“CONSTRUCTORES DE UNIDAD”
PRIMERA LECTURA
EFESIOS 4, 1-6
“Un solo cuerpo, un Señor, una
fe, un bautismo”
Hermanos: Yo, el prisionero
por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido
convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos
mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el
vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la
esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un
bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y
lo invade todo. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En el corazón de la vocación
cristiana nace el compromiso con la unidad de la Iglesia, ésta se expresa
en comportamientos prácticos de humildad, paciencia, justicia, solidaridad y
toda virtud que favorezca el amor. La unidad del cuerpo representa lo visible;
la unidad de espíritu, lo interior; la unidad en la esperanza y en la fe nos
indica que todos caminamos hacia un mismo destino; la unidad del bautismo nos
hace miembros del cuerpo de Cristo, y el vértice de todo, está en la unidad en
el Padre que nos incorpora en la única familia de los hijos de Dios.
La unidad de la que nos habla
el apóstol Pablo no se refiere solo al ámbito religioso, es obligatorio que
todo cristiano sea un buen ciudadano, esto es consecuencia lógica de estar
animados por el amor de Cristo; si actuáramos de tal forma la paz sería una
realidad palpable en lugar de un simple buen deseo. La fe no se reduce a
sermones dominicales, es el testimonio vivo de la esperanza y la caridad a las
que nos convoca la Palabra de Dios.
Cualquiera que sea la iglesia
a las que pertenezcamos, hacemos parte del único proyecto de Dios y Él está por
encima de nuestras divisiones.
SALMO RESPONSORIAL: 23
R. / Éste es el grupo que
viene a tu presencia, Señor.
Del Señor es la tierra y
cuanto la llena,
el orbe y todos sus
habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
R.
¿Quién puede subir al monte
del Señor?
¿Quién puede estar en el
recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos.
R.
Ese recibirá la bendición del
Señor,
le hará justicia el Dios de
salvación.
Este es el grupo que busca al
Señor,
que viene a tu presencia, Dios
de Jacob. R.
OREMOS CON EL SALMO
En la liturgia se aplica este
salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación
definitiva. De él también se puede decir que es el Rey de la gloria. La
conducta de los que buscan al Señor debe corresponder con su profesión de
fe.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 12, 54-59
“Si sabéis interpretar el
aspecto de la tierra y del cielo, ¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo
presente?”
En aquel tiempo decía Jesús a
la gente: "Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida:
"Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís:
"Va a hacer bochorno", y lo hace. ¡Hipócritas!: si sabéis interpretar
el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo
que se debe hacer?
Cuando te diriges al tribunal
con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él mientras
vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al
guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí
hasta que no pagues el último céntimo". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El reclamo de Jesús a sus contemporáneos es por la
poca capacidad de interpretar los signos de los tiempos que preanuncian lo que
puede suceder para bien o para mal si no se efectúan correctivos al momento
presente. En la actualidad, creyentes y no creyentes en Cristo, poseemos diversos
conocimientos, somos especialistas en algo, aunque sea de poca academia y sin
publicidad. Sin embargo, cómo nos cuesta ser más críticos frente al sistema
mundo que disimuladamente nos fue programando para funcionar consumiendo todo
lo que nos ofrece. La sabiduría nos dice que no todo lo que tenemos delante nos
hace bien y tenemos que saber elegir. La pandemia del 2020, por ejemplo, fue
otro evidente signo que nos confrontó como humanidad, desnudando los sistemas
injustos en los que estamos inmersos. La llamada para todos los cristianos es
la de responder como hombres y mujeres que abrazan el momento presente,
abriéndose en fe y esperanza hacia el futuro. ¿A qué nos invitan las circunstancias actuales? ¿A resignarnos? ¿A repensarnos? ¿A comprometernos?
ORACIÓN
Padre Bueno, cuan urgentes son
en nuestros días el diálogo y la reconciliación. Desármanos hoy de tantos
sentimientos de odio y venganza que no nos dejan ver la posibilidad de
perdonarnos y construir fraternidad. Déjanos reposar en Ti, Señor. Que en medio
de la diversidad y el pluralismo podamos ser signo de unidad en los más
cercanos. Que ningún sentimiento negativo nos lleve a imponer nuestra voluntad,
lastimando a nuestros hermanos. Que tu Espíritu de paz y reconciliación
descienda hoy sobre nuestra vida, restaurando nuestros vínculos afectivos.
Amén.
“Para vivir en comunidad es necesario
cultivar la humildad, la amabilidad, la comprensión, la solidaridad, el amor y la paz”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: