martes, 1 de noviembre de 2011

Viernes 11 de Noviembre de 2011

“EL PASO DE JESÚS POR NUESTRAS VIDAS”




PRIMERA LECTURA

SABIDURÍA 13, 1-9

“SI AVERIGUARON EL PRINCIPIO DEL COSMOS, ¿CÓMO NO ENCONTRARON A SU DUEÑO?


Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo. Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo; pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía el que les dio el ser.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?


REFLEXIÓN
Presenta el tema antiguo y profundo de la revelación de Dios en su Creación. Si lo miramos bien, de lo que se trata es de ponderar la huella maravillosa que Dios ha dejado en sus obras, para que así también aprendamos a ir, de la sabiduría que descubrimos en las cosas creadas, hacia la sabiduría increada.
Si miramos, se balancea entre la indulgencia y el reproche con aquellos que no logran encontrar a Dios en medio de la belleza y el esplendor de sus obras.
En la sociedad en que vivimos hoy, todo es tan apurado que en el correr de la vida nos hemos olvidado de fascinarnos con los regalos tan maravillosos que Dios nos da a diario. Algunas veces nos despertamos en la mañana y no valoramos el hecho de tener vida y poder levantarnos y que debemos de agradecerle eso a nuestro Padre; lo que hacemos en cambio es levantarnos a prisa y cumplir con la rutina de siempre la cual la hacemos de manera casi mecánica.

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / El cielo proclama la gloria de Dios

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 17,26-37



"EL DÍA QUE SE MANIFIESTE EL HIJO DEL HOMBRE”



Como pasó en los tiempos de Noé, así pasará también en los días en que regrese el Hijo del hombre. La gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca, y llegó el diluvio y todos murieron. Lo mismo sucedió en los tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, sembraba y construía casas; pero cuando Lot salió de la ciudad de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y todos murieron. Así será el día en que el Hijo del hombre aparezca.
"En aquel día, el que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de conservar su vida, la perderá; pero el que la pierda, la conservará.
"Les digo que en aquella noche, de dos que estén en una misma cama, uno será llevado y el otro será dejado. De dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra será dejada."
Le preguntaron entonces:
--¿Dónde ocurrirá eso, Señor?
Y él les contestó:
--Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres./em>


REFLEXIÓN
Se acercan los días del Hijo del Hombre: Su Apocalipsis (manifestación). No se habla ni de Parusía ni de Venida, sino de su manifestación en todos los momentos de la historia. Esta manifestación es inesperada, pero sucede en medio de las actividades de la vida cotidiana: comer, beber, casarse, comprar, vender, plantar y construir (vv. 26-30). Las exigencias, cuando llegue aquel Día, se concretan en no mirar atrás, ni aferrarse a la vida. La respuesta al “dónde” es ambigua y enigmática; es un dicho popular, no una metáfora. Se insinúa solamente la fuerza de atracción que tiene la manifestación. Los buitres son atraídos por el cuerpo muerto. Una de las teorías de más consenso es que Jesús aludiría aquí a Jerusalén, que era muy corrupta --como un cuerpo muerto-- y por eso atraía su propia destrucción.

Teniendo en cuenta las claves propuestas por el texto, consideremos si nuestras vidas son vidas al servicio de la manifestación de Jesús y su Reino. Hablamos aquí de cotidianeidad, ¿es acaso nuestra vida personal y comunitaria la rendija que deja ver el anticipo de la Gloria del Reino?

ORACIÓN
Señor, danos la gracia para que no perdamos ese valor tan importante que en su inocencia tienen los niños: el de sorprendernos por las cosas sencillas en las que a diario nos dices: "Yo estoy aquí", que podamos maravillarnos de lo ordinario, y que a cada instante nuestro corazón te manifieste el agradecimiento, por amarnos tanto al permitirnos disfrutar de tu hermosa creación, pero que nunca olvidemos que Tú eres el Creador de todo cuanto existe, quien merece la honra y la gloria por los siglos de los siglos. Amén

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