sábado, 1 de octubre de 2022

Viernes 14 de Octubre de 2022

 

“GRATITUD PARA CON DIOS”

PRIMERA LECTURA

EFESIOS 1, 11-14

 

“Ya esperábamos en Cristo, y también vosotros habéis sido marcados con el Espíritu Santo”

 

Hermanos: Por medio de Cristo hemos heredado también nosotros, los israelitas. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La lectura de hoy muestra cómo Dios acabó la distancia que había entre un "nosotros" y un "ustedes." Los del "nosotros" eran los judíos, herederos de las promesas a los patriarcas y profetas; los del "ustedes" somos los demás, los venidos del paganismo. Pablo habla como judío y se ubica en el grupo de los que podían decir ese "nosotros." La novedad es que ese nosotros se ha ampliado porque los que antes no cabíamos ahí, es decir, los que venimos de razas y pueblos paganos, ahora sí cabemos. De eso trata la primera lectura. ¿Qué es lo que tenemos en común los que antes estábamos separados? Antes existía un pueblo elegido y muchos pueblos, los paganos, que parecíamos excluidos. ¿Cómo pudo cambiarse este estado de cosas? Ha sido cambiado porque todos hemos sido sellados con el mismo Espíritu Santo. Ello ha podido suceder porque una misma fe nos ha reunido en la confesión de un mismo Señor y Salvador, Jesucristo. La maravilla que Pablo no se cansa de contemplar, meditar y predicar en su Carta a los Efesios es que Dios tenía un plan maravilloso que podía,  colmar las esperanzas del pueblo de la antigua alianza, y por otra, llamar a salvación, por sola misericordia a los que no teníamos ni siquiera una esperanza.

 

SALMO RESPONSORIAL: 32

R. / Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

 

Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,

tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.

 

Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R.

 

Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se escogió como heredad.

El Señor mira desde el cielo,

se fija en todos los hombres. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este es un canto de alabanza a Dios por su poder manifestado en la creación, en el gobierno de las naciones, en la ayuda concedida a su pueblo. El nuevo pueblo de Dios es más extenso que el solo Israel y tiene motivos más amplios aún para cantar su alabanza, con la humilde confianza de ser objeto del amor de Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 12, 1-7

 

“Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados”

 

En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea. A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Hoy podríamos reconocer la confianza que nos da sabernos en manos de Dios; pero ¿realmente es quien sostiene nuestra vida o son nuestras seguridades? De este modo podría entenderse la predestinación de la que habla Pablo. Somos criaturas llamadas y amadas desde siempre para estar con Él y tener vida digna y compartida. Este es el sentir del evangelio cuando nos invita a no tener miedo, porque ante Dios somos valiosos y nuestro peregrinar terrenal no está sólo en pasarla bien, sino en hacer el bien. En Cristo somos constantemente liberados de la esclavitud del pecado, que es egoísta y deshumanizador. Sin embargo, Jesús nos advierte de no caer en la hipocresía, porque podemos afirmar de una relación especialísima con Dios en lo secreto y vivir maltratando y despreciando a aquellas personas con quienes convivimos. La experiencia del Dios es siempre reciprocidad amorosa con el prójimo. ¿Es tu vida signo del amor y ternura de Dios para con los demás?

ORACIÓN

Amado Padre, fortaleza nuestra ayúdanos a enfrentar los inconvenientes que podamos encontrar en el camino. No queremos temer, dudar, ni desfallecer. Que en nuestra vida sintamos que nos proteges y cuidas como miembros de tu familia. Abre nuestros ojos, oídos, mente y corazón, para estar atentos (as) y vigilantes a aquello que nos pueda apartar de Tí. Que tu Palaba se convierta en lámpara y alumbre nuestro caminar.   Amén.

 

“Vayamos con seguridad por los caminos del mundo, sabiendo que todo está bajo la mirada de Dios”

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