“HUMILDAD Y SENCILLEZ PARA ACOGER A TODOS”
PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 1, 18B-26
“Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir”
Hermanos: De la manera que sea, con segundas intenciones o con
sinceridad, se anuncia a Cristo, y yo me alegro; y me seguiré alegrando, porque
sé que esto será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y al Espíritu de
Jesucristo que me socorre. Lo espero con impaciencia, porque en ningún caso
saldré derrotado; al contrario, ahora, como siempre, Cristo será glorificado
abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es
Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone
trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en este dilema: por un
lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por
otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Convencido
de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para que avancéis
alegres en la fe, de modo que el orgullo que sentís por mí en Jesucristo rebose
cuando me encuentre de nuevo entre vosotros. Palabra
del Señor
REFLEXIÓN
En esta primera lectura a la comunidad de Filipos, Pablo manifiesta
la gran alegría que le produce el ser predicador del evangelio de Cristo: “De
la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia
a Cristo, y yo me alegro; y me seguiré alegrando, porque sé que esto será para
bien, gracias a las oraciones de ustedes y al Espíritu de Jesucristo que me
socorre”. Este gran motivador que es Pablo está animando a la comunidad,
desde un púlpito muy raro o diferente: la cárcel, él está preso a causa del
evangelio, desde la mazmorra más miserable, aguantando hambre y sed, y sin
embargo nos habla de motivación y de esperanza. Su condición de prisionero no
fue obstáculo para mostrar el optimismo que le sale por todos los poros como se
puede observar. Es realmente admirable su convicción: no le preocupan las
cadenas, ni los sufrimientos; le interesa sólo que Cristo, a quien
considera su única razón de vivir sea anunciado, conocido, amado, seguido y
servido.
SALMO RESPONSORIAL: 41
R./ Mi alma tiene sed del Dios vivo.
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío. R.
Tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? R.
Recuerdo cómo marchaba a la cabeza del grupo
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta. R.
OREMOS CON EL SALMO
El poeta lejos de Jerusalén, expresa la
nostalgia de otros tiempos y el deseo de regresar a la ciudad para poder entrar
a la presencia de Dios, al templo. Todo ser humano puede repetir como San
Agustín: “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que
descanse en ti.
LECTURA DEL
EVANGELIO
LUCAS 14, 1. 7-11
“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”
En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales
fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados
escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: "Cuando te
conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan
convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al
otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado,
irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte
en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo,
sube más arriba". Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido". Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Jesús realiza
una crítica a la actitud farisea de búsqueda de honores y reconocimiento, como
ya lo había hecho en Lucas 11,43. En el Primer Testamento se aconsejaba no
ocupar los primeros puestos para no ser avergonzado (Eclo 1,30). El mensaje de
Jesús tiene de trasfondo la inauguración de la comunidad discipular del Reino.
El que quiere sentarse a la mesa común tiene que abajarse, siendo capaz de
vencer toda distinción, privilegio o anhelo de ser el centro; toda persona que
abraza la dinámica del Reino entra a formar parte de la comunidad de iguales,
donde nadie ha de sentirse superior o inferior. Se resume todo en la virtud de
la humildad y en la generosidad de quien se abre a compartir su corazón. Quizás
en la Iglesia no hemos aprendido a vencer la tentación de los privilegios y
puestos de honor. Estas relaciones desiguales no caben dentro del proyecto de
Jesús. Lo crucial es aceptar la invitación a vivir como Familia en fraternidad
y solidaridad universal. ¡Fomentemos la igualdad!
ORACIÓN
Señor Jesús, enséñanos y
fortalécenos para cargar la cruz de tu evangelio. No es fácil hablar de ti, no
es fácil ser coherente con lo que decimos, por eso llénanos de tu Espíritu,
ilumina nuestras mentes, para poder hablar acertadamente de ti. Elimina el
orgullo y la autosuficiencia de nuestras vidas, que pueden alejarnos del amor
al Padre Dios y a nuestros hermanos. Danos un nuevo corazón dócil y sencillo
para hacer visible tu evangelio. Amén.
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