurado desde el Génesis, por Dios. Al
restablecerse en la Unión Soviética el
“Día de reposo” la economía o productividad, volvió a crecer. Por eso
entre los judíos llegó a establecerse el sábado como el día de reposo, y ¿porqué?. Porque el nombre propio de la
palabra sábado viene del hebreo Shabat que significa, descanso o reposo.
4.
La
naturaleza o creación debe reposar: Este sí que es un tema de moda, por la
carta o documento del Papa Francisco sobre la ecología ( “Laudato si”) que
significa “Alabado seas, mi Señor”. Digamos con toda claridad, que el
cristianismo aparte del ser humano,
tiene en la naturaleza o ecología su centro; es decir por naturaleza todo buen
cristiano es un ecologista, y toda ecología nos lleva a encontrarnos con el
creador. En el libro de Levítico Dios
ordena darle reposo a la tierra y aún a los animales de trabajo. El Señor
ordena seis años continuos de labores; pero el hombre, los animales y la tierra tienen que descansar el séptimo año,
la tierra tiene que descansar en ese tiempo, es decir no se podrá sembrar sino
que se dejará quieta que repose; los animales podrán comer libremente y no
serán obligados a trabajar durante todo ese año. De alguna manera los judíos
trajeron esa costumbre a occidente y, en cierta medida, todavía se está
practicando: las personas que dirigen grandes compañías o empresas, ejecutivos,
descansan el séptimo año, el famoso año sabático. Muchos no saben que esta
costumbre moderna viene de atrás de un principio bíblico. Los sociólogos, los
ingenieros industriales, psicólogos, jefes de personal, hablan mucho hoy de ese
asunto. Es absolutamente necesario que todos volvamos a este principio bíblico para darle calidad a
la vida humana, por supuesto que esto no sería prudente en sociedades como la
nuestra, la práctica del año sabático. ¿Se imaginan lo que pasaría?. Todos se
volverían sabatistas, tomarían de tres veces a varios años para completar su
año sabático. La Biblia nos enseña claramente que el reposo es personal,
natural y social. (Levítico 25,8-21).
5.
Un
trabajo especial requiere un reposo especial : Hay personas que viven ceñidas
al horario son inflexibles, milimétricas, marcan tarjeta a la hora exacta.
Practican el legalismo del trabajo. En este punto sí que nos sirve la lección
del profeta Elías, un hombre dinámico y muy cumplidor de su trabajo que en
ciertos momentos se veía llevado a hacer trabajos muy especiales. Pero terminó
muy cansado y desanimado (1Reyes 19,3-4). Este cansancio llevo a Elías a un
desapego o baja de ánimo total, lo que llamaríamos hoy depresión. Por trabajar tanto y no
descansar, Elías tiene una angustia existencial por el exceso del trabajo
riguroso. Esta situación lleva a Elías
pensar en querer morir (1ra Reyes 19,5). Dios acontece en su vida y a
través de un ángel le abre la llave del reposo a Elías: “Usted hizo un trabajo
especial, así que usted necesita un reposo especial”. ¿Y qué pasó? (v 6).
El mejor remedio que receta la Biblia
contra la depresión, desánimo y cansancio es : “comer y dormir”. Hay que
alimentarse y reposar para recobrar
fuerzas porque hay que salir adelante (v7). Saquemos una conclusión sencilla: Dios se nos
revela cuando estamos reposados, no cuando estamos fatigados. En el descanso o
reposo, es que vemos con claridad y objetividad las soluciones a nuestros problemas, las raíces de nuestras
dificultades; el libro de Isaías, dice: “En reposo y descanso te pastorearé”,
no dice en afanes y fatigas. Las grandes revelaciones, inspiraciones y
sabiduría para la vida, llegan cuando estamos
serenos y tranquilos, especialmente en la presencia de Dios. Si cumplimos
con el reposo, Dios proveerá nuestra comida y no tendremos que preocuparnos por esa añadidura. Algunas
personas conquistan una cumbre muy alta y ya se quieren retirar. Pero en Elías
Dios a través del ángel le enseña algo distinto, le abre la llave del reposo a
Elías, no para que termine su carrera, no para que se pensione, sino para que
renueve fuerzas como el águila y continúe trabajando. Volvámoslo a afirmar, un
trabajo adicional requiere un descanso adicional. Pero tampoco debe entenderse
como holgazanería, pereza y vagabundería. Pablo llega a afirmar que el que no
quiera trabajar, tampoco que coma. Porque hay algunos, que se toman muy en serio esto, no falta el cínico que se
toma lo del reposo como norma permanente. El que tenga oídos para oír que oiga
y el que tenga ojos para ver que lea. (Proverbios 24,30-34).
Quisiera
ya casi finalizando tratar de diferenciar un poco el reposo del descanso:
Hablamos de descanso, casi exclusivamente en la dimensión de la carne humana.
Descanso tiene que ver con vacacionar; cuando el cuerpo está cansado y
lógicamente necesita de descanso. Pero pensar en el reposo, es más espiritual,
más integral. Mientras el descanso se aplicaría esencialmente a la materia, es
decir, al cuerpo, el reposo es beneficio o alimento para el cuerpo, el alma y el espíritu. (1ra
Tesalonicenses 5, 23). Qué bueno sería darle reposo no solamente al cuerpo,
sino a través de una buena música, un libro, una recreación, un sano afecto,
dárselo a la psiquis (mente y emociones, es decir el alma). Pero también darle
un reposo o alimento, al neuma (área espiritual
y relación con Dios). No olvidemos que Jesús en el evangelio nos sigue
invitando a descansar y reposar en Él de
todas nuestras cargas y fatigas. (Mateo 11,28-30).
Citas
Bíblicas para reflexionar sobre el reposo:
-
Dios
reposó: Génesis 2,3
-
El
trabajo no es un castigo : Génesis 2,15
-
La
penalización del trabajo : Génesis 3,17-19
-
El
descanso es un mandamiento: Éxodo 20, 8-11
-
La
creación debe reposar: Levítico 25, 3-7
-
Trabajo
especial- reposo especial: 1Reyes 19, 3-7
-
La
holgazanería o pereza son un pecado: Proverbios 24, 30-34
-
El
día de reposo: Colosenses 2,16; Mateo 12, 9-12; Hechos 20,7
-
Jesús
también descansó: Lucas 8, 22-24
-
El
trabajo produce cansancio, hambre y sed: Juan 4,6-8
Sigamos
trabajando con ánimo pero, busquemos
espacios de reposo que siempre nos traerán grandes bendiciones también.
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