jueves, 1 de septiembre de 2022

Jueves 22 de Septiembre de 2022

 

“MÁS ALLÁ DE LA CURIOSIDAD?”

 

PRIMERA LECTURA

ECLESIASTÉS 1, 2-11

 

“Nada hay nuevo bajo el sol”

 

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento. Todos los ríos caminan al mar, y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice: "Mira, esto es nuevo", ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores. Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

La palabra de Dios confronta hoy, una de las más fuertes tendencias del mundo moderno,  trabajar, trabajar y trabajar sin parar en busca de niveles más cómodos de vida, a veces pisoteando la dignidad de muchos semejantes.

Esta primera lectura, proviene de la tradición sapiensal del Antiguo Testamento y hace parte de una serie de reflexiones en torno al sentido de la vida y de la historia del trabajo, allí, el predicador, encargado de orientar moralmente al pueblo, le pone en la encrucijada de optar por las comodidades logradas en el marco de lo terrenal o prestar atención a lo realmente definitivo, que es la sintonía entre la acción humana y orden de las cosas de Dios.

El texto nos dice: "¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación, viene otra, pero la tierra permanece siempre." Si uno no percibe esa contingencia, esa especie de fragilidad y provisionalidad de todas las cosas visibles y pasajeras, seguramente nunca buscará las duraderas y eternas. Así pues, busquemos construir sobre la roca,  mirar más allá, tener una nueva visión hacia cosas más profundas que permanecen y que nos traerán más satisfacción, que le dan sentido a nuestra vida, que enriquecen nuestra vida espiritual y dan un fruto que permanece.

 

SALMO RESPONSORIAL: 89

R. / Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

 

Tú reduces el hombre a polvo,

diciendo: "Retornad, hijos de Adán."

Mil años en tu presencia

son un ayer, que pasó;

una vela nocturna. R.

 

Los siembras año por año,

como hierba que se renueva:

que florece y se renueva por la mañana,

y por la tarde la siegan y se seca. R.

 

Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos. R.

 

Por la mañana sácianos de tu misericordia,

y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Baje a nosotros la bondad del Señor

y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Frente al Dios eterno y trascendente el hombre siente su pequeñez y su fragilidad, más cuando está agobiado por la calamidad. Siempre, sin embargo, puede esperar su bondad. La pequeñez humana ha sido transformada por la encarnación del Hijo de Dios, quien asumió nuestra miseria para hacernos participar de la vida divina.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 9, 7-9

 

“A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?”

 

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: "A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas? Y tenía ganas de verlo.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Herodes pone en evidencia la superficialidad con la que vive, no le importan las personas sólo busca cuidar su estatus y su poder; lástima que este rey no conocía el texto del Eclesiastés que nos recuerda que todo en este mundo material es pura ilusión efímera. No toda persona quiere conocer de Jesús con la intención de dejarse transformar por él; algunos se acercan a Jesús por curiosidad como Herodes, otros por interés o por una necesidad puntual, habrá quien quiera conocerlo como personaje histórico, etc. Hoy sigue habiendo curiosidad y algo más por la persona de Jesús. Algunos, si lo vieran, posiblemente le pedirían una selfie o su autógrafo, pero no se comprometerían con él ni lo seguirían en su proyecto del Reino. Otros lo buscarían para obtener algún beneficio o milagro, pero no pasarían de ahí. Es inútil interesarse por Jesús si después no se es continuador de su causa. Dejará insatisfechos y frustrados a quienes lo ven como un ser a admirar o temer. ¡Dejémonos transformar verdaderamente por Él!

 

ORACIÓN

Señor a veces, ante tantas situaciones de la vida nos sentimos tan mal, que nuestra manera de hablar solo expresa descontento, temor, rutina, frustración y pérdida. Perdónanos porque a veces es más fácil expresar vacío y ausencia de ti que de  tu presencia palpable y redentora. Que siempre recordemos y agradezcamos la obra y todo lo que has hecho en y por nosotros, que cada día sea un tiempo para dejarnos transformar por ti, que entendamos que todo lo externo es frágil y pasajero, pero tenerte, buscarte a ti, es lo único que le dará sentido a nuestra vida. Amén   

 

“En la búsqueda de la sabiduría nos encontramos con el desengaño y hallamos la verdadera sabiduría que es Cristo quien redefine nuestra vida y nos lleva a servirle sólo a Él”

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