sábado, 1 de octubre de 2022

Viernes 07 de Octubre de 2022

 

“LA FE PUESTA SOLO EN EL SEÑOR”

 

PRIMERA LECTURA

GÁLATAS 3, 7-14

 

Son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán, el fiel

 

Hermanos: Comprended de una vez que hijos de Abrahán son los hombres de fe. Además, la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia: "Por ti serán benditas todas las naciones." Así que son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán, el fiel. En cambio, los que se apoyan en la observancia de la ley tienen encima una maldición, porque dice la Escritura: "Maldito el que no cumple todo lo escrito en el libro de la ley." Que en base a la ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque lo que está dicho es que "el justo vivirá por su fe", y la ley no arranca de la fe, sino que "el que la cumple vivirá por ella." Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros un maldito, porque dice la Escritura: "Maldito todo el que cuelga de un árbol." Esto sucedió para que, por medio de Jesucristo, la bendición de Abrahán alcanzase a los gentiles, y por la fe recibiéramos el Espíritu prometido. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Una de las preocupaciones de Pablo es que el cristiano viva la experiencia del Resucitado en un encuentro personal que lo transforme y que no se reduzca al culto. Vemos como el tono de la primera lectura es fuerte. Pablo, casi más que enseñar, parece estar dando consignas y criterios de acción. La situación, como hemos comentado en otros lugares, no era para menos. Los gálatas, confundidos por la llegada de algunos predicadores posteriores a la evangelización que había hecho Pablo, empiezan a creer que su fe estaba incompleta si no empezaban a obedecer la Ley de Moisés. El apóstol escribe con líneas de fuego porque le arde el corazón de pensar que el mensaje central de su enseñanza está por perderse. Y tomando el tema por su raíz misma, se remonta hasta Abrahán. Si todo el orgullo de los predicadores que le hacen la competencia a Pablo es lograr que los gálatas se circunciden para que así empiecen a ser "hijos de Abrahán," pues entonces examinemos qué es ser hijo de Abrahán. Nacer de Abrahán es tener la vida que él tuvo, pues un hijo recibe vida de su padre. Y lo que le dio vida a Abrahán, lo único que lo salvó de la esterilidad y con ello de una vida absurda, fue la fe. Tener la vida de Abrahán es vivir de fe como vivió Abrahán.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 110

R. / El Señor recuerda siempre su alianza.

 

Doy gracias al Señor de todo corazón,

en compañía de los rectos, en la asamblea.

Grandes son las obras del Señor,

dignas de estudio para los que las aman. R.

 

Esplendor y belleza son su obra,

su generosidad dura por siempre;

ha hecho maravillas memorables,

el Señor es piadoso y clemente. R.

 

Él da alimento a sus fieles,

recordando siempre su alianza;

mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,

dándoles la heredad de los gentiles. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este es un salmo compuesto de reminiscencias de otros salmos, para alabar a Dios por su bondad con el pueblo y la grandeza de sus obras. Nunca se cansará el ser humano de alabar a Dios y darle gracias por su bondad.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 11, 15-26

 

“Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios, es por parte de Belzebú, el príncipe de los demonios".  Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina, y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo hecho los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "volveré a la casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio".  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

El Reino de Dios ha llegado. Esta es la proclamación contundente del Evangelio de hoy. La vida, la palabra y la obra de Jesús dan testimonio fehaciente que un tiempo nuevo, el tiempo de Dios, que se ha instaurado en la historia. Pero los poderosos, de la política y de la religión, se resisten a aceptar y a recibir la novedad que trae Jesús. Lo primero que suscita este anuncio, son las reacciones de violencia tanto de palabras como de acción contra el mismo Jesús. Cuando el Reino llega la vida no puede seguir siendo igual. La acción de Jesús lo deja bien claro: él expulsa los demonios por el “dedo de Dios”, por el “poder de Dios”.

Los demonios han de ser entendidos como representaciones del mal, que oprime y quita la dignidad al ser humano; por eso Jesús los expulsa. Nosotros, como seguidores de Jesús, estamos también llamados a combatir las estructuras injustas e inhumanas de las que muchas veces somos cómplices, aun cuando esto genere contradicción y rechazo en el mundo que vivimos. Etty Hillesum, judía que murió en los campos de concentración, rezaba a Dios: “Lamentablemente no parece que puedas hacer mucho en nuestras circunstancias, en nuestras vidas. Tampoco te responsabilizo por ello. No puedes ayudarnos, pero debemos ayudarte a defender tu morada en nuestro interior hasta el final”. Podríamos preguntarnos ¿qué tanto le estamos ayudando a Dios a luchar contra el mal?


ORACIÓN

Padre de bondad, en Ti está hoy de nuevo nuestra vida. Tú lo conoces todo acerca de nosotros. Tú das razón, sentido y motivos a  nuestra existencia que hoy se quiere desbordar  en deseos de agradarte, bendecirte y servirte. Queremos continuar en la construcción de tu proyecto de vida en medio de la comunidad haciéndonos compasivos y solidarios, como verdaderos  hijos tuyos. Amén   

 

 

Caminando radicalmente con Jesús se logra salir del camino de la duda y la infidelidad”

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