miércoles, 1 de junio de 2011

Sábado 11 de junio de 2011

“VE POR EL MUNDO Y ANUNCIA EL MENSAJE DE LA PAZ

PRIMERA LECTURA
HECHOS 11, 21b-26; 13, 1.3


“ERA HOMBRE DE BIEN, LLENO DE ESPÍRITU SANTO Y DE FE”


El poder del Señor estaba con ellos, y así fueron muchos los que dejaron sus antiguas creencias y creyeron en el Señor.
Los de la iglesia de Jerusalén, al conocer esta noticia, mandaron a Bernabé a Antioquía. Al llegar, Bernabé vio cómo Dios los había bendecido, y se alegró mucho. Les aconsejó a todos que con corazón firme siguieran fieles al Señor. Porque Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Y así mucha gente se unió al Señor.
Después de esto, Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron con la iglesia un año entero, enseñando a mucha gente. Fue en Antioquía donde por primera vez se les dio a los discípulos el nombre de cristianos.
Bernabé y Saulo comienzan su trabajo misionero
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes, el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, el Espíritu Santo dijo: "Sepárenme a Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual los he llamado."
Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron.

REFLEXIÓN
La belleza incomparable del triunfo de Jesús en su Ascensión puede nublar la mirada frente a un hecho clave: Cristo, antes de partir, dejó una orden a sus discípulos: que oraran juntos esperando "la Promesa del Padre." Es importante recordar que cuando nos reunimos en oración estamos cumpliendo esta promesa.
El nombre mismo que recibe aquí el Espíritu es un discurso muy bello, una poesía en sí mismo. Este Espíritu es "la Promesa." Juan Bautista preguntó en alguna ocasión a Jesús si él era el Mesías "o había que esperar a otro" (Mateo 11,3). De esa pregunta podemos saber que uno de los nombres del Mesías era: el Esperado. Ahora Cristo nos habla de otro Esperado, el Espíritu Santo.
Y es precisamente lo que menciona el texto de Hechos, la Iglesia encuentra su camino dejándose guiar por los acontecimientos y por el Espíritu Santo. Perseguidos y expulsados de Jerusalén, los cristianos fundan comunidades nuevas allá donde se encuentran dispersos. La fundación de la Iglesia en Antioquia es una etapa principal en la expansión de la Iglesia. El Espíritu empuja a los apóstoles hacia los centros vitales, los centros de influencia del mundo de entonces. Pero, no sólo los impulsa “crear” nuevas iglesias locales sino a incorporarlas a la unidad de la Iglesia única. Se crean lazos entre una y otra comunidad de Jerusalen.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R: Canten al Señor un cántico nuevo.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 10, 7-13


“LO HAN RECIBIDO GRATIS, DENLO GRATIS”


Vayan y anuncien que el reino de los cielos se ha acercado. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los leprosos y expulsen a los demonios. Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
"No lleven oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No lleven ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el trabajador tiene derecho a su alimento.

REFLEXIÓN:
Con la exhortación “Proclamen que el Reino está cerca”, inicia este pasaje evangélico. Es la misión que tiene todo cristiano. En la tarea de la evangelización existen unas recomendaciones que no tienen otra intención más que dar a conocer al discípulo de Cristo que tiene que ser una persona, libre para la misión encargada. Esta libertad de que tanto habló Jesús, irá llevando cada vez más a los discípulos (a ti y a mí) a desprenderse de las cosas materiales, de los títulos, cargos y puestos, sin mayores posesiones que les esclavicen por el camino y que frenen la misión. Y no hay que preocuparse por lo que hay que comer o vestir, porque “todo trabajador tiene derecho a su sustento”, y el Señor no abandona a sus queridos servidores. Los verbos sanar, resucitar, limpiar y expulsar indican que la misión es exigente, pero a la vez gratificante, porque lo que hemos recibido gratis hay que darlo también gratis. Fue lo que hizo Jesús, dando testimonio del Padre en medio de todos, sanando, levantando, alimentando, limpiando, resucitando.


ORACIÓN
Señor, Tu nos sigues llamando y nosotros seguimos pidiéndote: danos fuerzas, la certeza de saber que recibiremos de ti el sustento para seguir adelante, para anunciar la Buena Nueva de tu Reino, para hacerla vida en nosotros, para ser verdaderos discípulos tuyos. Amén


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: