miércoles, 1 de mayo de 2013

Introducción


PENTECOSTÉS EL CULMEN DE LA PASCUA




Un nuevo mes en este tiempo de Pascua que lo acogemos con uno de los signos del que de verdad ha resucitado, “La gratitud”. Este tiempo de la cincuentena pascual ayuda a la comunidad (de mujeres y hombres) a ir tomando conciencia de la acción de Jesús Resucitado a través de la fuerza del Espíritu Santo que Él les comunica. En Pentecostés nace la mujer y el hombre nuevo(a). Nuevos en la manera de pensar, sentir, hablar y ver el mundo con los ojos del Resucitado, que llevan al creyente (discípulo(a)) a construir un estilo de vida al modelo del Resucitado, que es siempre el verdadero hombre nuevo.

Hablar de Pentecostés como lo hemos dicho en algunas oportunidades, es hablar del dinamismo que el Espíritu produce en el creyente. El Espíritu pone a la mujer y al hombre en una continua revolución o movimiento; movimiento en:
Ø  Amor y centralidad en la Palabra
Ø  Sentimientos de compartir(comunidad)
Ø  Seguimiento o discipulado de Jesús resucitado
Ø  Servicio o vida misionera de la comunidad
Ø   Vida fraterna y  solidaria entre los miembros de la comunidad (compartir el pan y la mesa)
Ø  De relaciones abiertas a las diferentes culturas, pensamientos y espiritualidades, es decir inclusión (Casa Abierta)
Ø  Pero en este mes de mayo como fruto del Resucitado y su Espíritu, celebramos desde el modelo discipular de María de Nazaret el mes de las madres.

“¿ACASO NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?”

Aprovecharé esta frase que aparece en el diálogo de la Virgen de Guadalupe con el Indio Juan Diego, para invitar a agradecer y hacer una sencilla reflexión sobre el amor del Buen Dios desde el signo de las madres.
De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre; esa imagen que guardamos de ella, con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años. Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, ya no tiene las mismas fuerzas de antes, calla ocultando el dolor. La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano sosteniéndonos y mostrándonos siempre la vida en sus lados más hermosos. De niños no entendemos sus lágrimas, de adultos nos preocupa o algunos las ignoran. Así como cuando niños necesitamos de ellas, de adultos y siempre necesitamos de la protección de esos brazos que nos dan fortaleza y nos llenan de comprensión en momentos de dolor y de sufrimiento.
Las Madres no hacen curso para ejercer como tales. Ellas no estuvieron en la escuela o facultad de cómo ser felices, simplemente desde su naturaleza que es “El Amor” son y nos hacen ser felices.
Solo por hoy, en este mes y ojala en gratitud para siempre te invito a que le inviertas un tiempo de gratitud y amor a tu madre. Si aunque quizás vieja y enferma la tienes a tu lado llámala o conversa con ella; dedícale tiempo. Si desde el amor permanece en tu corazón, aunque su vela ya se haya extinguido, eleva siempre un pensamiento y sentimiento agradecido y una oración de entrega al Dios Resucitado y sonríe, recibe paz y bendiciones cuando lo hayas hecho.

“Madre es el  nombre de Dios en el corazón y en los labios de los que siempre se hacen como    niños y niñas”.

Gratitud y bendiciones en este tiempo de Pentecostés a todas las madres.

Roberto Zamudio Gómez  



oraciones


ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA


Señor Nuestro, en este especial mes de mayo, queremos comenzar cada mañana dándote gracias por el bendito regalo de tu Espíritu Santo y la bella maternidad de María, la escogida que te llevó en su vientre y te acompañó en tu paso por este mundo. Te pedimos que como ella las mujeres nos llenemos de la fuerza del Espíritu para ser discípulas que caminan seguras de tu actuar en nuestra existencia y en las de los hombres. Danos las herramientas para no desfallecer en nuestra misión de ser generadores(as) y promotores(as) de vida; que como ella hagamos una lectura de la realidad de nuestro tiempo y actuemos confiados(as) de tu intervención para hacernos verdaderos(as) agentes de cambio, pero desde tu propuesta basada en la ley del Amor. Comenzamos el día anhelando conocerte cada vez más, cantando tus maravillas y armados(as) con el mensaje que tu Palabra nos revela hoy. Amén



ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA



En esta noche me postro ante Ti, porque reconozco mis constantes faltas; porque de no ser por tu amor no pudiera estar en tu presencia. Te pido, por favor, que te lleves de mi cada una de las actitudes que me hacen ser lo que no quiero, que rompas mis cadenas, que sanes mis heridas, que me hagas tuyo(a). Que mi descanso este en Ti, que mis pensamientos se sosieguen en tu amor y que mi corazón encuentre en Ti su sostén y su paz. Hazme mejor persona con la efusión de tu Espíritu Santo, que pueda ser un(a) buen(a) discípulo(a) tuyo(a), mi Maestro de la vida, para que como tu nunca pase de largo ante el dolor de mis hermanos y hermanas, que no sea indiferente ante el sufrimiento, sino que pueda tener compasión y actuar a favor del necesitado(a). Dame fuerzas, Jesús, para vivir a tu manera, construyendo el Reino y amando con todo el corazón. Que repares mis fuerzas, durante mi sueño, que descanse tranquilo(a) y seguro(a) porque no duerme mi Guardián que eres Tú. Amén      

PROMESA BÍBLICA DEL MES.


PROMESA BÍBLICA DEL MES.


“Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo”

 Hechos 2,4

Miércoles 1 de Mayo de 2013


“RESOLVER LAS DIFICULTADES CON SABIDURÍA CRISTIANA”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15,1-6

“Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar con los apóstoles"

Por aquel tiempo, algunos que habían ido de Judea a Antioquía comenzaron a enseñar a los hermanos que no podían salvarse si no se sometían al rito de la circuncisión, conforme a la práctica establecida por Moisés. Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión con ellos, y por fin Pablo, Bernabé y algunos otros fueron nombrados para ir a Jerusalén a tratar este asunto con los apóstoles y ancianos de la iglesia de aquella ciudad.
Enviados, pues, por los de la iglesia de Antioquía, al pasar por las regiones de Fenicia y Samaria contaron cómo los no judíos habían dejado sus antiguas creencias para seguir a Dios. Y todos los hermanos se alegraron mucho con estas noticias.
Cuando Pablo y Bernabé llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y por los apóstoles y ancianos, y contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos fariseos que habían creído, se levantaron y dijeron:
--Es necesario circuncidar a los creyentes que no son judíos, y mandarles que cumplan la ley de Moisés.
Se reunieron entonces los apóstoles y los ancianos para estudiar este asunto. Palabra del Señor.


REFLEXIÓN
En este texto de los Hechos de los Apóstoles encontramos los orígenes de la primera gran controversia que hubo de padecer, vivir y superar el cristianismo naciente.
Las condiciones estaban dadas: hemos oído cómo aquellos hombres y mujeres se habían dispersado con ocasión de la persecución en Jerusalén, de modo que cada vez entraban en contacto con situaciones nuevas que nunca les hubieran alcanzado al abrigo del judaísmo conservador que se practicaba en la Ciudad Santa.
Tuvieron así que encontrarse con sus hermanos judíos de la dispersión y ver cómo estos recibían de modos diversos, favorables o rabiosamente opuestos, la maravillosa y a la vez paradójica noticia de la redención en Cristo. Era pues cosa de tiempo para que se presentara lo que hemos visto hoy: judíos convertidos al cristianismo que quieren imponer la circuncisión, y por consiguiente la práctica de la ley de Moisés, a los cristianos que vienen del paganismo.


SALMO RESPONSORIAL: 121
R./ Vamos alegres a la casa del Señor

¡Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor"!
Ya están pisando nuestro pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según  la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 15,1-8

El que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante”

"Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí.
"Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el  fuego.
"Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En contraste con las discusiones suscitadas en el seno de las comunidades primitivas sobre si era necesario o no mantener las costumbres recibidas del judaísmo y otros aspectos que les reforzaran su nueva identidad cristiana (primera lectura), el evangelio nos dice que basta sólo una cosa: Mantenerse unidos a Jesús, y para ello emplea Juan la figura de la planta de la uva, de la vid. Jesús es esa planta, o el tronco más exactamente, y sus discípulos son las ramas; quien quiera dar fruto no puede desprenderse del tronco, porque, separados de él, no es posible hacer nada.
Estas palabras las dirige Jesús a sus discípulos después de que les ha lavado los pies y después de que les ha dado la certeza de no perderse si lo toman a él como único camino, como la verdad misma que confiere la vida, y después de que les ha otorgado el don de la paz. No quedan, pues, los discípulos como barcas a la deriva; tienen elementos más que suficientes para poner en práctica lo que hará que brille siempre en ellos esa presencia actuante del Maestro.

ORACIÓN
Nuestra historia como seres humanos está matizada por conflictos y malos entendidos, esto forma parte de la realidad de las relaciones personales. Pero ¡Ay Señor! si permaneciéramos unidos(as) a Ti y  a tu Palabra a través del Espíritu Santo con verdadero convencimiento, podríamos dar los frutos necesarios para construir familias y comunidades que en la sabiduría de los hijos e hijas de Dios supiéramos manejar las circunstancias difíciles de la vida. Ayúdanos por favor. Amén    

Jueves 02 de Mayo de 2013


Jueves 5ª semana de Pascua

“BUSCAR EL QUERER DE DIOS EN COMUNIDAD”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15,7-21

"A mi parecer no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios”
Después de mucho discutir, Pedro se levantó y les dijo:
--Hermanos, ustedes saben que hace tiempo Dios me escogió de entre ustedes para anunciar la buena noticia a los no judíos, para que ellos crean.  Y Dios, que conoce los corazones, mostró que los aceptaba, pues les dio el Espíritu Santo a ellos lo mismo que a nosotros. Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también ha purificado sus corazones por medio de la fe. Ahora pues, ¿por qué desafían ustedes a Dios imponiendo sobre estos creyentes una carga que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido llevar? Al contrario, nosotros creemos que somos salvados gratuitamente por la bondad del Señor Jesús, lo mismo que ellos.
Todos se callaron y escucharon mientras Bernabé y Pablo hablaban de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: --Hermanos, óiganme: Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice en la Escritura:
'Después de esto volveré
y reconstruiré la caída choza de David;
reconstruiré sus ruinas
y la volveré a levantar,
para que los demás busquen al Señor
junto con todas las naciones
que han sido consagradas a mi nombre.
El Señor, que dio a conocer estas cosas
desde tiempos antiguos, ha dado su palabra.'

"Considero, por lo tanto, que no se les debe imponer cargas innecesarias a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios. Basta con escribirles que se aparten de todo lo que haya sido contaminado por los ídolos, que eviten los matrimonios prohibidos y que no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre. Porque desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de Moisés, la cual se lee en las sinagogas cada sábado." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El “asunto de la circuncisión” no era algo tan lejano ni tan complicado ni tan inútil como puede parecernos fácilmente. Era la señal visible de la pertenencia al pueblo de Abraham, según dijo Dios al que es padre de todos nosotros en la fe: “Este es mi pacto que guardaréis, entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. Seréis circuncidados en la carne de vuestro prepucio, y esto será la señal de mi pacto con vosotros. A la edad de ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón por vuestras generaciones; asimismo el siervo nacido en tu casa, o que sea comprado con dinero a cualquier extranjero, que no sea de tu descendencia. Ciertamente ha de ser circuncidado el siervo nacido en tu casa o el comprado con tu dinero; así estará mi pacto en vuestra carne como pacto perpetuo” (Gen 17,10-13).
Y aunque esta señal fuera propia de los varones solamente, quedaba entendido, según la mentalidad de la época, que el rumbo de toda familia y la religión propia de cada hogar, lo mismo que su vida moral y las palabras de enseñanza, correspondían todas al varón, de modo que era claro que entrar en la circuncisión era darle una familia a Dios. Y así, cuando los judíos se dispersaron entre las naciones, su miembro circuncidado era algo más que una operación quirúrgica: era prácticamente un motivo de orgullo como pueblo y como raza; de modo que era normal y bien visto llamarse “de la circuncisión”, como leemos en los Hechos de los Apóstoles (cf. Hch 10,45; 11,2).
Por contraste, éstos, los “de la circuncisión” lanzaban una mirada de cierto desprecio a los paganos “incircuncisos”, de modo que Pablo llega a hablar de una especie de “muro” que separaba a los dos pueblos, y por eso escribe a los efesios: “Ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo. Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad” (Ef 2,13-16).
El Espíritu Santo, obrando con y más allá de los Apóstoles, traza una ruta que será la gran ruta de la evangelización de los pueblos paganos. Si somos salvos por la gracia y mediante la fe, no cabe considerar a la Ley de Moisés como una obligación o como un requisito que todos han de cumplir para alcanzar la salvación. Una decisión que hizo historia.
SALMO RESPONSORIAL: 95
R./ Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Decid a los pueblos: "El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente." R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 15,9-11
“Permanezcan en mi amor, para que su alegría llegue a plenitud”
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
"Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Al final de su camino, Jesús puede hablar con propiedad y autoridad sobre la alegría y felicidad que ha alcanzado por la vía de la entrega de su vida a la causa del Reino. Alegría y felicidad que al mismo tiempo él propone también para sus seguidores: “Les he dicho esto para que participen de mi alegría y sean plenamente felices”. No tiene sentido, entonces, buscar las fuentes de la alegría y la felicidad al margen de Jesús y su evangelio de vida; en esto nos hemos equivocado demasiado como cristianos; ante las primeras dificultades y contradicciones solemos poner en tela de juicio el sentido y la finalidad de nuestra vocación cristiana y misionera.
Cierto que la vocación al servicio del Reino no contempla el dolor y la persecución como “pre-requisito”; sin embargo, estarán siempre ahí, porque la calidad del mensaje, el sentido que busca, deja al descubierto a todos los que se oponen al plan de amor y de justicia querido por Dios; y la única forma de reaccionar de éstos es el rechazo a través de la violencia.
ORACIÓN
Señor, en estos días nos sigues dando elementos para vivir en clave de comunidad. Hoy podemos interiorizar sobre lo que esperas de nosotros(as), la unidad y la inclusión de todas las personas a nuestro alrededor; basados en el amor, el dominio propio, la templanza y demás actitudes para no ser piedras de tropiezo. Entendiendo que vivir en comunidad consiste en estar unidos a Ti, como Tú al Padre, en valores que lleven al bienestar de todos y todas. Amén

Viernes 03 de Mayo de 2013


San Felipe y Santiago apóstoles

“LA CRUZ ES SIGNO DE NUESTRA LIBERACIÓN”


PRIMERA LECTURA
PRIMERA DE CORINTIOS 15,1-8

“Se apareció a Santiago, después a todos los apóstoles”

Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Este es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.
Por último se me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Pablo alude a lo fundamental de la fe: el kerigma, la predicación fundamental de los cristianos, es decir, que Cristo vivió, murió y resucitó para nuestra salvación. El apóstol recuerda una vez más a los corintios nada menos que “el evangelio que les he predicado”. No una ideología, una doctrina filosófica o teológica, tampoco un código moral sino la certeza de los acontecimientos salvadores de los cuales los apóstoles fueron testigos y autorizados mensajeros.
Se trata de la muerte salvífica de Jesús en la cruz, en cumplimiento del plan divino de salvación para toda la humanidad. De su sepultura, garantía de la realidad mortal que experimentó Jesús, y de su resurrección gloriosa, irrupción definitiva de Dios en nuestra pobre historia humana y cumplimiento en Cristo de todas las promesas y expectativas de la humanidad. Éste es el evangelio, la buena noticia. El fundamento y principio de nuestra fe. Lo que nos define como cristianos. Es decir, la misma persona de Jesús: su vida y su muerte. La garantía de que ante Dios todos tenemos un lugar, de que Él nos hará justicia a cada uno, y llevará a la plenitud nuestra efímera existencia, como llevó a su plenitud la existencia de Jesús.

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón,
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,6-14
“Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, y todavía ¿no me conoces?
Jesús le contestó:
--Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
Felipe le dijo entonces:
--Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
Jesús le contestó:
--Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN:
Encontramos un diálogo de aquellos que Jesús tenía sólo con los Apóstoles, y en los que procuraba ir formándolos, para que tuvieran ideas claras sobre su persona y su misión. Los apóstoles estaban influenciados con  las ideas que los judíos se habían formado sobre la persona del Mesías: esperaban un liberador terrenal y político, mientras que la persona de Jesús no respondía en absoluto a estas imágenes preconcebidas. Las primeras palabras que leemos son respuesta a una pregunta del apóstol Tomás. “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn.14,6). Esta respuesta a Tomás da pie a la petición de Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta” (Jn.14,8). La respuesta de Jesús, es en realidad una reprensión: “Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe?” (Jn.14,9). Los apóstoles no acababan de entender la unidad entre el Padre y Jesús, no alcanzaban a ver al Dios y Hombre en la persona de Jesús. Él no se limita a demostrar su igualdad con el Padre, sino que también les recuerda que ellos serán los que continuarán su obra salvadora. Les otorga el poder de hacer milagros, les promete que estará siempre con ellos y cualquier cosa que pidan en su nombre, se la concederá. Estas respuestas, también Jesús nos las dirige a todos nosotros.

ORACIÓN
Precioso Dios de la vida, ayúdanos a aceptar la cruz, como el don más grande de tu amor y a asumirla con valentía, para ser como Tú, críticos y actuantes ante unas realidades de sometimiento e injusticia que refleja la cabida que se le da al egoísmo, individualismo y la búsqueda de poder, que nos aleja de Ti y del verdadero sentido de la liberación que nos regalaste. Que al contemplar esto que Tú eres, el Espíritu Santo nos ayude para recibir y dar más de  Tí.  Amén

Sábado 04 de Mayo de 2013


Sábado 5ª semana de Pascua

“YO HARÉ CUALQUIER COSA QUE PIDAN EN MI NOMBRE”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 16, 1-10

Ven a Macedonia y ayúdanos”
Pablo llegó a Derbe y Listra, donde encontró a un creyente llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente y de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio hablaban bien de él. Pablo quiso que Timoteo lo acompañara, pero antes lo hizo circuncidar para que no se ofendieran los judíos que vivían en aquellos lugares, ya que todos sabían que el padre de Timoteo era griego. En todos los pueblos por donde pasaban, comunicaron a los hermanos las instrucciones dadas por los apóstoles y los ancianos de la iglesia de Jerusalén. Así que las iglesias se afirmaban en la fe, y el número de creyentes aumentaba cada día.
Como el Espíritu Santo no les permitió anunciar el mensaje en la provincia de Asia, atravesaron la región de Frigia y Galacia, y llegaron a la frontera de Misia. De allí pensaban entrar en la región de Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Así que, pasando de largo por Misia, bajaron al puerto de Tróade. Allí Pablo tuvo de noche una visión; vio a un hombre de la región de Macedonia, que puesto de pie le rogaba: "Pasa a Macedonia y ayúdanos." En cuanto Pablo tuvo esa visión, preparamos el viaje a Macedonia, seguros de que Dios nos estaba llamando para anunciar allí la buena noticia. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Aparentemente Pablo había logrado una gran victoria en el Concilio de Jerusalén, según hemos escuchado en la primera lectura de estos pasados días: de hecho, fue su punto de vista el que triunfó y la decisión tomada con respecto al papel de la ley en lo que atañe a la predicación a los pueblos no judíos. Lo acordado fue que no había que exigir el cumplimiento de la ley judía, la ley de Moisés, a los no judíos, y esto era precisamente lo que quería Pablo que se dijese.
En esta primera lectura es la primera vez que aparece Timoteo, que de ahora en adelante seguirá unido a Pablo y será, hasta el fin, uno de los más fieles discípulos, se dice que era hijo de una mujer judía y de padre griego. Pablo lo circuncida, a pesar de que no estaba de acuerdo con que los paganos debieran circuncidarse por obligatoriedad, pero por ley, al ser hijo de una judía, según el derecho israelita también es judío.
Pues bien, ahora es el mismo Pablo quien introduce a Timoteo en las prácticas judías a través de este antiguo rito de la circuncisión, podría parecer algo contradictorio ya que tanto ha enseñaba el mismo Pablo: que hemos sido liberados de la ley judía. La contradicción, sin embargo, es sólo aparente, ya que si bien no estamos obligados a practicar la ley judía, no es cierto que los judíos por nacimiento estén prohibidos de practicarla.
Pablo tenía fama de inflexible o autoritario en algunos círculos cristianos de la época, sin embargo hoy nos está dando una buena lección, no sólo de “apertura”, sino sobre todo de la primacía de las “razones del amor”.
Nos quiere decir que aunque en rigor de derechos no es indispensable que Timoteo sea circuncidado, es un hecho que esa circuncisión puede aliviar o aligerar el camino de los judíos que conocían del pasado pagano de este hombre. Es por eso que Pablo, pone por encima la caridad, más allá de los propios derechos, renuncia a sus derechos en favor de las bendiciones que pueden llegar a sus hermanos.

SALMO RESPONSORIAL: 99
R./ Aclama al Señor, tierra entera.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 15, 18-21
“No son ustedes del mundo, sino que yo les he escogido sacándoles del mundo ”

"Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran  del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo. Acuérdense de esto que les dije: 'Ningún servidor es más que su señor.' Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán; y si han hecho caso de mi palabra, también harán caso de la de ustedes. Todo esto van a hacerles por mi causa, porque no conocen al que me envió. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús demuestra su amor y su amistad con los suyos incluso previniéndoles sobre lo que les sucederá por ser sus amigos; y no vaticina para ellos un futuro “color de rosa”; todo lo contrario, el amor que Jesús ha prodigado al mundo ha sido rechazado con odio y con violencia, y, de igual modo, sus seguidores correrán también el mismo destino. Sin embargo, Jesús no siente amargura, ni les transmite esta verdad de un modo pesimista, para desanimarlos; al contrario, en el rechazo, en la persecución, en la contradicción, está la alegría de saber que se está siendo fiel al querer de Dios; es la constatación de que las palabras y las acciones no se acomodan -no se pueden acomodar-, al modo de ser de un mundo injusto, discriminatorio y excluyente. El rechazo al amor no es “gratuito” ni “porque sí”: Es porque las acciones del amor dejan al desnudo las obras del mal y del egoísmo y hacen que quienes pretenden aparecer como buenos y grandes señores, resulten ser realmente los autores y promotores de este mismo mal.
Oímos entonces el eco victorioso de Jesús: “Yo no soy de este mundo”, y declara luego: “vosotros no sois del mundo”, los discípulos, y el verdadero discípulo, odiado y perseguido a causa de su nombre, se apropia de la Palaba del Hijo y la hace “suya”, conoce y reconoce a Dios y entiende el sentido de su proyecto.

ORACIÓN
Necesitamos fortalecer mucho más nuestra fe en Ti, Señor, ayúdanos a  reconocerte y vivirte permanentemente como  camino, verdad y vida, para realizar las obras que esperas hagamos en tu  Nombre, con amor, firmeza y confiando en tu intervención ante el Padre para no desviarrnos de Ti y del amor verdadero que produce personas, familias y comunidades de fe, igualdad y solidaridad. Amén.

Domingo 05 de Mayo de 2013


6º Domingo de Pascua

“ABIERTOS A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15, 1-2. 22-29

“Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables”

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.
Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsaba y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: "Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.
Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El libro de los Hechos nos presenta nuevamente la controversia de los apóstoles con algunas personas del pueblo que decían que los “no circuncidados” no podían entrar en el reino de Dios. Los apóstoles descartaban el planteamiento judío de la circuncisión.

Esta se realizaba a los ocho días del nacimiento al niño varón, a quien sólo así se le aseguraban todas las bendiciones prometidas por ser un miembro en potencia del pueblo elegido y por participar de la Alianza con Dios. Todo varón no circuncidado según esta tradición debía ser expulsado del pueblo, de la tierra judía, por no haber sido fiel a la promesa de Dios ( Gn 17,9-12).

El acto ritual de la circuncisión estaba cargado -y aún lo está- de significado cultural y religioso para el pueblo judío. Estaba ligado también al peso histórico-cultural de exclusión de las mujeres, las cuales no participaban de rito alguno para iniciarse en la vida del pueblo: a ellas no se les concebía como ciudadanas.

Para los cristianos la circuncisión ya no es, ni será importante. Este rito y tradición ha perdido toda vigencia. Ya no es necesario hacer ritos externos alejados de la justicia y del amor misericordioso de Dios. En el cristianismo hombres y mujeres somos iguales, y en el Bautismo adquirimos todos la dignidad de hijos de Dios y miembros del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Creemos necesario realizar una constante «circuncisión del corazón» ( Dt 10,16) para que tanto hombres como mujeres logremos purificarnos del egoísmo, del odio, de la mentira y de todo aquello que nos degenera.

SALMO RESPONSORIAL: 66
R. / Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R.

SEGUNDA LECTURA
APOCALIPSIS 21, 10-14. 22-23

“Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo”

El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.
Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.
La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El Apocalipsis nos presenta también una crítica a la tradición judía excluyente. Juan vio en sus revelaciones la nueva Jerusalén que bajaba del cielo y que era engalanada para su esposo, Cristo resucitado. Esta nueva Jerusalén es la Iglesia, triunfante e inmaculada, que ha sido fiel al Cordero y no se ha dejado llevar por las estructuras que muchas veces generan la muerte. Aquí yace la crítica del cristianismo al judaísmo que se dejó acaparar por el Templo, en el cual los varones, y entre éstos especialmente los cobijados por la Ley, eran los únicos que podían relacionarse con Dios; un Templo que era señal de exclusión hacia los sencillos del pueblo y los no judíos.

La Nueva Jerusalén que Juan describe en su libro no necesita templo, porque Dios mismo estará allí, manifestando su gloria y su poder en medio de los que han lavado sus ropas en la sangre del Cordero. Ya no habrá exclusión -ni puros ni impuros-, porque Dios lo será todo en todos, sin distinción alguna.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14, 23-29

“El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el evangelio de Juan, Jesús, dentro del contexto de la Ultima Cena y del gran discurso de despedida, insiste en el vínculo fundamental que debe prevalecer siempre entre los discípulos y él: el amor. Judas Tadeo ha hecho una pregunta a Jesús: “¿por qué vas a mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo”? Obviamente, Jesús, su mensaje, su proyecto del reino, son para el mundo; pero no olvidemos que para Juan la categoría “mundo” es todo aquello que se opone al plan o querer de Dios y, por tanto, rechaza abiertamente a Jesús; luego, el sentido que da Juan a la manifestación de Jesús es una experiencia exclusiva de un reducido número de personas que deben ir adquiriendo una formación tal que lleguen a asimilar a su Maestro y su propuesta, pero con el fin de ser luz para el “mundo”; y el primer medio que garantiza la continuidad de la persona y de la obra de Jesús encarnado en una comunidad al servicio del mundo, es el amor. Amor a Jesús y a su proyecto, porque aquí se habla necesariamente de Jesús y del reino como una realidad inseparable.

Ahora bien, Jesús sabe que no podrá estar por mucho tiempo acompañando a sus discípulos; pero también sabe que hay otra forma no necesariamente física de estar con ellos. Por eso los prepara para que aprendan a experimentarlo no ya como una realidad material, sino en otra dimensión en la cual podrán contar con la fuerza, la luz, el consuelo y la guía necesaria para mantenerse firmes y afrontar el diario caminar en fidelidad. Les promete pues, el Espíritu Santo, el alma y motor de la vida y de su propio proyecto, para que acompañe al discípulo y a la comunidad.

Finalmente, Jesús entrega a sus discípulos el don de la paz: “mi paz les dejo, les doy mi paz” (v. 27); testamento espiritual que el discípulo habrá de buscar y cultivar como un proyecto que permite hacer presente en el mundo la voluntad del Padre manifestada en Jesús. Es que en la Sagrada Escritura y en el proyecto de vida cristiana la paz no se reduce a una mera ausencia de armas y de violencia; la paz involucra a todas las dimensiones de la vida humana y se convierte en un compromiso permanente para los seguidores de Jesús.
  
ORACIÓN
En este sexto domingo en que gozosos(as) celebramos tú paso amoroso, misericordioso y glorioso por este mundo, queremos darte infinitas gracias por la acción de tu Espíritu Santo en cada uno(a) de nosotros(as), pues desde nuestras realidades de vida, nos has llamado y nos has dado mucho de Ti. Nos llevas en un proceso de cambio que se refleja en el anhelo de conocer más de tu Espíritu Santo y de dejarnos limpiar, ungir y purificar para ser mejores personas y comunidades. Amén

Lunes 06 de Mayo de 2013


Lunes 6ª semana de Pascua

“ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS CON Y DESDE EL CORAZÓN”


PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 16,11-15
“El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo”
Nos embarcamos, pues, en Tróade, y fuimos directamente a la isla de Samotracia, y al día siguiente llegamos a Neápolis. De allí fuimos a Filipos, que es una colonia romana y una ciudad muy importante de esa parte de Macedonia. Allí estuvimos algunos días. El sábado salimos a las afueras de la ciudad, junto al río, donde pensamos que había un lugar de oración de los judíos. Nos sentamos y hablamos del evangelio a las mujeres que se habían reunido. Una de ellas se llamaba Lidia; era de la ciudad de Tiatira y vendía telas finas de púrpura. A esta mujer, que adoraba a Dios y que estaba escuchando, el Señor la movió a poner toda su atención en lo que Pablo decía. Fue bautizada, junto con toda su familia, y después nos rogó:
--Si ustedes juzgan que de veras soy creyente en el Señor, vengan a alojarse en mi casa. Y nos obligó a quedarnos.
REFLEXIÓN
Filipos era una ciudad esencialmente latina, convertida en colonia romana, aún cuando quedaba en Macedonia. Era una ciudad de mar, donde los judíos no tenían sinagoga sino que celebraban sus reuniones junto al agua. La conversión de Lidia provoca la conversión de toda su familia, éste es un elemento muy común para aquellos que abrazan la fe cristiana. Lo ha dicho el Señor: "Ten fe en Jesús y te salvaras tú y tu casa".

SALMO RESPONSORIAL: 149
R./ El Señor ama a su pueblo

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas,
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 15,26-16,4ª
“El Espíritu de la verdad dará testimonio de mi”
"Pero cuando venga el Defensor que yo voy a enviar de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él será mi testigo. Y ustedes también serán mis testigos, porque han estado conmigo desde el principio.
"Les digo estas cosas para que no pierdan su fe en mí. Los expulsarán de las sinagogas, y aun llegará el momento en que cualquiera que los mate creerá que así presta un servicio a Dios. Esto lo harán porque no nos han conocido, ni al Padre ni a mí. Les digo esto para que, cuando llegue el momento, se acuerden de que yo se lo había dicho ya.
"No les dije esto desde un principio porque yo estaba con ustedes. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús reafirma una vez más la necesidad de fortalecer la identidad entre él mismo y sus discípulos; es decir, hace un llamado a la fidelidad, a mantenerse firmes, pase lo que pase. Para la época de la redacción de Juan, los cristianos habían sido ya expulsados de la sinagoga; esto es, habían tenido que abandonar el seno del judaísmo para comenzar a construir su propia identidad cristiana, su propio “camino”. Quizás para muchos cristianos la expulsión de la sinagoga pudo haber significado el fin del movimiento cristiano. Sin embargo en los grandes líderes de las comunidades primitivas parece que hay una aceptación, si se quiere gozosa, de este hecho, pues va permitiendo la libertad y la autonomía. De ahí la insistencia del evangelista en mantenerse unidos a Jesús como las ramas al tronco, de amarse mutuamente, de mantener siempre vivo y actuante el don de la paz que han recibido de parte del Señor, y de esperar contra cualquier cosa el don definitivo del Espíritu.
El discípulo que ama y que conserva la unidad, no teme la prueba, ni la persecución, nada de lo que pueda pasar. Dios estará siempre para fortalecerle.
Más allá de nuestros momentos de aflicción, siempre existe un día mejor. Existen días buenos y días malos, días de lluvia y días de sol, días alegres y días tristes; pero todos pasan, y sólo Dios está siempre, y la promesa de su Espíritu que nos sostiene e impulsa para salir victoriosos.
ORACIÓN
Que refrescante es para nuestra fe personal y comunitaria la figura de esta mujer de Filipos, que abre su casa para albergar a tus misioneros, porque ha escuchado, entendido y creído en tu Palabra. Ayúdanos por favor a abrir nuestro corazón de tal manera que nos dispongamos a servir dando testimonio de ti, despojándonos de todo lo que nos separe de ti, Dios de amor y de la comunidad que nos regalas para crecer y ejercitarnos en tu proyecto de Vida y amor. Amén

Martes 07 de Mayo de 2013


LA SALVACIÓN ES MOTIVO DE FIESTA PARA EL CRISTIANO

PRIMERA LECTURA
HECHOS 16,22-34

“Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia”
En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: "No te hagas nada, que estamos todos aquí." El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó y les preguntó: "Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?" Le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia." Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. El carcelero se los llevó a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
¡Qué hermoso cuadro nos regala la primera lectura de hoy! He aquí unos prisioneros muy singulares: son capaces de dar libertad a su propio carcelero.
En más de una ocasión escribió Pablo que la Palabra de Dios no estaba encadenada y lo sucedido hoy nos lo muestra claramente. En efecto, la libertad de Pablo y Silas, también llamado Silvano, no empieza en el momento en que aquel terremoto los libera rompiendo sus cadenas. Son libres cuando la oscuridad del calabozo no destruye la luz de sus almas; son libres cuando la tristeza de las cadenas resulta impotente ante el gozo de sus cantos; son libres cuando la injusticia de un castigo inicuo no vence sobre el poder de su mensaje de la justificación que Dios regala en la Sangre de Jesús.
Cuando el carcelero descubre que no ha podido custodiar a los presos, precisamente porque uno más fuerte les ha dado libertad, se resuelve a suicidarse, de seguro para no tener que padecer la muerte a mano de sus superiores. Pablo, según escuchamos, lo logra detener con un grito en que le advierte que todos están adentro. Y entonces viene la gran pregunta: “¿Señores, qué debo hacer para salvarme?”. Esta pregunta tiene mucha historia dentro de la Iglesia. La escucharemos en las dunas del desierto egipcio en aquellos años de oro del monaquismo primitivo. Decenas de veces los escritores antiguos relatan la escena hermosa: un joven que se acerca a un santo monje y con profunda reverencia se atreve a preguntar por fin: “¿qué debo hacer para salvarme?”.

Es también la pregunta que hace aquel joven rico que un día fue donde el Maestro de Maestros, Jesucristo, según relata Marcos: “Cuando Jesús iba a seguir su viaje, llegó un hombre corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” (Mc 10,17).

Hoy podemos dejar que esa pregunta, la pregunta honda que vive en el fondo del corazón humano, salga a flote y nos conmueva también a nosotros e  también marque nuestro camino e influya en nuestras decisiones.


SALMO RESPONSORIAL: 137
R./ Señor, tu derecha me salva.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.

Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 16,5-11

“Si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Si hay una frase de Jesús que  puede  impactar  profundamente es esta que oímos en el evangelio de hoy: “Les conviene que yo me vaya...”. ¡Por Dios, cómo puede decirnos eso! Si en él hemos recibido sanación, vida, si de él hemos aprendido tantas cosas, si estando con él hemos visto huir a nuestros enemigos, ¿cómo nos dice que nos conviene que él se vaya? ¿Qué bien puede haber mayor que el bien por esencia que es el Hijo de Dios, el Dios con nosotros? ¿Por qué nos habla así?

En otro sentido, la frase del Señor Jesús deja ver una humildad perfecta. El mismo que nos dijo “sin mí nada pueden hacer” (Jn 15,5), ahora nos dice: “les conviene que yo me vaya”. Así entendemos que no nos dijo que nada podíamos sin él como un modo de darse importancia él, sino como un modo de mostrar en dónde hallaríamos sanación nosotros.

Pero la pregunta inicial de este apartado sigue: ¿por qué nos dice que nos conviene que él se vaya? Sólo puede haber una respuesta: porque hay un bien mayor que tenerle visiblemente a nuestro lado. Y ese bien es tener adentro de nosotros la gracia, la vida y la fuerza que vemos brillar en él. Tener su vida en nosotros es todavía mejor que tenerlo a él mismo vivo junto a nosotros. Y tal será el bien maravilloso que vendrá cuando llegue a nosotros el Espíritu Santo.

ORACIÓN
Hoy nos enseñas que la experiencia de abrazar  la fe en Ti, Señor resucitado, es motivo de celebración y de ponernos en marcha al servicio de los más débiles, sufrientes y esclavizados por estar apartados de ti. Cuando hemos caído en cuenta de que ya somos tus discípulos(as) y ayudantes de tu rebaño, dejamos que tu Espíritu Santo alegre nuestro ser y nos impulse a buscarte en comunidad para no desfallecer en la misión.  Amén