jueves, 1 de septiembre de 2022

Viernes 16 de Septiembre de 2022

 

LA RESURRECCIÓN DE CRISTO CAMBIA NUESTRA VIDA”

 

PRIMERA LECTURA

1CORINTIOS 15, 12-20

“Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido”

Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que lo muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha hecho, si es verdad que los muertos no resucitan. Porque, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La Primera Carta a los Corintios es realmente una fuente fecunda y siempre fresca para conocer el pensamiento, el corazón, el amor, la oración, el esfuerzo, la alegría de ese gigante de la fe, que es el Apóstol San Pablo. De muchas cosas distintas habla el Apóstol en esta Carta. Esas cosas, esos asuntos, provienen de problemas particulares que se vivían en la ciudad de Corinto, que había sido evangelizada por el mismo Apóstol. Uno de los problemas que había en la agitada comunidad de Corinto era el de la resurrección: "Los muertos no resucitan, la muerte es el final". Este tipo de pensamiento, este pensamiento pesimista pero que quiere ser realista, tenía sus seguidores en Corinto, como los tiene también en nuestro mundo hoy. Y de verdad, cuando hemos tratado una persona muy de cerca, quizá un pariente, quizá un amigo, y de pronto tenemos que obligarle a nuestra mente a aceptar la idea de que se fue, de que verdaderamente murió, tanto trabajo nos cuesta a veces convencernos de que realmente se fue, que luego quedamos imposibilitados para creer que un día volveremos a encontrarnos. Tenemos que hacer tanto esfuerzo a veces para admitir que las personas al partir de esta tierra realmente se van, que quedamos como agotados por ese esfuerzo de aceptación de la realidad y entonces ya no nos quedan fuerzas ni energías para creer que de ahí podrá  brotar vida, vida para el que cree en Jesucristo.

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 16

R./ Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.

 

Señor, escucha mi apelación,

atiende a mis clamores,

presta oído a mi súplica,

que en mis labios no hay engaño. R.

 

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;

inclina el oído y escucha mis palabras.

Muestra las maravillas de tu misericordia,

tú que salvas de los adversarios

a quien se refugia a tu derecha. R.

 

Guárdame como a las niñas de tus ojos,

 a la sombra de tus alas escóndeme.

 Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia,

y al despertar me saciaré e tu semblante. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista, perseguido injustamente, proclama su inocencia y pide a Dios que Él mismo actúe como juez. Expresa su confianza en que Dios salva al que a Él escoge. Podemos recitar este salmo aunque no hagamos profesión e inocencia; podemos hacer una declaración de nuestras intenciones de agradar a Dios con nuestras vidas. La esperanza que contempla el rostro de Dios adquiere un sentido más profundo.

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 8, 1-3  

Algunas mujeres acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes”

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Lucas muestra un interés particular en evidenciar la presencia y participación de las mujeres en el proyecto del Reino. El hecho de que las mujeres acompañaran a Jesús desde el inicio de su ministerio, así como los doce apóstoles, les confiere el reconocimiento de discípulas “apostólicas” del anuncio del mensaje cristiano. Ellas son las “testigos privilegiadas” de la Resurrección del Señor y se convierten en animadoras de comunidades en el origen mismo de la Iglesia. Las mujeres no juegan un rol pasivo en el misterio de la Salvación; más bien son llamadas a dinamizar y enriquecer la apostolicidad. Toda mujer cristiana está llamada a testimoniar la dignificación y revalorización que Jesús hace de ellas, en espera de su respuesta comprometida en la Iglesia y en el mundo. Aunque en la Iglesia no exista aún la posibilidad de admitir a las mujeres en un ministerio propio, es importante recordar que lo principal lo tenemos en común: la fe y la misión evangelizadora. ¿Valoramos y respetamos a las mujeres en su integridad?

 

ORACIÓN

Dios Padre de la verdad, creemos en el anuncio de tu Buena Nueva, que caminaste por la tierra, con gente que te seguía y  les diste restauración, sanación, perdón,  les enseñaste el verdadero sentido del amor, y lo has seguido haciendo a lo largo de la historia; por eso sabemos que nuestra fe en ti no es vana, en ti adquiere sentido y nos capacita para seguirte y poner nuestra vida a tu servicio, y  nos ayuda a vivir con la certeza que un día resucitaremos contigo. Amén.

 

“La resurrección de Cristo es el centro de nuestra fe, la fuente de nuestra esperanza y nuestra razón para amar”


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