TIEMPO
PARA ALIMENTAR LA SOLIDARIDAD, LA MISERICORDIA Y EL SERVICIO
El
tiempo corre, hace apenas unos días estábamos celebrando el misterio de la
encarnación, y ahora dentro de los próximos días avanzaremos hacia la celebración de la
Pascua, que se inicia con un tiempo de preparación de cuarenta días, al que
llamamos Cuaresma. Cada momento de éste
tiempo que es una invitación a vivir la “Experiencia del desierto en la fuerza
del Espíritu Santo”, tal como lo hizo el Señor Jesús (Luc
4,1). Todo este tiempo de Cuaresma es como un “Retiro Espiritual Comunitario”,
durante el cual se nos va proponiendo desde la liturgia el ejemplo de Cristo en
su retiro al desierto. Sin la presencia y el empujoncito del Espíritu, la guía
de la Palabra del Señor, la oración y la
vida comunitaria, es mejor no comenzar la Cuaresma.
La
Cuaresma comienza con el signo penitencial el miércoles de ceniza, para
hacernos tomar conciencia de nuestra condición de debilidad y del “peso del
pecado” que limpia nuestra vida cristiana, y buscar con toda humildad ponernos
a los pies de Jesús como Maestro, para recorrer con él estos cuarenta días, el
camino hacia la Pascua.
CUARENTA DIAS….
…Para
cambiar nuestros corazones al estilo del
profeta Ezequiel: “Les daré un corazón nuevo y un espíritu nuevo; les quitaré
el corazón duro y les infundiré mi Espíritu”. (Ez. 36,26-27)
…Para
la conversión que no es otra cosa que “recuperar el camino perdido”, para
sentir la alegría de regresar a Dios, como lo confirma el profeta Isaías:
“Vengan acérquense a mí, aunque sus pecados sean como el rojo más vivo yo los
purificare”(Is.1,16-18). Incluso el ayuno, la oración y la caridad que son los
signos más importantes de la Cuaresma
pierden su sentido si están desligados de un verdadero regreso al Señor
y de hecho al prójimo.
CUARENTA DIAS…
…Para
sumergirnos en el proyecto de Jesús, y
en oración reflexionar y contarle al Señor sobre las incoherencias, los
egoísmos, las injusticias, las indiferencias, las violencias, las
intolerancias, y las discriminaciones, e iniciar como el hijo prodigo el camino
de regreso a la Casa Abierta del Padre Misericordioso.
CUARENTA DIAS…
…Para
analizar con Jesús en comunidad las causas de tanta injusticia, exclusión,
violencia y muerte en un mundo creado para la vida, y pedirle que nos diga cómo
podemos ayudar a reconstruir nuestra humanidad y sociedad sobre la roca de la
justicia, el amor y la paz (Is. 58,6-9)
…Para
tejer con hilos de amor, misericordia, solidaridad, justicia y esperanza la
ropa destruida de un mundo que se resiste a morir sin intentar su resurrección.
CUARENTA DIAS…
…Para
sentir la mano y las palabras del gran Maestro Jesús que nos levanta de todo
signo de muerte y nos da la fuerza de su Espíritu para seguir caminando en
medio de nuestros propios desiertos.
CUARENTA DIAS…
…Para
caminar hacia la meta que es la Pascua, y llegar optimistas a la Nueva
Jerusalén y como Nicodemo, cuarenta días para nacer de nuevo (Jn. 3,7-8).
Aprovechemos
pues este tiempo privilegiado para que junto al Señor, Dios de la vida, con la fuerza
de su Espíritu, sigamos trabajando en y por la comunidad, en fraternidad,
solidaridad, servicio y en la espera de un tiempo mejor para el mundo, guiado
en las promesas del Señor.
Doy
gracias por cada uno y cada una de ustedes. Oro y bendigo sus vidas, la de sus
familias y comunidades en este nuevo mes.
Roberto Zamudio
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