martes, 1 de noviembre de 2011

Miércoles, 23 de noviembre de 2011

“PERSEVERANTES HASTA EL FINAL , DANDO TESTIMONIO”

PRIMERA LECTURA
DANIEL 5,1-6.13-14.16-17.23-28

“ALCANZADO POR LA JUSTICIA DE DIOS”


En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos. Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había cogido en el templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y concubinas. Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de Jerusalén, brindaron con ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas. Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera. De repente, aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre el revoco del muro del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo escribían los dedos. Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas, las rodillas le entrechocaban.
Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: "¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre? Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario. Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino."
Entonces Daniel habló así al rey: "Quédate con tus dones y da a otros tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido. Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado. Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es: "Contado, Pesado, Dividido". La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas."


REFLEXIÓN
Este Baltasar, de la primera lectura, es la imagen viva del hombre endiosado por el inmenso poder que tiene, por su propia jactancia, por la felicidad que supuestamente puede darse (banquetes, lujos, placeres), y sobre todo por el deseo de hacer público que no respeta autoridad alguna por encima de sí mismo y de sus creencias (por eso lo de beber precisamente en las copas del templo de Jerusalén).
Este hombre endiosado se ve obligado a contemplar cómo un poder "intruso" se inmiscuye en su vida y en su recinto. Como en el caso del ricachón que derribó sus graneros y que sólo hablaba consigo mismo ( Lc 12,16-21), al cual Dios interrumpió llamándolo "necio", así también aquí, toda la necedad de Baltasar queda en evidencia y él mismo descubre una verdad que le resulta bastante amarga: "no soy Dios."
Descubramos, sin embargo, que esa es una mala noticia para quien ve en Dios su enemigo o por lo menos a alguien que le hace competencia. Para quien ve en Dios su fuente, su Padre, su amigo, su Salvador, es una gran noticia que Dios está cerca. Por eso la proximidad del Señor es en realidad la puerta de salvación para todos.

SALMO: DANIEL 3, 62-67
R./ ¡Ensálcenlo con himnos por los siglos!.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 21, 12-19


“NO SE PERDERÁ NI UN CABELLO DE SU CABEZA”


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os echarán mano, os perseguirán, estregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas."


REFLEXIÓN
Estos versículos hablan de la persecución que ineludiblemente sufrirán los discípulos. El término “entregar”, que se refiere a las aflicciones que padece una Iglesia perseguida, mantiene una estrecha relación con la pasión de Jesús.
El sufrimiento que experimenta la comunidad cristiana se convertirá en ocasión para dar testimonio. Jesús mismo guiará a los testigos en su testimonio, que nadie podrá resistir ni refutar. En esta texto hay un llamado claro a la esperanza, al compromiso, al testimonio, para que la Iglesia sea fiel hasta el final. La misma exhortación pretende ayudar a la comunidad de los seguidores de Jesús para que, asumiendo con realismo su situación en medio de la crudeza del imperio romano, pueda proyectarse hacia el futuro desarrollando la misión que Jesús le ha encomendado.
La Palabra invita a confiar en el Señor, quien permitirá a sus discípulos enfrentar las situaciones difíciles, con la certeza de saber que él siempre está presente y que nunca abandona a los suyos.

ORACIÓN
Señor tú conoces nuestra realidad, conoces las situaciones difíciles de nuestra vida, te pedimos nos ayudes a perseverar a pesar de todo, a vivir sostenidos en ti y en tu palabra, a dar testimonio verdadero, a mantenernos firmes a pesar de las persecuciones y dificultades. Amén.

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